En Un minuto
En la Tierra nacen
aproximadamente 250 niños, de los cuales 113 serán pobres y 15 nacerán con
algún tipo de minusvalía. También mueren 107 personas, 18 de hambre.
34.000 especies de plantas y
5.500 especies de animales entran en peligro de extinción. 360 es el número de
rayos que golpean la tierra, se poducen 5 terremotos, son utilizados 55.757
barriles de gasolina, 9 personas contraen la enfermedad del SIDA, Nike gana
36.505$.
En EEUU son robados 2 coches y
se producen 3 asesinatos. Además, la Tierra aumenta su peso 153 toneladas, un
pulpo puede correr hasta 666,6 metros, se fabrican 115 pelotas de futbol, 61 de
ellas en Pakistán.
En Brasil se consumen 3.054
litros de cerveza, se fabrican 1.714 piezas de lego, se bajan ilegalmente
76.000 archivos, un colibrí bates 108.000 veces sus pequeñas alas, 237 móviles
son tirados a la basura, se venden 100 iPads, la Tierra se desplaza 1.760
kilómetros…
En ese minuto, se pueden tomar
decisiones que te pueden cambiar la vida, se puede conocer un nuevo amor, un
nuevo amigo o amiga, se puede sentir la amargura de la derrota o la perdida de
alguien, se puede sentir la felicidad de conseguir aquella meta que te habías
propuesto, en un minuto se puede amar, sentir, perdonar, crecer, esperar,
incluso salvar una vida.
Prestando atención solo un
minuto puedes hacer feliz a un ser querido, una persona desconocida. Pero
también se puede dejar pasar una oportunidad que nunca más podrás tener, de ahí
el dicho de »aprovecha cada segundo de
tu vida porque puede ser único».
Un minuto nos puede parecer
algo insignificante, pero si nos paramos a pensar recordamos minutos vividos
que están llenos de felicidad, y a esos sí que les encontramos sentido y por
qué, ya que ese insignificante minuto puede dejar grandes huellas en nuestras
vidas. Valoramos un minuto cuando llegamos tarde a un lugar, ese minutito más
que tarda en llegar el autobús en el que se subirá y se irá la persona a la que
quieres hasta un nuevo día.
Es por todas esas razones por
las cuales no se tiene que desaprovechar ni un minuto en la vida, y sobretodo
no vivir por vivir, sino vivir como si cada minuto fuera el último, intentando
ser lo más feliz que puedas haciendo que las personas que te rodean también lo
sean, porque nunca sabes lo que te puede ocurrir en el próximo minuto.
By «Mayte de
Frutos González»
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