Lo mejor es
promover, de modo muy positivo, una sana educación y vivencia de la sexualidad.
Por: Pablo Augusto Perazzo | Fuente: Revista Vive!
La “ideología de género” es un
problema que genera mucha confusión entre padres de familia, que, en muchos casos,
no tienen una postura clara al respeto, pues carecen, comprensiblemente, de
formación básica al respeto. ¿Por qué hablar de
este asunto genera “anticuerpos” en muchos ámbitos escolares? Exhorto a
los papás –que no tienen las ideas tan claras– a hacer un esfuerzo y conocer el
peligro que comporta esta “supuesta defensa de
libertad”.
UNA
INSERCIÓN EN LO COTIDIANO
En primer lugar, hace ya algún tiempo, el gobierno y ONG´s
transnacionales, así como muchos medios de comunicación, difunden esta “ideología”, presionando para que los profesores
tengan que enseñarla, como parte obligatoria del currículo escolar.
Prácticamente, “atropellan” el deber y
derecho que tenemos los padres de enseñarles lo que consideramos correcto. Se sostiene
que, no se nace con un sexo definido, sino que, tiene todo el derecho y “libertad” de escoger su género. Principalmente,
con relación a cosas tan esenciales como: su
orientación y comprensión de la sexualidad.
NO
NOS CONFUNDAMOS
Tengamos mucho cuidado, pues a través de un sutil juego de palabras “muy justas” (equidad, respeto, igualdad…), nos
hacen creer, que no hay nada de qué preocuparse, pues se está “promoviendo una sana defensa de la equidad sexual”. Por
este motivo, debemos ser capaces de explicar la recta vivencia de la
sexualidad. Así como las graves mentiras que se esconden detrás de esta
ideología.
Por si fuera poco, lo hacen, prácticamente, a espaldas de nuestra
conciencia, educándolos desde temprana edad, en cosas tan esenciales como: su
orientación y comprensión de la sexualidad. No estamos hablando solamente de
los colegios, películas y series de televisión. Preocupémonos y hagamos un
esfuerzo especial por formar de modo consciente a nuestros hijos e hijas en lo
que respecta a sexualidad. Esto exige, en primer lugar, una formación básica y
fundamental acerca de lo que significa la castidad, palabra cada vez más rara y
olvidada en nuestra cultura. La misma que está marcada y oprimida por valores
totalmente tergiversados acerca de lo que significa vivir una sana orientación
sexual entre hombre y mujer.
LÍNEAS
DE ACCIÓN
- UNA SANA EDUCACIÓN SEXUAL: Seamos
los primeros que debemos comprender y vivir una correcta vida sexual. La
palabra “castidad”, que suena casi a algo
medieval, significa no más que un recto orden en la vivencia de nuestra
sexualidad. Es decir, así como todas las cosas, existe un orden
naturalmente establecido para vivir esa dimensión tan importante de
nuestra vida.
- VIVIR LA CASTIDAD: El
diccionario de la Real Academia Española, define “casto”
a “la persona que se abstiene de todo
goce sexual desordenado”, o que “se
atiene a lo que se considera como lícito”. Es quien vive su
sexualidad de acuerdo con su condición y estado en que se encuentra.
- NO HAY “GÉNEROS DISTINTOS”: No se trata de
reflexionar ahora sobre los tiempos en que uno empieza a iniciarse en la
vida sexual, y cómo lo hace. Lo que sí interesa ahora, es que quede claro,
que existe una manera masculina o femenina de vivir la castidad.
- VIVIR UNA SEXUALIDAD POSITIVA:
Enseñemos a nuestros hijos la correcta manera de vivir su sexualidad, lo
cual es algo muy hermoso, pues valora no sólo el cuerpo, sino también
nuestras emociones, pensamientos, hasta nuestro espíritu.
Por lo tanto, a la pregunta: ¿cómo hablar de
“ideología de género” a nuestros hijos?, lo mejor es promover, de modo
muy positivo, una sana educación y vivencia de la sexualidad. Es a través de
esta educación y formación positiva, como logramos que nuestros hijos vean en
la sexualidad, un camino hermoso para vivir el verdadero amor cristiano y no un
simple acto de placer egoísta.
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