Olvida toda imagen que tengas
preconcebida de lo que es un astrólogo. Olvida las gafas estrafalarias y
gigantes, las túnicas brillantes de lentejuelas, el horóscopo cuando ya no
queda nada mejor que ver en la tele. Olvida el “Escorpio,
esta semana en el amor te va a ir bien”. Ahora imagina a una ‘rock star’ embutida en ropa ‘fashion’ mezcla de mujer de negocios y
treintañera ‘boho-chic’ que cambia de
registro, según el momento, del Club de la Comedia, a la charla TED o a un
círculo de autoayuda New Age. Así comienza el artículo que ha
escrito Alicia Hernández en El Confidencial.
UNA VERSIÓN ACTUAL DEL SINCRETISMO DE SIEMPRE
Tiene legiones de fans en
Instagram, Youtube, Twitter. Llena teatros y sus libros de
‘predicciones’ se venden como churros en toda América Latina. Es Mia Astral y encarna la versión más moderna de una
realidad que nunca ha abandonado el continente: la confianza en los astrólogos
y místicos incluso en temas de alta política.
Cada día, Mia Pineda –como en
realidad se llama–, explica a sus millones de seguidores qué es el tan temido
Mercurio Retrógrado o por qué los eclipses influyen en tu vida. Pero también lo
mezcla con consejos que van desde el ‘coaching’ a la cábala. Habla de
conceptos tan ‘millennials’ como el ‘detox’ o ‘reparenting’,
tan de moda como el empoderamiento.
A la mezcla le mete yoga, meditación y consejos de nutrición. En una América
Latina ávida de redes sociales y con una historia de sincretismo tan antigua
como el continente, el mensaje de esta ex abogada venezolana ha calado desde su
hogar en Miami hasta la Patagonia.
En América Latina se mezclan tantas creencias como uno quiera imaginar.
Uno puede ver a una persona católica, con una medalla de la Virgen del Carmen
colgada al cuello, que a la vez fuma un puro a Yemayá (diosa santera del mar) y
busca en las conchas quién le está echando mal de ojo. La fusión mística está a la orden del día. Por eso es común
escuchar que un ordenador se ha estropeado “porque
estamos en Mercurio Retrógrado”, culpar de los reveses a estar “salado” y
solucionarlos con un “despojo” o que “menganito
es así porque es ascendente Géminis”.
POLÍTICOS Y ASTROS
La fascinación de los políticos
latinoamericanos con la astrología y el ocultismo es larga. El haitiano François Duvalier “Papa Doc” creía
que era el dios de la muerte de la tradición vudú. Juan Domingo
Perón en Argentina hacía que
le echaran las cartas, el ex presidente peruano Alberto Fujimori consultaba a su astrólogo de cabecera para
mantenerse en el poder y el boliviano Evo Morales presume de su vinculación con las
tradiciones chamánicas.
Pero, salvo en contadas
excepciones, la mezcla de política y astrología no se digiere bien de cara a la
galería. En una reciente crónica de Jon Lee Anderson para el New Yorker sobre Juan Guaidó, el líder
opositor venezolano, el periodista relata un encuentro en el coche del político
en el que también estaba presente el astrólogo personal del político. Y estalló el escándalo, al menos entre los
comentaristas políticos (véase aquí la información).
Más sonado fue el incidente
que hubo a principios de agosto en Colombia por un programa de radio que se
emite en horario de máxima audiencia. La periodista que lo lleva, Vicky Dávila,
quiso hacer un análisis del país, de si el presidente Duque tomaba o no
decisiones acertadas, por qué había desempleo y un sinfín de cuestiones de
interés nacional. Sus analistas fueron dos
astrólogos. Las críticas llenaron las redes por días.
UNA ASTROLOGÍA “COOL”
Mia
Astral “ha masificado la astrología. Le ha
quitado el halo de brujería, lo ha hecho cool y moderno. Encima es
didáctica, comparte consejos más allá de la interpretación de los astros. Y el
punto clave: da herramientas para el autoconocimiento, te habla y te ayuda a
entender los procesos internos que vives. Ese es su gancho”, explica Mariana Mata Liendo,
directora de una agencia consultora de comunicaciones. Y astróloga.
Mata, venezolana radicada en
España, empezó a seguir a Mia hace años. “Ahora
es una monstrua, todo el mundo la conoce. Su éxito está en que usa un lenguaje muy millenial, con medios muy
millenials y se dirige a un público así”, dice Mata. No deja tecla sin tocar. Por ejemplo,
tiene listas de música en Spotify según la energía disponible del momento y se
comunica con sus seguidores en las historias en vivo de Instagram. “Y tiene
elementos de marca muy potentes, frases que ha acuñado y que todo el
mundo (que la sigue) dice en su vida cotidiana”.
En Colombia ha dado charlas,
en Tulum (México) ha hecho retiros de yoga. También en
Argentina ha llenado el Teatro Coliseo de Buenos Aires. Hasta allí fue Nicolás
Viotti, antropólogo y sociólogo especializado en temas de religión y
espiritualidad. Quería ver en vivo un show de aquel fenómeno del que tanto se
hablaba. “Hay una suerte de sensibilidad espiritual en este momento, es
un concepto que tiene más fuerza que el de la religión tradicional –que
ahora mismo está en crisis–, y en ese espacio surgen estas prácticas”, cuenta a este diario por teléfono desde Buenos
Aires.
“El
caso de Mia es prototípica. Tiene lenguaje juvenil, cotidiano. La convierte en un personaje de masas. Es un furor. El
teatro estaba lleno de gente que la sigue. Era como una ‘rock star’”, explica. Viotti cuenta
que en Argentina existe ahora un boom de la astrología
en las generaciones jóvenes,
sobre todo en mujeres que acceden a este tipo de contenido por redes
sociales. “Se trata de una astrología muy moderna y
contemporánea que mezcla muchos códigos que tienen que ver con una psicología
más positiva y que reemplaza al tradicional psicoanálisis, tan de moda en la
Argentina de los años 60”.
LA CRISIS DE SENTIDO Y DE VALORES
Viotti y Mata coinciden en que
son muchos factores los que convergen para que un personaje como Mia Astral
esté en boga. Para Viotti el punto está en “los
procesos de crisis de los modelos
más tradicionales (como el catolicismo), además de la reivindicación
feminista actual que toca la idea de buscar el verdadero yo, seguir sus deseos y entrar en relaciones
más justas, así como la idea del empoderamiento femenino”.
Para Mata es clave su modo de
comunicarse, que “dé herramientas para
tomar mejores decisiones”, así
como la imagen que tiene y que “su lenguaje
no es el de la clásica venezolana, habla a un público más universal”. Y que empiece a tener cabida en España aparece
como “alternativa
en un país donde la espiritualidad siempre ha estado vinculada a lo religioso”.
Quien se acerca a escuchar a
Mia Astral o a estas nuevas rutas de “autoconocimiento”
tiene un perfil claro: principalmente mujer, profesional, universitaria,
clase media, de un amplio espectro ideológico.
“Es
un fenómeno, al menos en Argentina, sobre todo clase media y que no tiene que ver con la magia. Es de gente
híper educada, con procesos de secularización bien fuertes o con una religión
muy diluida. Mia impacta en un mundo social que no tiene que ver con la
falta de educación, sino gente que
busca algo más. Son personas que viven en un mundo racional pero que
buscan terapias alternativas, meditar y un modo más de gestionarse uno mismo”, dice Viotti.
Mariana Mata es un ejemplo vivo de esto. Hace consulta de cartas astrales y lo mezcla
con su asesoría comunicacional. Es universitaria, de familia de intelectuales,
hija de comunistas no religiosos. “A mí
esto me entra por la base lógica que tiene”.
Y, pensando en su público español, reflexiona sobre estos fenómenos: “La vida sin fe da mucho miedo. La gente
necesita un mundo de creencias en un mundo veloz, agresivo y violento”.
Secretaría RIES
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