En Estados Unidos
El nuevo
proyecto de ley introducido por un senador estatal en California, representa la
amenaza más reciente al Secreto de Confesión.
(Gaudium Press) Un proyecto de ley introducido
por un senador estatal en California, Estados Unidos, representa la amenaza más reciente al Secreto de Confesión. El
legislador propuso eliminar la excepción que protege a los sacerdotes que
tengan conocimiento de delitos de abuso infantil a través del Sacramento de la
Penitencia, aun cuando los presbíteros ya se encuentran obligados a denunciar
los delitos de esta naturaleza conocidos fuera del confesionario.
Violentar el secreto de Confesión no contribuye a proteger a las
víctimas y sí vulnera gravemente la libertad religiosa. «Hacer
que el gobierno se meta en el confesionario no tiene nada que ver con proteger
a los niños y tiene todo que ver con erosionar los derechos básicos y las
libertades que tenemos como americanos», alertó Steve Pehanich, vocero
de la Conferencia Católica de California, que agrupa a los Obispos de ese
estado, según informó CNA. Los prelados afirmaron que apoyan el estatus de los
sacerdotes como informantes obligatorios, pero pidieron que se mantenga la
excepción sobre el Sacramento.
La Iglesia Católica ha negado reiteradamente que la afectación del secreto
de confesión pudiera en modo alguno significar una mayor protección para las
víctimas. En primera medida, los criminales no recurrirían al Sacramento si
conocen que serán denunciados de inmediato, lo que hace perder la rara
oportunidad de invitación a su arrepentimiento y entrega voluntaria a las
autoridades. Además, los confesionarios protegen la identidad de los penitentes,
de forma que sería difícil hacer una denuncia útil que identifique plenamente a
los acusados.
Pero por encima de la escasa
practicidad de la propuesta, la
vulneración del secreto de confesión impone una enorme carga para los
sacerdotes, quienes se verían obligados a someterse incluso a penas de
prisión antes que incumplir las estrictas normas que protegen el Sacramento. Un
sacerdote que comunica los contenidos de una confesión sacramental incurre en una pena de excomunión inmediata,
ya que las normas de la Iglesia consideran inviolable el secreto de confesión.
Con
información de Catholic World Report.
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