El Arzobispo de Los Ángeles (Estados Unidos), Mons.
José Gomez, afirmó que una sociedad compasiva debería ofrecerle a las mujeres
algo más que el aborto, en referencia al proyecto de ley presentado en
California para obligar a los colegios y universidades del estado a ofrecer
píldoras abortivas gratuitamente.
“Ahora existe en California una legislación, el
proyecto de ley 24 del Senado, que requeriría que todos los colegios y
universidades estatales les ofrecieran a los estudiantes el acceso gratuito a
la ‘píldora abortiva’. Una sociedad compasiva debería tener algo más qué ofrecerle
a las mujeres que enfrentan esta dificultad, que la capacidad de ponerle fin a
la vida de sus hijos antes de que estos nazcan”, escribió el Prelado en su columna “Nuestros
compromisos como católicos”, publicada el 2 de agosto.
Mons. Gomez señaló que “como católicos
tenemos que oponernos a otro nuevo intento por dar más opciones de aborto a
nuestros jóvenes”.
“Les exhorto a que visiten el sitio web de la Conferencia Católica de California
para decirles a sus legisladores que voten en contra del proyecto de ley 24 del
Senado”, agregó.
“Deberíamos lograr que se elimine este proyecto de
ley y trabajar, en cambio, por encontrar nuevos modos de ayudar verdaderamente
a las embarazadas y a las madres que tienen un empleo y que intentan continuar
con su educación”, resaltó el Prelado de origen
mexicano.
En su columna el Prelado también se opuso a la pena de muerte y expresó
su preocupación por el hecho que el Gobierno volverá a usar esta medida a nivel
federal.
Asimismo, Mons. Gomez pidió trabajar por los inmigrantes en Estados
Unidos y lamentó que los líderes políticos, de ambos extremos, estén “todavía explotando los sufrimientos de los inmigrantes y
refugiados para su propia ventaja política. Esto es algo que ha durado por
años. Y es una cosa cruel e incorrecta, que debería eliminarse”.
“Estamos hablando de seres humanos que son imagen
de Dios; estamos hablando de nuestros hermanos y nuestras hermanas. Más allá de
la ley, más allá de la política, o del ‘estatus’ que ellos tengan, es deber
nuestro abrir nuestro corazón y atender a sus necesidades humanas”, aseguró.
“Ese –dijo– debe ser el comienzo de cualquier solución humana y
razonable a estos complicados problemas”.
Mons. Gomez también indicó que actualmente la cultura “está confundida y dividida sobre cuestiones básicas en
relación a lo que significa ser humano” y por ello “como católicos, tenemos que estar profundamente
involucrados en estos debates políticos y culturales porque en el núcleo de
estas preguntas hay un conflicto acerca de la verdad sobre la persona humana
que Dios creó y que Jesucristo redimió con su muerte”.
“Necesitamos entender nuestros compromisos, no en
términos políticos, sino en términos del Evangelio y de las enseñanzas de la
Iglesia”, señaló.
“Nuestra misión como católicos es ser discípulos
misioneros. Esta es la única razón de nuestra vida: conocer y amar a Jesús y
estar al servicio de su plan para la salvación del mundo”, prosiguió.
“En términos prácticos, eso significa hacer que
nuestra familia y nuestro prójimo conozcan el amor de Dios. Significa también
trabajar para lograr una sociedad de amor y compasión que esté verdaderamente
al servicio de la persona humana”, escribió
el Arzobispo de Los Ángeles.
Redacción ACI
Prensa
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