Más de algún buen
católico se preguntará el porqué de esta doble numeración. Intentaremos
explicarlo este artículo.
Por: P. Samuel Bonilla | Fuente: PadreSam.com
Seguramente, en más de alguna ocasión has observado que en la Biblia
ciertos salmos presentan doble numeración. Esto es particularmente evidente a
partir del Salmo 11, que en muchas versiones de nuestras Biblias aparece como
Salmo 11 (10). Más de algún buen católico se pregunta el porqué de esta doble
numeración. Intentaremos explicarlo en el presente artículo.
Los judíos antes de Jesucristo, contaban con dos versiones de los textos
sagrados (es decir, de lo que ahora nosotros los cristianos llamamos Antiguo
Testamento). En primer lugar, tenían lo que se conoce como “Texto Masorético”, y que hace referencia a los
libros sagrados escritos en los idiomas originales: hebreo
y arameo.
La otra versión es llamada “Septuaginta” o
de los LXX (70), pues hace referencia a los setenta sabios (aunque en realidad
eran 72) que tradujeron los textos sagrados, de los originales hebreo y arameo
al griego, un par de siglos antes de Cristo, en Alejandría de Egipto.
Recordemos la importancia del idioma griego en aquel tiempo, pues era la lengua
común del imperio romano. Cabe mencionar además, que esta versión será la más
utilizada por las primitivas comunidades cristianas.
En cuanto a lo que aquí nos atañe, es decir, el asunto de la doble
numeración de los Salmos, sucede que en cada una de las versiones, la
numeración de los Salmos, a partir del Salmo 9 cambia, pues en la Septuaginta
(LXX) los Salmos 9 y 10 -según la numeración hebrea- forman uno solo. Por lo
que, a partir del Salmo 11, los siguientes Salmos tienen un número menos que en
la numeración de la Biblia hebrea. Así, el Salmo 11 del texto masorético es el
10 en la Septuaginta.
Posteriormente, cuando San Jerónimo, algunos siglos después, (en el
siglo IV de nuestra era cristiana) traduce la Biblia al latín, hace uso de la
numeración de los Salmos según se encuentra en la versión en griego (la de los
LXX). La versión de la Biblia traducida al latín por San Jerónimo será conocida
como la “Vulgata” y pasará a ser la versión “oficial” de la Iglesia por siglos, y la que se
utilizará generalmente en la liturgia.
Con el paso de los tiempos se harán traducciones de la Biblia a las
lenguas vernáculas (los idiomas comúnmente hablados en nuestros países); y en
estas versiones se hará referencia a la doble numeración de los Salmos, poniendo
primero el número según el texto masorético (hebreo) y después el número según
el texto de los LXX (griego) y de la Vulgata (latín). Por ejemplo, el Salmo 104
(103) es el 104 en el Texto Masorético y el 103 en el de los LXX y la Vulgata.
En el caso de nuestras celebraciones litúrgicas, los textos se tomarán
generalmente de la Vulgata o de versiones corregidas que de ella han surgido en
tiempos posteriores. Por eso cuando vas a Misa, no encuentras una doble
numeración del Salmo Responsorial en la hojita o el misal, sino solamente la
numeración que corresponde según la Vulgata.
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