miércoles, 13 de febrero de 2019

TAMBIÉN LA IRA DE DIOS FORMA PARTE DEL MENSAJE DEL EVANGELIO


En la Pasión según san Mateo, Bach coloca un aria titulada “So ist mein Jesus nun gefangen” que canta con tristeza el hecho de la captura de Cristo en el Huerto de los Olivos.

Es una música lenta que intenta transmitir el llanto por la captura y por todo lo que va a suceder. El que quiera escucharla puede hacerlo aquí. Pero aconsejo escucharla tras el segundo link:


Porque esta música luctuosa, de pronto, repentinamente, se rompe en un estallido de furia: la furia de los cielos.

Es una pieza que dura menos de un minuto y medio, pero esta, esta justamente, ha sido considerado, con toda razón, como uno de los momentos musicalmente más impresionantes de toda la música vocal de la Historia. Me estoy refiriendo al famoso coral “Sind Blitze, sind Donner”. La podéis escuchar aquí:


Are lightning and thunder
extinguished in the clouds?
Open the fiery abyss, O Hell,
crush, destroy, devour, smash
with sudden rage
the false betrayer, the murderous blood!

Bach abordó el tema de la ira de Dios no desde la teología, sino desde la música. Su música, indudablemente, es teología hecha música. Tuvo un don, se le concedió de lo alto.

Ningún autor fascina tanto a los grandes teólogos germanos como Bach. Y eso que muchos lo han intentado después de él. Pero es la música de Johan Sebastian no es una vulgarización de la teología, no es una expresión popular de los grandes conceptos. Al contrario, él es la inspiración de los teólogos. En su música late una teología que eleva su obra a la categoría de música teológica.
P. FORTEA

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