El Arzobispo Emérito de La Plata, Mons. Héctor Aguer, comentó las
recientes declaraciones del Papa Francisco en el libro “La
Fuerza de la Vocación”, confirmando la importancia del celibato
sacerdotal para la Iglesia latina, que la mantiene como “una perla preciosa”.
“En el celibato, que la Iglesia latina mantiene
como una perla preciosa, se verifica la entrega de varones íntegros a la
continencia, a la virginidad, por amor a Cristo y a la Iglesia y para darse
totalmente a Jesucristo y a la Iglesia. Aquí se vive una problemática
espiritual no puramente cultural o social”, sostuvo
el Prelado en su reflexión en el programa “Claves
para un Mundo Mejor”, emitido el 8 de diciembre por Canal 9 de
Argentina.
En el libro, que salió a la venta el 3 de diciembre por Publicaciones
Claretianas, “el Papa dice que en la cultura actual
la homosexualidad parece haberse convertido en una moda y que esa mentalidad
entra también en la Iglesia”, recordó Mons. Aguer.
“El Papa ha tocado un punto clave, del cual no
solía hablarse (…). Puedo asegurar, que, en algunas diócesis, el porcentaje de
sacerdotes homosexuales es elevado, y que ellos se suelen cubrir entre sí; no
salen del closet como digo, constituyen una especie de logia o de lobby aún
aquellos ‘no practicantes’, por decirlo de alguna manera que protegen,
promueven, controlan todo eso”.
Mons. Aguer dijo que “el Papa habla también
de los seminarios y de la necesidad de advertir allí si los candidatos al
sacerdocio tienen la formación afectiva y espiritual que corresponde”.
“He oído algunas críticas diciendo que el Papa
discrimina porque no permite que los homosexuales sean sacerdotes. Debo decir
que discriminación ha venido a ser una palabra maldita, digamos, porque, en
realidad, discriminar significa distinguir; y hay discriminaciones justas y hay
discriminaciones injustas”.
“Una discriminación justa es impedir que se hagan
cosas que no se deben hacer o que personas que no deben estar en tal lugar
estén allí. Pues bien: elegir los candidatos al sacerdocio con plena integridad
varonil es una obligación de la Iglesia; de lo contrario se está poniendo en
riesgo el sentido del celibato”, explicó
el Arzobispo emérito de La Plata.
En ese sentido, describió al celibato como el “compromiso
virginal de un sacerdote que imita a Jesucristo, esposo de la Iglesia”,
y “una realidad espiritual y mística preciosa, que
requiere en el sujeto una plena madurez varonil”.
Finalmente, con motivo de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción,
Mons. Aguer pidió que se rece mucho “por los
sacerdotes”, “por las vocaciones para que sean verdaderamente auténticas”
y “para que los sacerdotes vivan su celibato sin
temor, sin vergüenza, con entrega total a Cristo, por amor a Él”.
Redacción ACI
Prensa
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