El Papa Francisco animó a vivir esta Navidad con fe, alejándose de
formas mundanas o paganas: “No es fácil custodiar la fe, no es fácil
defenderla”, reconoció, pero sugirió aprovechar el Adviento para prepararse con
fe.
El Santo Padre realizó estas afirmaciones durante la Misa celebrada en
la Casa Santa Marta, en el Vaticano, este lunes 10 de diciembre. En su homilía
comentó el Evangelio del día, de San Lucas, en el que se narra cómo unos
hombres querían presentar a un paralítico ante Jesús, en su casa de Cafarnaúm.
Como la multitud bloqueaba la entrada decidieron hacer un agujero en el
techo de la casa y descender la camilla hasta Jesús, quien quedó asombrado por
la fe de aquellas personas.
“Hemos pedido la fe en el misterio de Dios hecho
hombre. También hoy la fe, en el Evangelio, hace ver cómo toca el corazón del
Señor. El Señor muchas veces dirige la catequesis hacia la fe e insiste:
‘Viendo su fe’, como señala el Evangelio. Jesús ve aquella fe, porque hace
falta valentía para hacer un agujero en el techo y hacer descender una camilla
con un enfermo. Esa gente tenía fe. Sabían que si el enfermo llegaba delante de
Jesús sería curado”.
El Papa recordó que “Jesús admira la fe en
la gente”, por eso “Jesús reprocha a la
gente de poca fe”, porque “con la fe todo es
posible”.
“Hoy hemos pedido esa gracia: en esta segunda
semana de Adviento preparémonos para celebrar con fe la Navidad. Es cierto que
la Navidad, todos lo sabemos, muchas veces no se celebra con mucha fe, se
celebra de forma mundana o pagana; pero el Señor pide que se viva con fe, y
nosotros, en esta semana, debemos pedir esa gracia: poder celebrar la Navidad
con fe. No es fácil custodiar la fe, no es fácil defender la fe: no es fácil”.
Otro episodio que, en opinión del Papa, es emblemático de esta
admiración de Jesús por las personas con fe es el del ciego de nacimiento, que
se narra en el capítulo 9 del Evangelio de San Juan.
“Nos hará bien hoy, y también mañana, durante la
semana, acudir al este capítulo 9 de Juan y leer esta historia tan bella del
joven ciego de nacimiento y llevar a nuestro corazón este acto de fe: ‘Creo,
Señor. Ayuda mi poca fe. Defiende mi fe de la mundanidad, de la superstición,
de las cosas que no son fe. Defiéndela de reducirla a teoría… No. Fe en ti,
Señor’”, concluyó el Papa.
Redacción ACI
Prensa
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