Estoy seguro que cuando escuchamos a algún sacerdote decir que
“DEBEMOS CAMBIAR”, no se refiere exactamente a lo que esta frase significa.
Dios
no puede querer que seamos diferentes a como Él nos hizo, eso significaría que
se equivoca, así que pensemos un poquito y le pedimos al Señor discernimiento
para poder descifrar con la ayuda de Dios Espíritu Santo qué es lo que
realmente Dios Padre nuestro creador desea de nosotros.
Veamos que resulta.
Analiza un poquito esto: Imagínate
un burro tal como fue creado… a pelo. Ahora imagínate al mismo burro cargando
sacos, y pregúntate ¿sigue siendo un burro?... por
supuesto que sigue siendo un burro, pero ahora es un burro cargado ¿no es así?
Bueno,
tu eres un hijo de Dios, y a pesar de que estas cargado de pecados y otras
cosas que te apartan de Él, sigues siendo un hijo de Dios “CARGADO” ¿Qué tienes que hacer?... simplemente “DESCARGARTE” ¿Y cómo?... bueno, Dios te ama y es
por eso que instituyó el Sacramento de la Confesión o Reconciliación para que
vuelvas hacer como Él te hizo, a su Imagen y Semejanza, y no cargado de… Los
Sacramentos nos acercan a Dios para volver a ser sus amigos.
EL CAMBIAR NO SIGNIFICA SER OTRO, PORQUE SER OTRO ES IMPOSIBLE Y
ADEMÁS SERÍA TRAUMANTE, PERO SÍ PUEDES VOLVER A SER EL QUE ERAS ANTES DE
CONVERTIRTE EN EL PECADOR, DROGO, ALCOHÓLICO, JUGADOR, ETC. PÍDELE A DIOS QUE
TE AYUDE HACER COMO TE CREÓ Y QUE SAQUE DE TI TODO LO QUE TE SOBRA, ESTORBA,
ALEJA Y TE APARTA DE SU AMOR.
Recuerdo
las enseñanzas de mi director espiritual, cuando me enseñó cómo entregar mis
enfermedades, vicios, apegos y todo cuanto necesito entregar a Dios para quedar
lo más limpio posible, sin nada que me aparte de Él.
Primeramente
no tienes que entregar o tratar de deshacerte de cosas tuyas, de tu forma de
ser, de cómo naciste. Así te creo Dios por alguna razón. Si eres renegona o muy
tranquila, o muy alegre, parlanchina o callada, etc., no te preocupes porque
así eres tú, y el Señor te quiere tal como eres. Más bien, entrégale al Señor:
envidias, odios, celos, chismes, mentiras, o tus apegos al juego, al gastar
demasiado, al querer tener todo y comprar todo, al vicio, sexo, pornografía,
etc. Esas cosas no son tuyas, esas cosas son con las que cargaste tu burro, son
las cosas de las que tienes que deshacerte.
TOMA NOTA QUE AQUÍ VIENE LA ENSEÑANZA
Primeramente
déjame explicarte algo: La naturaleza es tan sabia
que nunca deja vacíos.
Veamos algunos ejemplos:
-Supongamos
que hay un hundimiento o derrumbe de tierra. El hueco dejado por el hundimiento
es cubierto por la misma tierra del derrumbe que sigue a continuación, así no
queda ningún vacío.
-Si
te sacan una muela, y no colocas una postiza en su lugar, las muelas
colindantes empezarán a hundirse, tratando de cubrir el vacío dejado.
Creo
que ya tienen la idea para poder proseguir. Si nosotros entregamos al Señor,
por ejemplo, nuestro vicio al cigarro ¿qué va a
pasar? En nuestro interior quedara un vacío que nos producirá ANGUSTIA, y esta angustia hará que tratemos de
llenar el vacío que quedó, con otras cosas, como por ejemplo: chicles,
caramelos, chocolates, maní, etc., lo que traerá como consecuencia que, a la
larga, termines mal del hígado o vuelvas nuevamente al cigarro.
¿QUÉ DEBEMOS HACER?
Primero:
convéncete a ti mismo que quieres dejarlo.
Segundo:
pídele a Dios que reciba con mucho amor el vicio que quieres dejar.
Tercero:
ese vacío que va a quedar, pídele Al Señor que lo llene con su Santa Presencia.
A la vez prométele a Dios no volver a intentarlo, y para mayor seguridad,
pídele que te ayude a cumplir la promesa.
Cuarto:
Si antes de pedirle nada al Padre, llegas a Jesús por María… éxito asegurado.
Quinto:
Conviértete en un amante Eucarístico de Cristo. La fuerza de la Comunión y el
ayuno, es el complemento perfecto de nuestra voluntad. Es nuestra fuerza unida
al Amor de Cristo la que nos ayudará a perseverar.
Así,
poco a poco puedes ir deshaciéndote de todos tus vicios, manías, apegos, etc.
No es tan difícil. Por supuesto que NUESTRO DEJAR
COSAS MALAS puede ser muy largo, todo depende que cargado estaba tu
burro, es muy posible que tenías un camión cargado en vez de un burro.
Con
este sistema Dios no falla, los que fallamos somos nosotros.
DIOS QUIERE QUE CAMBIES - ¡NO!
SEAMOS FUERTES EN CRISTO PARA VENCER CON SU EJEMPLO, TODAS LAS
TENTACIONES QUE EL DEMONIO NOS PONE PARA SEPARARNOS DE DIOS
José Miguel Pajares Clausen
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