El Juzgado de lo
Penal número 10 de Sevilla enjuició ayer, 17 de mayo, a Ginés Jesús Hernández,
conocido como padre Sergio María en la Iglesia Cristiana Palmariana, y que llegó a ser su líder (“papa”)
bajo el nombre de Gregorio XVIII, y a su esposa, Nieves Triviño, para
quienes la Fiscalía pedía 10 años
de cárcel por un delito de tentativa de robo con violencia e intimidación y dos
delitos de lesiones, tal como informa la agencia Efe.
También estaba encausado por
un delito de lesiones un “religioso” de la
orden de los Carmelitas de la
Santa Faz (el otro nombre oficial de la secta, conocida
popularmente como “El Palmar de Troya” por
encontrarse en este municipio sevillano) que responde a las iniciales A.R.M.G.
y es conocido como padre Silvestre, aunque el fiscal solicitaba su absolución
porque estimaba la eximente completa de legítima defensa.
LO QUE SE JUZGABA
El caso tiene su origen en lo
ocurrido el 10 de junio de 2018, cuando los dos acusados entraron en las
instalaciones de la secta, en El Palmar de Troya (Sevilla), con el propósito de apropiarse del dinero
recaudado, según el Ministerio Público. El que fue papa de El Palmar
desde julio de 2011 hasta abril de 2016 y su mujer, ex “monja”
también de la Iglesia Palmariana, se valieron de una escalera
telescópica para sobrepasar el muro perimetral del recinto y, aprovechando que
conocían los horarios, se escondieron hasta que, ya por la tarde, entraron en
la imprenta.
Los acusados, que vestían ropa
negra y ocultaban sus rostros con pasamontañas, llevaban además una navaja, dos
caretas de payaso, bridas, cinta americana, dos alicates y una palanqueta,
según el escrito de la Fiscalía. Hernández y su pareja fueron sorprendidos
entonces por A.R.M.G., quien se
enfrentó a ellos y fue herido con la navaja por el ex papa y con un martillo
por la mujer, aunque después se rehízo, quitó el arma blanca al antiguo
dirigente de la secta y asestó una puñalada a la otra asaltante.
Una vez que Silvestre consiguió accionar la alarma, varios “religiosos” acudieron en su ayuda y uno de ellos,
el padre Jesús María, también fue atacado y agredido por Hernández y su mujer,
por lo que su compañero recogió la navaja del suelo y apuñaló al ex papa en el
costado. El caso llegó a juicio a Sevilla después de que el Juzgado de
Instrucción número 3 de Utrera decidiese el ingreso en prisión provisional del
matrimonio, aunque durante este año sólo ha permanecido allí el hombre.
Además de los diez años de
cárcel, la Fiscalía solicitaba para el ex papa y su esposa la prohibición de
acudir al recinto de la Iglesia Palmariana durante ocho años, la prohibición de
acercarse a menos de 300 metros del padre Silvestre y el padre Jesús María
durante nueve y siete años, respectivamente, y el pago de una indemnización a
cada uno de los dos religiosos.
LA SENTENCIA
Finalmente, ayer el Juzgado de
lo Penal 10 de Sevilla ha
condenado a seis años de cárcel a Ginés Jesús Hernández por un
delito de tentativa de robo con violencia e intimidación y dos delitos de
lesiones, aunque ha suspendido la
ejecución de la pena durante cinco años, por lo que no irá a prisión.
El juez también ha condenado a la esposa, Nieves
Triviño, a cinco años de prisión por los mismos delitos y con la
misma agravante de disfraz, y ha suspendido la pena durante otros cinco años
después del acuerdo entre las distintas partes, que ha contado con la
conformidad de los encausados, la Fiscalía y la acusación particular, tal como
informa Efe.
También ha sido enjuiciado por
un delito de lesiones el religioso palmariano A.R.M.G.,
conocido como padre Silvestre, a quien el tribunal ha absuelto, en
consonancia con lo que solicitaba el Ministerio Público, al aplicarle la
eximente completa de legítima
defensa.
Además, el juez ha impuesto al
ex papa y a su esposa la prohibición
de acercarse a menos de 300 metros del templo de El
Palmar de Troya durante
diez años y la prohibición de aproximarse a menos de 300 metros del
padre Silvestre y de otro religioso, el padre Jesús María, durante nueve y
siete años, respectivamente.
Los condenados deberán pagar solidariamente una
indemnización de 5.604,80 euros al padre Silvestre y de 27.368,26
euros al padre Jesús María. La
suspensión de la condena está sujeta a que los dos condenados no cometan ningún
delito durante los cinco próximos años, a que abonen la responsabilidad
civil en un año como máximo y a que el ex papa pague también una multa de 1.728
euros (864 días con una cuota de 2 euros diarios) y su esposa, otra de 1.440
(la misma cuota durante 720 días).
El juez, que ha dictado la
sentencia in voce en la misma sala, les ha advertido de que
irán a la cárcel si incumplen cualquiera de estas condiciones y les ha
recalcado que les ha impuesto la multa “en
su grado mínimo”.
DECLARACIONES DEL JUEZ
En el diario ABC de Sevilla leemos
que la Fiscalía y la acusación particular, en representación de la iglesia
cristiana palmariana, no se han opuesto a la suspensión siempre y cuando abonen
la responsabilidad civil subsidiaria en un año y hagan frente a una multa de
1.728 euros en el caso del ex papa y de 1.440 euros, en el caso de su esposa.
Además, el matrimonio, que
carece de antecedentes penales, no podrá delinquir durante cinco años y tendrán
que abonar las multas y las indemnizaciones en un año, «un tiempo prudencial».
De no cumplir estos requisitos «innegociables», ingresarán
en prisión, según les ha advertido el juez David Candilejo de forma
insistente: «Confío en ustedes. En los próximos cinco años no podrán cometer ningún
tipo de delito. Doy muchas oportunidades, pero las quito igual de bien».
«Han
asumido su compromiso de cumplir ante la rebaja de la pena de las acusaciones;
si no lo cumplen, revocaré la suspensión porque entenderé que han hecho aquí
ficción y me han engañado», ha añadido el juez. De otro lado, el magistrado también ha aceptado la
petición de la defensa de poner en libertad a Ginés Hernández. Así lo recoge en
la sentencia que se ha dictado y en la ejecutoria de la misma, tras lo que se
dio traslado de lo acordado al centro penitenciario y el ex papa pudo salir de prisión en la tarde
de ayer.
DECLARACIONES DEL ABOGADO
Manuel Martínez del Valle, el
abogado que ha defendido en esta causa a Ginés Hernández y su esposa, ha
admitido que el acuerdo es «bueno»,
sobre todo, porque «se deja de judicializar
la vida de ellos, que podrán afrontar su futuro de otra manera». Los ahora condenados, a quienes se les ha
suspendido la ejecución de la pena, viven en la provincia de Granada. El
abogado ha asegurado que harán «un
esfuerzo» para pagar la
multa y las indemnizaciones porque es el compromiso que han asumido ante el
juez y las acusaciones.
Ha explicado a los medios
que el motivo por el que el ex
papa y su mujer entraron a la iglesia del Palmar de Troya no fue el robo
sino «recoger cosas propias como
ordenadores y documentación». En
la zona en la que fueron descubiertos «no
había dinero ni objetos de valor».
Aunque el abogado ha asegurado que los dos han reconocido los hechos por los
que se les acusaba, un intento de robo con el uso de la violencia.
Como recuerda Canal Sur, hoy en día, en El Palmar, el papa es Pedro III. La secta continúa,
aunque está en crisis: con muchos menos fieles y
sin dinero. Su base de financiación son las donaciones millonarias de
fieles de países como Estados Unidos o Suiza.
Secretaría RIES
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