¡Cuántas personas
han logrado verse libres de pecados y de malas costumbres el dedicarse a rezar
con devoción el santo Rosario!
Por: P. Marcelo Rivas Sánchez | Fuente: DiosBendice.org
Cuentan los antiguos que cuando Santo
Domingo de Guzmán empezaba a desanimarse al ver que en los
sitios donde predicaba la gente no se convertía y la herejía no se alejaba, le
pidió a Nuestra Señora le iluminara algún remedio para conseguir la salvación
de aquellas personas y que Ella le dijo en una visión: "Estos
terrenos no producirán frutos de conversión sino reciben abundante lluvia de
oración".
Desde entonces el santo se dedicó a hacer rezar a las gentes el Padre
Nuestro y el Ave María y a recomendarles que pensaran en los misterios de la
Vida, Pasión y Muerte de Jesús.
Muy pronto las conversiones fueron muy numerosas y las gentes de
aquellas regiones volvieron a la verdadera religión.
Hoy por hoy, después de la Santa Misa, el Rosario es
quizás la devoción más practicada por los fieles.
Los adversarios de la religión católica (protestantes, etc.) han dicho y
siguen diciendo horrores contra el Santo Rosario pero los católicos han
experimentado y siguen experimentando día por día los
extraordinarios favores divinos que
consiguen con esta santa devoción.
¡Cuántas personas han logrado verse libres de
pecados y de malas costumbres el dedicarse a rezar con devoción el santo
Rosario!
¡Cuántos hay que desde que están rezando el Rosario
a la Virgen María han notado como su vida ha mejorado notoriamente en virtudes
y en buenas obras!.
Son muchísimos los que por haber rezado con toda fe su Rosario lograron
obtener una buena y santa muerte y ahora gozan para siempre en el cielo.
EL
SANTO ROSARIO Y LAS INDULGENCIAS
Ojalá leyéramos algún libro que hable de las maravillas que se consiguen
con el rezo del Santo Rosario.
Basta saber que el Rosario ha sido recomendado por muchos Sumos
Pontífices y aprobado por la Iglesia Católica en todo el mundo,
y que a los que lo rezan se les conceden numerosas indulgencias.
Se llama indulgencia a la rebaja
de castigos que tendríamos que sufrir en la otra vida por nuestros pecados.
La Iglesia Católica con el poder que Jesús le dio cuando dijo: "Todo lo que
desates en la tierra queda desatado en el cielo", puede
conceder a los fieles que por ciertas devociones se les rebaje parte de los
castigos que tendrían que sufrir en el purgatorio.
"Se confiere una indulgencia plenaria si el
rosario se reza en una iglesia o un oratorio público o en familia, en una
comunidad religiosa o asociación pía; se otorga una indulgencia parcial en
otras circunstancias"
CONDICIONES
PARA LA INDULGENCIA PLENARIA DEL SANTO ROSARIO:
1.
Que se recen las cinco decenas del Rosario sin
interrupción
2.
Las oraciones sean recitadas y los misterios
meditados
3.
Si el Rosario es público, los Misterios deben ser
anunciados
Además debe cumplirse: Confesión Sacramental, Comunión Eucarística y Oraciones por las
intenciones del Papa.
Si no se cumplen las condiciones para la indulgencia plenaria, puede aún
ganarse indulgencia parcial.
La indulgencia puede ser
aplicada a los difuntos. La indulgencia plenaria solo puede
ganarse una vez al día (excepto en peligro de muerte).
Lo maravilloso del Santo Rosario no es la repetición de las avemarías o
de la mesa bien dispuesta que sostiene la imagen de la Virgen, sino la experiencia de la unidad que se conforma en todo el mundo entero para
alabar y bendecir a Dios por los
motivos inmensos de su amor para con la humanidad.
Rezar el Rosario es una rica costumbre de la piedad popular donde la
Santísima Virgen se hace universal y de mucha importancia para los creyentes.
Rezar el Santo Rosario es la magnífica oportunidad
que tenemos todos de experimentar en la fe ese amor a Dios en María Santísima,
a la cual le había confiado esa misión salvífica.
Es el santo rosario el lugar para reconocer a María Virgen como
la Madre del Señor Jesús y en el plano de la gracia, Madre de todos
nosotros. Es a la vez el reconocimiento de que Dios a través de Ella interviene
a favor nuestro.
El Rosario es una oración connatural a la gente sencilla
que reconoce la elegancia de Dios para hacer nacer a Jesús, el Salvador del
vientre inmaculado de la Virgen María.
Por eso en cada decena de las avemarías se medita el sufrimiento, la
lucha y el triunfo en ese caminar de Jesús por el camino de la vida, donde la
Virgen estuvo presente y actuante para ayudarle a cumplir su misión salvadora.
Mi madre solía decir, que el rosario era tan sagrado porque en él estaba
todo Jesús y toda María. Por eso, hoy en día, se hace necesario, que el santo
rosario ocupe ese espacio tan vivo en los hogares.
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