El Sínodo de los
obispos indios de rito oriental ha difundido una circular entre los sacerdotes
según la cual el yoga es una “práctica
útil y benéfica para el cuerpo y la mente, pero no va confundida con la
espiritualidad”. En las escuelas indias su enseñanza es obligatoria,
pero a menudo es usada para “imponer el estilo de vida hindú”, según informa Asia News.
“El yoga no es el medio para alcanzar el contacto
con lo divino, si bien este pueda contribuir a la salud física y mental”. Lo afirma la
Iglesia siro-malabar, uno de los tres ritos de la Iglesia católica india, en
una circular distribuida a los sacerdotes el pasado mes de enero. En el documento
el Sínodo de los obispos de este rito oriental reconoce el importante rol que
el yoga ocupa en la cultura india, pero afirma también que “debe ser considerada como un ejercicio
físico, una postura para concentrarse o meditar”. Al contrario,
subrayan los obispos, “la
experiencia de la divinidad no sucede a través de una particular postura”.
CONCENTRACIÓN SÍ, MÍSTICA NO
El padre Paul Thelakat, ex
portavoz del Sínodo, afirma en declaraciones a Asia News: “El yoga indio es un método aceptable y útil para la concentración, la meditación y el
bienestar holístico del cuerpo y de la mente. Los obispos no consideran al yoga como un camino místico
o esotérico para la vida espiritual”.
El yoga es una práctica de relajación mental y física nacido en India y
difundida en todo el mundo. Éste va combinado con ejercicios físicos y técnicas
de respiración. Según la religión hindú, éste es un recorrido de
búsqueda espiritual a través del cual se experimenta el contacto con la
divinidad.
En la India su enseñanza es
obligatoria en las escuelas y cada año, en la Jornada internacional del yoga (que se
celebra el 21 de junio), todo el sistema educativo se bloquea para dejar
espacio a programas, eventos e iniciativas dedicadas a esta práctica. Desde
hace tiempo activistas e intelectuales indios afirman que la obligación de
observar la fiesta en las escuelas implica hacer a los estudiantes cantar sonetos y mantras sagrados hindúes, limita la libertad
de culto de las minorías y representa una falta de “sensibilidad” en relación con los alumnos cristianos o
musulmanes.
La semana pasada en Tamil Nadu
un pastor protestante fue arrestado porque había criticado “la enseñanza obligatoria del
yoga para promover en modo forzado el estilo de vida hindú”. Pero él también había evidenciado las
propiedades benéficas para la mente y para el cuerpo de tal práctica.
EL ENCUENTRO CON DIOS NO ES POSIBLE CON EL YOGA
En la circular, el cardenal
George Alencherry, como cabeza del Sínodo, aclara la posición de la Iglesia
sobre el tema: “El
Dios en el cual creemos es un Dios personal. Dios no es alguien que puede ser
alcanzado a través de una particular posición del cuerpo. No es correcto pensar
que la experiencia de Dios y el encuentro personal con el Señor sean posibles a
través del yoga”. Además el
Sínodo invita a los sacerdotes a “no unirse a
grupos de oración y movimientos espirituales que están contra la Iglesia
católica y no reconocen las enseñanzas oficiales de la Iglesia”.
El padre Paul Thelakat agrega
que el Sínodo “no acepta el yoga como una escala trascendental hacia lo divino.
La Iglesia católica enseña que el modo para alcanzar la divinidad es la
auto-purificación y la unión con Dios en el ascetismo y en la oración”. En cuanto sacerdote católico que practica el
yoga desde hace años, él considera que el Sínodo ha hecho bien “en puntualizar la enseñanza de la Iglesia sobre la
espiritualidad, que no tiene nada que ver con prácticas mágicas”.
Secretaría RIES
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