Ayer informábamos de
los vínculos de Nicolás Maduro con la secta del gurú Sai Baba y
con la santería cubana –esto último en continuidad con su
predecesor, Hugo Chávez–, y hoy recogemos las informaciones de que también Juan
Guaidó, el líder opositor venezolano, tiene a su propio “gurú”. Un astrólogo que cree que Guaidó es
descendiente de “un jefe indígena del siglo XVI”. Lo cuenta
Catalina Göpel en el medio chileno La Tercera.
Alberto Fujimori
solía consultar con videntes y brujas y en algún momento lo mismo hizo Hugo
Chávez. En América Latina el vudú,
la santería y otros cultos paganos forman parte de la cotidianidad, al
punto que uno de los principales consejeros de Jair Bolsonaro es el astrólogo
Olavo de Carvalho.
A este “club” con guías espirituales ahora se ha sumado Juan Guaidó, que tiene a un “adivino” como asesor informal. Se trata de
“David”, quien ha vinculado al líder
opositor venezolano como descendiente de Guaicaipuro, un cacique nativo
indígena y líder de varias tribus Caribes del siglo XVI.
“EL ASTRÓLOGO DEL PRESIDENTE”
“Un
hombre con anteojos de búho se sentó entre nosotros. Se presentó como David, el astrólogo del
presidente”, escribió el periodista estadounidense Jon Lee Anderson, en un reportaje
sobre Guaidó y Venezuela publicado en la revista The New Yorker.
Hasta el artículo de Jon Lee Anderson, influyente cronista y voz
autorizada en asuntos sobre política latinoamericana, David era un personaje
desconocido. De hecho, nunca había sido mencionado como parte del círculo del
dirigente opositor.
“Guaidó
en sí, es como un buen venezolano más: agradable en su persona, de risa fácil y
muy entrador en el sentido humano”, explica a La Tercera el propio periodista
norteamericano. Y agrega que si bien no tiene un discurso muy elaborado, “con su juventud, su optimismo y su arrojo (hay que
reconocerle cierta valentía por su disposición a desafiar al gobierno
repetidamente) él ofrece un aire
fresco, quizás, a los que buscan un cambio, y una sensación de posible
porvenir”.
Poco es lo que se sabe, hasta
ahora, del origen de David y el impacto de sus predicciones sobre el actuar de
Guaidó en Venezuela. Ambos se habrían conocido en La Guaira, estado de Vargas.
Y a su juicio, de acuerdo con el reportaje de Jon Lee Anderson, los cubanos “habrían
practicado artes oscuras para llevar a Maduro al poder”.
GUAIDÓ, EL ELEGIDO
Fue en un viaje a Vargas, el
estado natal de Guaidó, cuando Jon Lee Anderson vio por primera vez a David.
Junto a ellos también se encontraba el jefe de gabinete, Roberto Marrero (que
fue apresado el pasado 21 de marzo).
El astrólogo venezolano no
sólo predice cómo serán los trayectos de Guaidó en su labor como líder de la
oposición, sino que también lo apuntó como “el
elegido” para liberar
Venezuela. De acuerdo con David, todos
los líderes de Venezuela serían “reencarnaciones
de sus predecesores”.
De esta manera, así como Guaidó sería descendiente de Guaicaipuro,
Chávez también. En 2001, mediante un decreto, el entonces Presidente aprobó el
traslado de los restos del cacique al Panteón Nacional, “como acto de reivindicación histórica de la heroica
resistencia de los pueblos originarios a la conquista y ocupación del imperio
español”. De todas formas, según
la explicación que dio David, Juan Guaidó también tendría entre sus ancestros a
Tiuna, otro antiguo jefe indígena.
“AMIGOS DESDE ANTES”
Pero en el círculo de Guaidó
intentan bajarle el perfil al rol del astrólogo. Así, distintas fuentes
comentaron a La Tercera que David no es el astrólogo permanente del
presidente encargado de Venezuela, aunque sí se conocen. “Son amigos desde antes y la astrología responde a su
profesión”, sostienen.
“Coincidió
en la entrevista con Jon Lee Anderson que esta persona estuvo presente, pero es
parte de un cuento, de tratar de retratar un Macondo. Pero no es así, porque
Juan Guaidó no está en ese asunto”, agregaron desde su círculo, reiterando
que es sólo una amistad y que el líder opositor nada tiene que ver con la
astrología.
Consultada sobre la amistad
entre David y Guaidó, Fabiana Rosales, la esposa del líder opositor, no quiso
confirmar el vínculo y sólo dijo a La
Tercera que “se conocen hace un tiempo”.
INCLINACIÓN POR LO ESOTÉRICO
Para el filósofo venezolano y
académico de la Universidad Simón Bolívar Erik del Bufalo, “la relación entre política y
esoterismo en Latinoamérica es muy particular”, y así como a Hugo Chávez se lo vinculó con
brujerías, magia y santería, “Guaidó tiene su inclinación por la astrología.
(Henrique) Capriles, quien fue candidato a la Presidencia, también tenía su
inclinación por la mística cristiana y la metafísica de Conny Méndez,
utilizando sus frases de que ‘el tiempo de Dios es perfecto’”.
Méndez fue una famosa teósofa
y cantante venezolana, cuya popularidad se extendió en las décadas de los 50,
60 y 70 en su país (véanse aquí los detalles). “Esto no tendría nada de malo en sí mismo, pero ahora en
Venezuela todo pareciera una estrategia política. Una cosa son los refuerzos
espirituales y mentales de un político, y otra es la estrategia que lleva a un
fin”, concluye Del Bufalo sobre
los métodos que también calificó de “premodernos”.
PREDICCIONES SOBRE TRUMP
En el artículo de The New Yorker, el sujeto es nombrado como “Davíd” (sin apellido). “Para el viaje de una hora en automóvil desde Caracas,
nos sentamos en la parte trasera de un vehículo blindado”, relató. En el recorrido, el adivino predijo que en el camino “no nos encontraríamos con ningún colectivo, un grupo de matones paramilitares que deambulaban en
motocicletas y disparaban a manifestantes opositores. Los colectivos, declaró,
eran ‘la encarnación del mal’ y ‘representantes
del diablo en la Tierra’”.
El periodista, según
resume The Clinic, señala que
David conoció a Guaidó en diciembre y las primeras palabras que le dijo
fueron: “Tú eres el elegido”. “Venezuela
está ordenado para ser el mejor país de la región, y después de una
guerra mundial, que ahora se está desarrollando, recibirá a muchas personas de
todo el mundo (…) Sin embargo, para estar listo, debe ser liberado”, agregó.
Al cierre del artículo,
Anderson retrata una conversación con Guaidó sobre las elecciones en Estados
Unidos. “David interrumpió para decir
que había ‘leído las cartas’ y que
era probable que Trump ganara la reelección, pero que dependía de que
Venezuela se liberara. Añadió que Trump
tenía un ‘problema kármico’ porque ‘no sabía cómo expresarse’, pero
que tuvo éxito a pesar de sus impedimentos. ‘Es como Maxwell Smart’, dijo
David, el espía torpe de la comedia de los sesenta. ‘Todo lo que hace está mal, pero al final sale bien’”, cerró.
Secretaría RIES
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