Invitan al ejército a ponerse del lado del pueblo
Los obispos
venezolanos han pedido a Nicolás Maduro que no impida la entrada de ayuda
humanitaria. El dictador ha ordenado el cierre de la frontera con Brasil, ha
adelantado que puede hacer lo mismo con la de Colombia y ha decretado, además,
el cierre del espacio aéreo. Los obispos piden también al ejército que se ponga
de lado del pueblo.
(InfoCatólica) «He decidido. En
el sur de Venezuela, a partir de las 20 horas (las 21 en Argentina) de este 21
de febrero queda cerrada total y
absolutamente, hasta nuevo aviso, la frontera terrestre con Brasil», anunció Maduro tras una
reunión con el alto mando militar.
Además aseguró que está «evaluando un cierre total de la frontera con Colombia», ante
lo que considera como «provocaciones» y
agresiones del gobierno colombiano.
Ante dicha situación,
la ejecutiva de la Conferencia Episcopal Venezolana ha hecho público el
siguiente comunicado:
1. El deterioro general de las condiciones de vida ha llevado al país a
situaciones límites, sobre todo en las áreas alimentarias y de salud. La Iglesia, en sus diversas
instancias (el Papa, la Santa Sede, la conferencia episcopal, la de religiosos
y el consejo de laicos), ha pedido muchas veces la posibilidad de abrir un canal humanitario. La respuesta ha sido siempre
un «no» rotundo. En los actuales
momentos, la Asamblea Nacional, en
representación legítima del pueblo venezolano, ha tomado la iniciativa
de organizar esta ayuda con el concurso de varios países y pueblos hermanos.
2. El país necesita la ayuda humanitaria. El régimen tiene la
obligación de atender las necesidades de la población, y para ello facilitar la
entrada y distribución de la misma, evitando cualquier tipo de violencia
represiva. Pedir y recibir ayuda no es ninguna traición a la patria; antes
bien, es un deber moral que nos incumbe a todos, ante las carencias y urgencias
dramáticas que padece el pueblo venezolano.
3. La pastoral social de la
Iglesia, a través de Cáritas a nivel nacional, diocesano y parroquial,
desarrolla desde hace muchos años una intensa y reconocida labor en beneficio
de las personas que necesitan atención inmediata, por medio de diferentes
programas en materia de alimentación, salud, derechos humanos, gestión de
riesgo, cuidado del ambiente y atención en situaciones de desastres naturales.
4. Reiteramos lo dicho en el
comunicado de Caritas de Venezuela del día 4-2-2019. La posibilidad de una ayuda humanitaria ha generado muchas expectativas
por las grandes necesidades del pueblo en materia de alimentación y salud.
Queremos recordar que la ayuda se guía por protocolos aceptados
internacionalmente para dar respuestas a situaciones de graves crisis. No
atiende a intereses políticos, sino al bien del pueblo más vulnerable. No
resuelve todos los problemas de la población. La ayuda consiste
fundamentalmente en raciones de emergencia y suplementos para niños y ancianos
con déficit nutricional e insumos médicos, principalmente terapéuticos. Es
limitada en cobertura y tiempo. Es siempre subsidiaria y no sustituye lo que el
Estado debe hacer con sus recursos.
5. En la actual crisis
humanitaria, Cáritas renueva su
compromiso de participar, junto a otras organizaciones, en la recepción y
distribución de la ayuda humanitaria, aportando su experiencia y
capacidades. Cáritas se sumará a la ayuda en esta crisis bajo los principios de
respeto a los derechos humanos y humanitarios.
6. Estamos en contra de todo
tipo de violencia. Invitamos a la
Fuerza Armada Nacional para que se ponga del lado del pueblo al que pertenece.
El juramento de hacer cumplir la Constitución que hacen los miembros del
estamento militar tiene como principal destinatario al pueblo venezolano: es el compromiso de defenderlo, de proteger sus derechos
inalienables y de hacer brillar su dignidad humana. En conciencia, no
deben cumplir órdenes que atenten contra la vida y seguridad de la población.
En estas circunstancias deben permitir el ingreso y la distribución de la ayuda
internacional.
7. Igualmente, no debe generarse violencia ni manipulación
alguna entre los ciudadanos. La ayuda humanitaria beneficiará a muchas
personas que se encuentran en situaciones límites, y a la vez, es un ejercicio
de solidaridad y de organización en un pueblo que, manteniendo en alto la
dignidad y la esperanza, quiere cambiar la situación de penuria y precariedad
que sufre.
8. Pedimos a María de Coromoto
nos acompañe en estos momentos de tanta esperanza para el país e interceda ante
su Hijo, el Buen Pastor, para que podamos hacer realidad lo que Él nos ha
enseñado: «He venido para que tengan vida y vida en
abundancia» (Jn 10,10).
¡Escuchen el clamor
del pueblo, dejen entrar y distribuir en paz la ayuda humanitaria!
En Caracas, a
los 21 días del mes de febrero de 2019.
+José Luis
Azuaje Ayala
Arzobispo de
Maracaibo
Presidente de la
CEV
+ Mario Moronta
Rodríguez
Obispo de San
Cristóbal
1° Vicepresidente
de la CEV
+Raúl Biord
Castillo
Obispo de La
Guaira
2°
Vicepresidente de la CEV
+José Trinidad
Fernández Angulo
Obispo Auxiliar
de Caracas
Secretario
General de la CEV
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