En el departamento
colombiano de Quindío han construido una “iglesia” de adoración al diablo, según informa Caracol Radio.
Esta situación ha despertado la preocupación de las autoridades y algunos
ciudadanos. Por otra parte, dicha infraestructura es objeto de vigilancia por
parte de las autoridades.
Son los habitantes de la
vereda El Aguacatal en Calarcá quienes más que preocupados están asustados,
pues en una finca del sector construyeron el templo de adoración a Satanás, por
lo que el comandante de la policía en esta parte del país, el coronel Ricardo
Suarez, dijo que si bien Colombia es un país con libertad de culto y se deben respetar
las creencias, generan temor las prácticas que en este templo se
vayan a realizar.
“Las
prácticas satánicas nos llaman la atención, pero vivimos en un país en el que se respeta la libertad de culto y,
aunque venimos trabajando con nuestros hombres de inteligencia, lo único que
podemos hacer es trabajar de la mano con las autoridades eclesiásticas”, indicó Suarez.
El uniformado señaló que lo
único que se puede hacer es verificar y que se cumpla que el templo cuente con
los permisos y documentos de funcionamiento, para lo que se está trabajando de
la mano con la Iglesia católica.
“NO ADORAMOS A SATANÁS”
Por otra parte, Víctor Damián
Rozo, creador de este centro de adoración a Lucifer en Quindío, habló en Blu
Radio sobre él. Rozo aseguró que “hay que
aclarar que nosotros no adoramos a Satanás ni hacemos sacrificios, nosotros veneramos a Lucifer, que para
nosotros es nuestro dios, y eso no tiene absolutamente nada que ver con
el demonio como creen algunos”.
El dirigente del grupo, de 40 años, explicó que “nosotros no tenemos nada que ver con el diablo,
simplemente adoramos a Lucifer, que es
nuestro ángel de luz, que se rebeló ante el gran dictador que para nosotros es
Dios”.
Dijo que los habitantes de la
zona han “realizado varias protestas” porque “es obvio que en un país católico como Colombia no se acostumbren a algo
como esto”. Afirmó que es la
misma historia la que se ha encargado de “meterle
en la cabeza a las personas que Lucifer es el demonio, pero eso no es cierto, él es un ser de luz”.
Agregó que “es una decisión personal ser luciferista, por ejemplo
hay que ver cuánta gente ha muerto en nombre de Dios y cuánta en nombre de
Lucifer”. El director de la
iglesia luciferista en Colombia explicó que en los ritos que se hacen en el
centro de adoración son de “agradecimiento con el ángel de luz por favores recibidos”.
Sobre la financiación del
templo, Rozo reveló que fueron los aportes de los “adoradores
alrededor del mundo” los que le
permitieron la creación y mantenimiento de la iglesia que ha generado polémica
en Quindío. Insistió en que en su iglesia no se comete ningún tipo de
sacrificio ni humano ni animal, “en
realidad muchas veces las autoridades han llegado para buscar la forma de
cerrarnos pero todos nuestros papeles están al día y no tienen nada que hacer”.
“Deberían intentar adorar a Lucifer
y verán cómo les cambia la vida”, dijo Rozo
Secretaría RIES
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