lunes, 8 de julio de 2019

EL FUNERAL DE LA FE CATÓLICA


La fe católica agoniza en el mundo entero y en no pocos lugares ha fallecido. Una prueba de ello es lo que ocurre en la inmensa mayoría de los funerales o de las Misas donde se “reza” por un difunto fallecido tiempo atrás.
Los funerales católicos se han convertido en una copia barata de los servicios conmemorativos protestantes. Como ellos no creen en el purgatorio y rechazan que se rece por los muertos, se dedican a glosar la figura del fallecido. Pero al menos en muchos casos recuerdan la necesidad de haber llevado una vida cristiana para ser salvo. En los funerales católicos, el muerto ya está en el cielo, sí o sí, y no hay la menor indicación de que existe algo que se llame purgatorio y no digamos nada del infierno.
De hecho, se da una especie de trastorno bipolar. Mientras los textos litúrgicos dicen una cosa, el celebrante dice otra. La liturgia todavía mantiene la fe de la Iglesia. La misma que niega el sacerdote que se convierte en canonizador de todo fallecido que pase por su parroquia.
Idem con las Misas por el aniversario de un fallecimiento.
Oído ayer:
“Ofrecemos la Misa de hoy por el hermano xxx, que hace un año que está en el cielo con Dios".
Pues oiga, si xxx está en el cielo con Dios, ¿se puede saber para qué rezamos y ofrecemos una Misa por él? ¿para qué le pedimos a Dios que le acoja en su seno si ya le ha acogido? De hecho, más bien será él quien tendrá que rezar por nosotros, ¿no?
Pues, así una vez tras otra en diferentes parroquias, en diferentes diócesis. Y no es un fenómeno reciente, no. Cuando yo era pequeño, y de eso han pasado ya más de 40 años, ocurría lo mismo. Y si sigue ocurriendo es porque gran parte de los obispos lo consienten. Sé que algunos han escrito cartas advirtiendo contra esa nefasta práctica. Por ejemplo, el arzobispo de Pamplona, Mons. Francisco Pérez. Pero son la excepción que confirma la regla de la complicidad con el error.
Precisamente recordaba don Francisco que:
- Muerte y resurrección no son simultáneas.
- Todos tenemos que comparecer ante el tribunal de Cristo
- El purgatorio existe, gracias a Dios
- Debemos ofrecer sufragios en favor de las benditas almas del purgatorio.
Si no se cree eso, ¿a cuento de qué se puede considerar uno católico? ¿es católico el sacerdote que niega de facto dogmas de la Iglesia en algo tan delicado como es la celebración de un funeral? ¿lo son los fieles que asumen sin más los errores que escuchan desde los púlpitos?
De hecho, en poco, por no decir en nada, se diferencia la actitud de gran parte de los católicos de la del mundo ante la muerte de un personaje más o menos famoso. Se da por hecho que pasa a una mejor vida, si es que se cree en la vida ultraterrena.
Desgraciadamente los funerales católicos se han convertido en una prueba visible e inequívoca de la muerte de la fe católica. Son signos de la apostasía en la que buena parte de la Iglesia se ha ido adentrando en el último medio siglo. 
Demos gracias a Dios por obispos como Mons. Francsico Pérez y por el remanente fiel de sacerdotes que todavía no han caído en la herejía universalista ni en el modernismo buenista, y celebran los funerales como manda la Santa Madre Iglesia.
Luis Fernando Pérez Bustamante

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