El Papa Francisco hizo entrega a la delegación del
Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomé, de un relicario que contiene
algunos fragmentos de hueso que la tradición atribuye al apóstol San Pedro.
El relicario, elaborado durante el pontificado de
San Pablo VI, se custodiaba en la capilla de los apartamentos pontificios del
Palacio Apostólico.
Fue después de celebrar la Misa junto a la tumba de San Pedro en la
Basílica vaticana, el pasado sábado 29 de junio con motivo de la visita de la
delegación a Roma con motivo de la festividad de San Pedro y San Pablo, cuando
el Santo Padre invitó al jefe de la delegación, el Arzobispo Job, a acompañarle
al Palacio Apostólico para hacerle entrega de un regalo para el Patriarca
Bartolomé.
Sólo una vez que llegaron a la capilla, el Pontífice desveló el secreto:
Hacía entrega al Patriarca Bartolomé del relicario con las reliquias de San
Pedro.
Rápidamente se informó al Patriarca Bartolomé del regalo de Francisco y
se organizó el traslado de las reliquias a Estambul (Turquía), donde se
encuentra la sede del Patriarcado.
El Patriarca Bartolomé en persona anunció a los fieles el regalo del
Papa Francisco durante la celebración de la fiesta de los Apóstoles, que en la
tradición Ortodoxa se celebra el día después de la solemnidad de San Pedro y
San Pablo.
En declaraciones recogidas por Vatican News, el Arzobispo Job señaló que
“este es para nosotros un evento extraordinario e
inesperado”.
Aunque la necrópolis vaticana se descubrió a finales de los años 30 y
principios de los 40, no fue hasta el 26 de junio de 1968 cuando el Papa Pablo
VI anunció el descubrimiento de las reliquias de San Pedro. Una parte de ellas
se guardaron en el relicario que, ahora, se custodiarán en Estambul.
Redacción ACI
Prensa
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