Escribe nuestro hermano
"flamesword":
Querida "Persona":
Cada semana estamos en "guerra" contra el enemigo
dentro del equipo de exorcismo en el que estoy y nos odia a muerte. Es real que
ciertos demonios tienen el poder de mandar a otros inferiores y él sabe dónde
estamos en todo momento, así que puede mandar a un esbirro a que nos de la “pesadez". Y eso es lo que
pasa, que la puesta en común de nuestra experiencia le resulta muy molesta
porque nos ayudamos y tenemos más armas para luchar contra él. Por eso trata de
vengarse y si no puede, de asustar, pero el Señor está con nosotros y no nos
deja si nosotros recurrimos constantemente a Él, orando y llevando una vida
como a Él le gusta.
El enemigo siempre
anda buscando a quién devorar y no sé vosotros, pero yo creo firmemente en que
existen demonios, que son seres personales, que tienen poder real (siempre
infinitamente menor que el del Señor) y que lo utilizan libre y voluntariamente
para hacer el mal de una forma cruel y sistemática, sin la menor compasión ni
sentimiento de culpa. Lo normal es que tienten e induzcan a desaprensivos y a
desinformados a hacer su (de los demonios) voluntad y sienten un odio terrible
contra quienes estamos en el duro trabajo de oponernos a ellos.
Querido hermano.
Sin ser ni mejor ni peor que nadie tengo que contarte mi testimonio: Después de
muchos años de enfermedad, "mala suerte", y cosas raras
llegué a las manos del Padre Fortea y después de mucho discernimiento se supo
que un servidor estaba poseso por lo peor del infierno desde el nacimiento.
Después de meses y
meses de lucha en los que permanecía consciente, me liberé. En ese proceso de
liberación el Señor quiso darme unos dones exorcísticos y de conocimiento
a fuerza de sufrir los ataques del enemigo en mis propias carnes y de rezar por
otras personas de cómo trabaja el mal. Y lo hace de la forma más inteligente
que puede.
A saber: En el mundo trata
de pasar desapercibido haciendo creer a las personas que no existe y a tentar a
la gente con el egoísmo que es el germen de todos los pecados. Con los que le
conocen y le aceptan libremente (sectas) da poderes reales o ficticios para que
crean y lo adoren y exige pecados gravísimos como ofrenda. Con brujos y
videntes le da el poder de videncias y de provocar posesiones abriendo puertas
al enemigo en la víctima de hechizos y diversas magias. O les da intuiciones al
leer las cartas y esas cosas. Con las circumdatios trata de volver
loca a la gente y meterles miedo para que abandonen la fe y para tratar de
pillarlos desprevenidos y poseerlos. Con la víctima de una posesión o
influencia trata de arruinarles la vida sin que nadie se entere provocándoles
enfermedades, fracaso en trabajo, negocios y amores y en todo lo que esté a su
alcance, ilusionando al sujeto y después mandando al traste esos sueños y
esperanzas para arrancarle las tres virtudes teologales, hecho lo cual lo
arrastra a una espiral de desesperación, amargura y tentación que hace que la
persona vaya cayendo cada vez más bajo.
Y si provoca hechos
preternaturales, hacer pasar al sujeto por loco. Y sobre todo en personas que
no están en el Señor, pues dependiendo de la naturaleza del demonio que posea,
puede arrastrarles al suicidio o provocar accidentes mortales.
Enuncio una hipótesis
en la que imagino cómo actúa Dios y por qué las cosas son como son y por qué
hay una guerra real entre el bien y el mal.
1-Dios hizo libres a todos los ángeles porque es la única manera en la que un ser puede dar amor a su creador. Los dotó de una naturaleza con la que tienen un determinado poder.
2-Dios hizo libres a los seres humanos por la misma razón.
3-Cada uno ejercita su libertad como quiere en función de su naturaleza y sus circunstancias.
4-Dios respeta las decisiones libres de cada criatura aunque esas decisiones tengan consecuencias contra los Sus planes.
5-Dios pide a sus ángeles que libremente acepten sus sugerencias y se opongan a los malos. Los ángeles después de haber contemplado el rostro del Creador, no pueden negarle nada, como una persona totalmente enamorada no puede negarle cosas buenas y razonables que le pida la persona a quien ama.
Por tanto:
a)-Dios tiene sus
planes y utiliza las decisiones libres de sus criaturas para llevarlos a cabo.
b)-Dios nos ama y quiere que Su plan se lleve a cabo, pero respeta que le digamos que no. Si no se le pide al Señor, Él te respeta y no te lo da. Si el humano se fía de sus pobres fuerzas sin pedirle ayuda a Dios, es con todo lo que cuenta frente al mundo visible e invisible.
c)-El Señor pone límites a la acción de los demonios pidiendo a sus ángeles que actúen de contrapoder (Ej.: si un demonio trata de pegar un portazo, pero un ángel empuja con la misma fuerza pero contraria por el otro lado, la puerta no se mueve y así en todo), así el Señor acota el poder de estos demonios para que haya un orden y pueda sacar bienes de los males provocados libremente por éstos y que les pasarán factura en el juicio final.
Es así como el Señor
utiliza a los demonios como instrumentos de santificación, contrarrestando su
poder en la medida en que desea probar a la persona y siempre según su inmensa
Sabiduría para no probarnos por encima de nuestras fuerzas. Por eso los que
confiamos en Dios, nada debemos temer porque aunque el Señor permita que el
enemigo nos toque como se cuenta en el primer capítulo del libro de Job,
siempre es para sacar bienes mayores y teniendo en cuenta que ciertas virtudes
sólo se pueden obtener en grados extremos de sufrimiento (Ver sermón del padre
Fortea: "El demonio como instrumentum santificationis").
d)-Por eso nuestra arma es la oración porque todo lo que le pidamos al Padre en el nombre de Jesús, nos lo concede. Porque "qué padre pidiéndole su hijo pan, le dará una piedra y si le pide un pez, le dará una serpiente; pues si vosotros siendo malos sabéis darle cosas buenas a vuestros hijos, cuánto más vuestro Padre Celestial..." Y en Flp 4,4-7 Todo tiene su por qué y en estos temas no hablo a la ligera. Quedo a vuestro servicio para aportar mi granito de arena, si estoy equivocado, corregidme y lo que no sé, se lo puedo preguntar a gente que sabe mucho más que yo.
Un abrazo y perseverad
en el Señor y confiad en Él sin duda.
Nota: Un consejo.
Primeramente ¡fuera el miedo! Si entran con miedo ya perdieron. Cuando hagan
cadena (tomarse de las manos) para orar por algún poseso, traten de no romperla
por ninguna razón. El demonio tratará de hacerlo con distracciones de
diferentes maneras. A pesar que su manifestación sea fuerte, el mantenerse
unidos (entre los orantes) con el Señor Jesús y su Santísima Madre, es la base
del éxito.
¡Qué Dios y su
Santísima Madre los protejan!
José Miguel Pajares Clausen
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