¡NO TEMÁIS PUEBLO DE DIOS, PUES EN VUESTRO PASO POR LA ETERNIDAD,
SERÉIS SELLADOS CON LA SANGRE DEL CORDERO EN VUESTRA FRENTE Y SE OS DARÁ LOS
CARISMAS Y DONES QUE NECESITÁIS PARA EL GRAN COMBATE ESPIRITUAL!
SEPTIEMBRE
02 DE 2019 1:30 P.M.
LLAMADO URGENTE DE SAN MIGUEL AL PUEBLO DE DIOS
MENSAJE A ENOCH
¿QUIEN COMO DIOS ? ¡NADIE COMO DIOS!
Gloria
a Dios en el Cielo y en la Tierra paz a los hombres de Buena Voluntad.
Simiente
de mi Padre, se está acercando el día en que vuestra alma pasará por la
eternidad, allí, se os mostrará el estado espiritual en que os encontráis y en
el Amor y Servicio, seréis juzgados. Dependiendo de lo que habéis amado y
servido, será también el lugar donde se os llevará en la eternidad. Se os hará
un juicio como se le hace a toda alma cuando llega a la eternidad y según sean
vuestras obras, será vuestra sentencia: Cielo,
Purgatorio o Infierno.
Él
Altísimo os mostrará el estado de vuestra alma y os daréis cuenta de cómo la
habéis manchado y ensuciado con vuestro pecado. Sentiréis dolor por haber
ofendido a Dios a través de vuestros hermanos; os veréis con toda vuestra
miseria y sentiréis asco de vosotros mismos por todo el pecado y la maldad que
habéis cometido en este mundo. Mi Padre os dará la Gracia del Arrepentimiento,
si se lo pedís; no todos se arrepentirán, porque no todos están inscritos en el
Libro de la Vida. A otros pecadores y almas tibias, se les dará la oportunidad
de convertirse en el tiempo del Milagro. Pasado este tiempo, sólo quedará en la
tierra los Hijos de Dios y los Hijos de la oscuridad.
No
temáis Pueblo de Dios, pues en vuestro paso por la eternidad, seréis sellados
con la Sangre del Cordero en vuestra frente y se os darán los carismas y dones
que necesitáis para el gran combate espiritual. Caminaréis en este mundo por el
desierto de la tribulación, pero la Gracia y el Espíritu de Dios, estará con
vosotros. Las tribulaciones os purificarán y fortalecerán, si con fe y amor,
ofrecéis a Dios los reveses de cada día. No tengáis miedo hermanos, el Aviso
será un Pentecostés para el Pueblo de Dios; al regresar ya no sentiréis miedo
ni temor y así, como los primeros discípulos de Jesús, anunciaréis también en
este mundo que el Reino de Dios está cerca.
Seréis
el Ejército Militante, que unido a los Ejércitos Celestiales, marcharemos
victoriosos. Nuestra Señora y Reina María y Madre vuestra, nos acompañará y
todos unidos al unísono diremos: ¿Quién como Dios?
¡Nadie como Dios! Ese será nuestro grito de batalla que nos dará la victoria
sobre las fuerzas del mal. Quiero Ejército Militante que hagáis una réplica de
mi Estandarte que llevaréis en cada batalla espiritual, junto al Estandarte
Mariano. Mi Estandarte debe llevar una imagen que me represente, pisando la
cabeza del dragón sobre vuestro mundo y en vez de espada, una lanza, mi
Armadura en color oro con fondo azul claro y blanco como el cielo; arriba en
letras rojas, que representan la Sangre del Cordero, debe decir: ESTANDARTE EJÉRCITO MILITANTE: MIGUEL ARCÁNGEL. En
la mitad del mundo en letras rojas: ¿QUIÉN COMO
DIOS? ¡NADIE COMO DIOS! El Estandarte Mariano y mi Estandarte a menor
escala, junto con el Rosario, debéis de llevarlo en vuestro cuello, debidamente
bendecido o exorcizado. Esta Armadura será un Escudo Protector que os librará
de los ataques y dardos incendiarios del maligno y sus huestes del mal.
Que la Paz del Altísimo permanezca en vosotros, Pueblo de Dios
Vuestro Hermano y Servidor, Miguel Arcángel
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad, Simiente de mi
Padre
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