miércoles, 19 de diciembre de 2018

EL PODER DE LO PEQUEÑO


Generalmente, me levanto de la cama antes que las aves y observo la luz del sol inundar mi oficina cada mañana.
Verán, ¡amo esta hora del día! Pero lo que no amo es ser despertado bruscamente de un sueño profundo antes de mi tiempo normal de levantarme y brillar, y todos los días por los últimos meses lo he sido.
Duermo con las ventanas abiertas y alrededor de las 4:00 cada mañana, llueve o solee, he tenido a este pájaro maluco “en algún lugar” cercano, ¡emitiendo su canto de apareamiento en lo que parecieran 130 decibeles! Muchas veces he buscado con insistencia de primera mano qué sonaba como una criatura del tamaño de un pterodáctilo consumiendo algún tipo de esteroides.
¡Pero esta astuta criaturita nunca se dejó ver! Aprecio la naturaleza tanto como cualquiera, ¡pero este gran ruido a estas horas de la mañana no es música a mis oídos! En un momento de agitación en que mi emplumado adversario me colocó, pensé en ubicar a un “deportista” en el vecindario que se encargase de él, pero aquello fue tan sólo un anhelo fantasioso. Además, no creo en el “deporte de la cacería”.
Para este tiempo, sin embargo, me he acostumbrado bastante a mi alarma residente en árbol y al mirar el lado positivo de esta situación, hasta podría agradecerle por la hora adicional de trabajo que he podido invertir cada día.
Un día de la semana pasada, mientras tecleaba sobre mi computadora portátil en el columpio del cobertizo del frente, se hizo presente nuevamente ¡ese penetrante sonido! ¡Y estaba cerca! Imaginen mi sorpresa cuando, tras asomarme por debajo del cobertizo, acomodado sobre la línea telefónica arriba estaba esta insignificante criatura alada, más pequeña que mi canario, proyectando lo que era realmente un hermoso himno, al menos oída en esta hora normal del día.
¡OH, EL PODER DE LO PEQUEÑO!
Ahora, pudiera preguntar: ¿Cuántas veces en nuestra vida hemos pensado que éramos “demasiado pequeños” para hacer la diferencia? ¿Cuántas veces este pensamiento nos ha detenido de hacer algo que, en nuestro corazón, sabíamos que era valioso? Tal vez algo como el cambio de carreras, el inicio de un nuevo negocio, la creación de nuestro propio producto o aún la compra de la vivienda soñada.
Como yo, estoy seguro, ¡muchas veces!
De vuelta a mi minúsculo alado amigo. A tiempo y todavía antes del amanecer, me levanta de mi sueño apacible. No sabe hacer otra cosa. No hay otro camino. Simplemente canta a su máximo volumen en respuesta al llamado de la naturaleza, sin darse cuenta del hecho de que está impactando a gran escala al hacer la única cosa que fue diseñado para hacer.
Como todos nosotros debiéramos, ¿estamos de acuerdo? ¡El poder de lo pequeño!

Rick Beneteau, escritor y empresario de Internet
Fuente: AsAManThinketh.net
Salmo 84:3 Aunque seas pequeño como esta pajarillo podrías hacer la diferencia a tu alrededor.
Aun el ave ha hallado casa, y la golondrina nido para sí donde poner sus polluelos:¡tus altares, oh SEÑOR de los ejércitos,Rey mío y Dios mío!
Mateo 6:25-27Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, y sin embargo, vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros de mucho más valor que ellas?

No hay comentarios:

Publicar un comentario