El Secretario del Dicasterio para el Servicio del
Desarrollo Humano Integral, Mons. Bruno Marie Duffé, explicó que también es
posible vivir la caridad en el tiempo cuaresmal en el compromiso político y en
las redes sociales.
En una entrevista concedida al diario oficial de la Santa Sede,
L’Osservatore Romano, Mons. Duffé recordó la frase “la política es la más alta forma de caridad”,
que algunos atribuyen a Pío XII y otros a San Pablo VI.
“Ambos Papas subrayaron la importancia del
compromiso de los católicos en la ciudad y en la vida política. Esta presencia
no sólo es necesaria, sino también indispensable”, dijo Mons. Duffé.
En esta línea, el prelado explicó que la realidad de la vida política “implica el futuro de la comunidad humana” por lo
que “Cristo envía a sus discípulos para que
ofrezcan paz a cada casa y revelen a cada miembro de la comunidad el talento y
la promesa que tiene en sí mismo”.
De este modo, Mons. Duffé señaló que existe “un
vínculo muy estrecho entre el anuncio del Evangelio y la participación en la construcción de una sociedad de
justicia y fraternidad” y agregó que “la
política nunca se reduce al ejercicio del poder o a la gestión de las
instituciones” sino que es “el lugar de la
palabra, de la promesa y del perdón, sin el cual no puede haber un futuro
compartido”, afirmó.
En este sentido, el Secretario del Dicasterio para el Servicio del
Desarrollo Humano Integral destacó la necesidad de desarrollar una ‘cultura del encuentro’, como lo propone el Papa
Francisco, también en las redes sociales que “pueden
ser un instrumento para la vida o un instrumento para la muerte. Depende de
cómo lo usemos y de lo bien que lo dominemos”.
“Es justo decir que el uso de las redes sociales
puede ser negativo: incluso puede llevarnos a emitir y transmitir mentiras que
son fuentes de injusticia, e incluso de violencia. Pero también debemos decir
que el uso de estos medios puede apoyar
el conocimiento mutuo y la solidaridad y también puede salvar vidas si
se hace correctamente”, precisó.
Asimismo, Mons. Duffé habló sobre la Cuaresma, tiempo de conversión, en
el que animó a “volver a la fuente de nuestra fe y
transcurrir estos cuarenta días dejándonos tocar por la Palabra de Dios”.
En concreto, alentó a vivir la caridad que “es
el amor que viene de Dios” y “nos llama y
nos lleva a aprender a amar de nuevo a los demás, con respeto y humildad”.
Por último, el Secretario del Dicasterio para el Servicio del desarrollo
humano integral subrayó que la Cuaresma “es un
tiempo para redescubrir a los que están en el sufrimiento, es decir, en la
soledad y en la espera”.
“Siempre estamos solos cuando sufrimos, porque
estamos enfermos o porque estamos marginados. Pero ‘estar en el sufrimiento’ es
también ‘estar esperando’. La llamada que Jesús nos dirige consiste, por tanto,
en ser sensibles hacia quien espera el gesto de amor que restaura la vida”, concluyó.
Redacción ACI
Prensa
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