Este domingo se enciende la segunda vela de la
Corona de Adviento como signo de la preparación interior que cada uno realiza
para recibir a Jesús con un corazón reconciliado. Aquí la Oración Familiar para
encender la segunda vela y pedir al Señor que venga al hogar.
Se recomienda poner en un lugar especial la corona de Adviento con
alguna imagen de la Virgen, crear un ambiente de recogimiento con poca luz,
nombrar a un lector especial, así como a un monitor principal, que puede ser el
papá o la mamá, y seguir la oración que se presenta a continuación.
TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
MONITOR: Vamos a encender la segunda vela de nuestra corona. El Señor está cada
vez más cerca de nosotros y debemos prepararnos dignamente para recibirlo en
nuestros corazones. Hagamos un momento de silencio para elevar nuestra oración
al Señor.
LECTOR: Lectura tomada del Evangelio
según San Lucas:
"En el año quince del imperio de Tiberio
César, siendo Poncio Pilato procurador de Judea, y Herodes tetrarca de Galilea;
Filipo, su hermano, tetrarca de Iturea y de Traconítida, y Lisanias tetrarca de
Abilene; en el pontificado de Anás y Caifás, fue dirigida la palabra de Dios a
Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Y se fue por toda la región del Jordán
proclamando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, como está
escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías: Voz que clama en el
desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas; todo barranco
será rellenado, todo monte y colina será rebajado, lo tortuoso será recto y las asperezas serán caminos llanos. Y todos verán la salvación
de Dios".
MONITOR: Debemos preparar el camino del Señor y esto nos exige estar preparados
interiormente para la venida de Jesús, para que lo recibamos con un corazón
reconciliado, cada vez más convertido y transformado, capaz de amar y
entregarse a los demás. Hagamos un compromiso concreto para esta semana que nos
ayude a disponernos cada vez mejor para su venida. (Se deja un momento de
silencio)
MONITOR: Mientras encendemos la segunda vela de nuestra corona cantemos:
HOY SE ENCIENDE UNA
LLAMA (u otro canto
apropiado)
(Una persona enciende la segunda vela mientras se entona el canto, de
ser posible durante la segunda estrofa)
Hoy se enciende una llama en la corona de Adviento que arda nuestra
esperanza en el corazón despierto y al calor de la Madre caminemos este tiempo.
Un primer lucero se enciende anunciando al Rey que viene preparad corazones allánense
los senderos. Hoy se enciende una llama en la corona de Adviento que arda
nuestra esperanza en el corazón despierto y al calor de la Madre caminemos este
tiempo. Crecen nuestros anhelos al ver la segunda llama nacer como dulce rocío
vendrá el Mesías hecho Niño. Hoy se enciende una llama en la corona de Adviento
que arda nuestra esperanza en el corazón despierto y al calor de la Madre caminemos
este tiempo.
MONITOR: Elevemos
ahora nuestras peticiones a Dios Padre y respondamos a cada una de ella: VEN SEÑOR JESÚS.
LECTOR: Te pedimos, Padre, por nuestra
Santa Iglesia Católica que se prepara para la venida de tu Hijo, para que
siempre tengamos fijos los ojos en Aquél que nos trae la reconciliación.
VEN SEÑOR JESÚS
Te rogamos por la paz en el mundo, para que en este tiempo de Adviento
se viva con mayor intensidad el amor y la solidaridad.
VEN SEÑOR JESÚS
Te pedimos, Padre, por cada uno de nosotros, para que hagamos esfuerzos
por caminar al encuentro del Señor Jesús, que es la "Luz del Mundo".
VEN SEÑOR JESÚS
Te rogamos también por nuestra familia, para que a ejemplo de la familia
de Nazaret vivamos el amor mutuo y nos preparemos para la venida de tu Hijo.
VEN SEÑOR JESÚS
Te pedimos que Santa María aliente nuestros pasos en este Adviento, y
sea Ella quien nos enseñe a crecer en confianza y esperanza en la venida del
Reconciliador.
VEN SEÑOR JESÚS (se
pueden añadir otras peticiones)
MONITOR: Acudamos
a nuestra Madre para que nos obtenga abundantes gracias que nos ayuden a
prepararnos, de la misma manera como Ella lo hizo, para recibir al Señor Jesús.
Recemos junto un Ave María. Terminemos este momento de oración cantando LOS CIELOS Y LA TIERRA.
LOS CIELOS Y LA TIERRA EN TI SE ENCONTRARÁN,
MARÍA, DULCE ABRAZO QUE EL HOMBRE Y DIOS SE DAN.
1. Las viejas profecías que hablaban del Señor
nutrían la esperanza de Israel: la flor que nacería de tierra virginal, un Hijo
que sería el Emmanuel.
2. Quien hizo las estrellas al Ángel te envió, que
fueras Madre suya te pidió. Dios Todopoderoso no quiso renunciar al gozo de
acunarse en tu querer.
3. Los magos y pastores que fueron al portal
hallaron en tus brazos a Jesús. Sabemos que a tu lado lo vamos a encontrar lo
mismo en la alegría que en la Cruz.
MONITOR: Madre de la Esperanza…
TODOS: Ruega por nosotros.
TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén.
Redacción ACI
Prensa
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