lunes, 10 de diciembre de 2018

EL FORMIDABLE CONTAGIO DE EXUDACIÓN DE ÓLEO EN MEDALLAS E IMÁGENES RELIGIOSAS


Hay un fenómeno del que se habla poco, parece una especie de fenómeno nuevo. No solo hay imágenes religiosas que rezuman aceite o lágrimas o sangre, sino que hay casos en que el “milagro” original se multiplica a objetos cercanos. Primero un objeto exuda, luego otro y otro, y así sucesivamente. En algunos casos se propagará a docenas de objetos cercanos.
Pero luego esos contagian a otros objetos ubicados en las proximidades del que estuvo cerca del original y se multiplican por miles.
Es casi como si el milagro fuera viral. La exudación es relativamente rara, aunque menos rara de lo que se informa en el mundo católico, pues los sacerdotes católicos ocultan sistemáticamente estos hechos. Y cuando no pueden ocultarlos, relativizan lo sucedido e incluso secuestran los objetos para que lo se hable más de lo sucedido. En cambio la conducta de los sacerdotes cristianos ortodoxos es la inversa, porque consideran que esos fenómenos son como puertas al cielo. Y quizás esta diferencia de criterio se deba a que los sacerdotes católicos actúan en una región geográfica, occidente, donde se ha desvanecido la creencia en los fenómenos sobrenaturales y hay un proceso de apostasía muy avanzado. En cambio los sacerdotes ortodoxos actúan mayoritariamente fuera de occidente, donde el desvanecimiento de lo sobrenatural y el crecimiento de la apostasía en más lento. Como católicos romanos no podemos suponer que esos milagros de exudaciones sean gracias otorgadas a las iglesias ortodoxas. Ni es razonable suponer que los sacerdotes ortodoxos hacen trampa, porque miles de fieles han presenciado esos fenómenos en iglesias y hogares ortodoxos, incluso de occidente. Lugares a los que además han llegado incluso muchos fieles católicos. Veamos un informe de un sacerdote ortodoxo a fines de la década de 1990.

EXUDACIONES DE IMÁGENES ORTODOXAS
Al final de los ’90 un sacerdote ortodoxo que actuaba en EE.UU. publicó un extenso artículo relatando fenómenos de exudaciones y otros milagros, a los que accedió, en las comunidades ortodoxas.
No es un informe exhaustivo, y nosotros tomamos los hechos más significativos, no todos. En una pequeña iglesia ortodoxa de Antioquia en Australia en 1994, un icono de tamaño real de Jesucristo exuda aceite. En toda la superficie del icono hay gotas de aceite que caen a algodones colocados en la base. Estamos hablando de muchos litros de aceite recolectados y cientos de personas se reúnen todos los días para que los sacerdotes los unjan con el aceite. Este aceite se ha analizado en un laboratorio de Sidney y es aceite puro de oliva. Otra noticia provino de Belén en el año 1996, en que cientos de testigos relatan lágrimas provenientes de una pintura de Jesucristo. Incluso se ha llegado a decir qué la propia pintura había hecho un guiño con el ojo. En 1996 se informa que en una pequeña iglesia ortodoxa griega de Toronto una pintura de la Virgen derrama lágrimas e incluso deja un gran charco debajo de la pintura. Se comenta que el líquido aceitoso tiene poderes para sanar a los enfermos y se está recolectando y conservando en botellas. En el año 1997 en Chipre, 5 iconos han llorado en distintas Iglesias. El primero fue en un monasterio de Kykos. En 1998 cientos de visitantes vieron una estatua de Cristo sangrar en Calcuta, India. La sangre proviene de los lugares de las heridas de Cristo sus manos sus pies y su cabeza. En 1997 se reporta que muchos libaneses vieron un icono lloroso de la Virgen en una iglesia en el norte del Líbano. Esto comenzó cuando dos niños estaban rezando ante un icono de la Virgen y vieron que salía agua de sus ojos. Pero cuando lo tocaron para limpiar el líquido, antes que pudiera dañar al icono, se dieron cuenta que no era agua sino una sustancia aceitosa. El icono ha derramado aceite en forma intermitente e incluso en una oportunidad cubrió toda la superficie del icono. Se reporta que en California, en 1995, iconos en posesión del reverendo Hanna, un sacerdote de la iglesia ortodoxa oriental, exudan aceite en los últimos 8 años. Dice que ha tenido hasta 30 iconos en los últimos años derramando aceite. Y que han sido responsables de al menos 3 curaciones. Él rastrea estos eventos hasta una mujer llamada Myrna Nazzour de Siria, que 1982 comenzó a tener visiones de la Virgen María y exhibir poderes curativos. Nosotros las hemos informado como las apariciones de Soufanieh. En 1998 uno de los iconos de Myrna se envió a un laboratorio alemán qué informó que el líquido era aceite de oliva 100% sin impurezas. En el año 1990 Myrna llevó a Hanna una imagen contagiada por la original que exudaba. Hanna hizo 8000 duplicados entre fotografías y fotocopias y las envió. Lo sorprendente es que algunas de esas fotografías y fotocopias han continuado el milagro sirio de exudado de aceite. Y esto ha sucedido al menos en 3 Iglesias ortodoxas de EE.UU. En el año 1994, en una iglesia ortodoxa de Chicago, se informa que una estatua de madera de María derrama lágrimas. Y tal parece que fue contagioso, porque luego se informó que una pintura de la Virgen María y de Jesús comenzaron a llorar en el apartamento de un sastre jubilado que la acercó a la imagen original. También un crucifijo en el cementerio sangró. Además se reportó que en una tienda de regalos religiosos varias estatuas de la Virgen María exudaron. En otra iglesia de Chicago un icono que representa a María con el niño Jesús comenzó a exudar líquido desde los ojos de María. El líquido fue recogido y dado a las numerosas personas que visitaba la iglesia, resultando en varias curaciones, incluso de miembros de pandillas. En 1997 en Louisiana hay un retrato de la Virgen María colgado junto al altar que llora. Este icono de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro derramó lágrimas que han visto cientos de personas. También se reportó que Michigan en 1998, un joven estaba viendo televisión y cuando se levantó vio que algo húmedo goteaba en su rostro. Levantó la vista y vio que un icono de la Virgen María y el niño Jesús de la puerta de la cocina estaba goteando aceite. Quienes iban a visitar el icono en la casa de la familia no tenían que pagar nada y a su vez se les entregaban bolas de algodón envueltas en papel de aluminio, que habían sido sumergidas en el aceite amarillento del icono. El aceite olía como a rosas y se han informado curaciones y milagros, como por ejemplo una mujer que quedó embarazada luego de frotar sobre su vientre una imagen contagiada por el ícono original. En 1994 se informa que en Nueva York, en una casa, una imagen de la Virgen María lloraba aceite. El líquido no tenía olor y continuó goteando durante varios días. En Ohio en 1992, se informa del llanto de una pintura de la Virgen María de la que brotan lágrimas de los ojos. También en Ohio en 1997, una imagen de un icono que representa a Jesús con ángeles y Santos en el día del juicio, lloran lágrimas de aceite. Dicen que esto comenzó luego qué apareció en un vidrio de la iglesia una imagen similar a la cara de la Sábana Santa de Turín. El icono comenzó entonces a derramar lágrimas de aceite con un misterioso aroma floral. Se han reportado sanaciones como el de una mujer cuyo agujero en el corazón desapareció después de orar y ser ungida con el aceite del icono. En 1991 en Texas parroquianos presenciaron que una imagen del Sagrado Corazón de Jesús sangraba. Incluso algunos feligreses recibieron mensajes de Jesús similares a los recibidos por los videntes de Medujugorje en esos momentos. Y otros tuvieron visiones de un escenario de una guerra, que luego se cristalizaron en la Guerra del Golfo Pérsico.

HECHOS QUE SUCEDEN EN LA IGLESIA CATÓLICA
Hemos dicho que este tipo de hechos son actualmente sofocados dentro de la Iglesia Católica. Todos hemos escuchado repetidas homilías donde los sacerdotes ridiculizan a quienes ellos dicen “corren detrás de los milagros”. Y llamando a no hacerles caso “porque no se sabe de dónde vienen”. Esto crea un clima de represión generalizado. Quien escribe este artículo fue testigo de una estampita de Jesús, que recibió una señora, que exuda aceite y que mancha con aceite los libros donde se la pone. Y no es un fenómeno momentáneo sino que lo ha hecho por años. Sin embargo ella lo ha dado a conocer sólo limitadamente a sus conocidos “para no tener problemas en su parroquia”. Pero a pesar de este clima de represión de lo sobrenatural, aún la Iglesia Católica todavía tiene memoria de este tipo de milagros. Y hemos realizado artículos relatando algunos hechos dentro de la Iglesia Católica: ¿Tienes alguna Enfermedad Grave?, recurre al Óleo de los Santos. Los Milagros que Producen los Cuerpos Incorruptos de Santos. También el padre James Bruse ha experimentado que estatuas traídas en la presencia de una estatua que previamente había exudado comenzaron a exudar de manera similar. Y se ha encontrado que una tarjeta de oración de la Santísima Virgen distribuida a los peregrinos de Medjugorje por el Padre Jozo en 2002 generaba manchas de aceite que se asemejaban a décadas del Rosario. El Dr. Allan Weilert, un ex monje franciscano y líder carismático cuenta que un amigo diácono participó de: “Un retiro privado en uno de los conventos establecidos por Santa Elizabeth Ann Seton, [la primera santa norteamericana].
Las hermanas que vivían allí le dieron una medalla milagrosa que aparentemente fue tocada por una reliquia de la Madre Seton.
A su regreso a casa, descubrió que el bolsillo de su camisa que había sostenido la medalla estaba mojado; la medalla había derramado aceite. Todavía emana aceite hoy, al igual que una serie de sacramentales colocados en su mesita de noche cerca de esta medalla”. Este amigo envió a Allan Weilert los primeros artículos que exudaban aceite. Él los puso al lado de otros artículos bendecidos que le pertenecían. Y comenzaron a exudar aceite. Algunos inmediatamente, después de haber sido colocados cerca de los que ya rezumaban esta sustancia. De modo que comenzó a colocar medallas por cientos en torno a las originales, para enviar. Y muchos de ellos han exhibido lo que él describe como una película aceitosa, junto con una fragancia celestial. Él describe el hecho de la forma siguiente:
“Es un aceite incoloro, no contaminante y fragante, que parece acumularse con el tiempo en uno o ambos lados de una medalla.
Algunos otros artículos como estatuas, crucifijos y rosarios colocados cerca de estas medallas también han exhibido signos de esta sustancia”.

¿Podría ser una señal para usar medallas como protección en estos tiempos turbulentos?

Welilert dice: “Compré medallas para dar a la gente y personalmente he visto miles de exudados de aceite. No gotean. Simplemente tienen esta película en ellas. Algunas tienen más que otras. Por ejemplo, una estatua en mi clínica tiene tanto aceite a veces que es difícil sostenerla. Pero no se encharca. Si la pongo en un plato no se recogerá. Y la fragancia es otra variable. Si alguien rocía perfume, se desvanecerá, pero esto viene y va”.

Y Weilert da su opinión ante este fenómeno: “Creo que es un símbolo del Espíritu Santo. El aceite es un bálsamo curativo, basado en las Escrituras.
Creo que el Espíritu Santo está haciendo esto para despertarnos.
Yo unjo a las personas con aceite que proviene de estos objetos y es una gran fuente de consuelo. He entregado las medallas incluso a protestantes. Les digo que las pongan junto a un crucifijo en sus casas y vuelven y me informan que está derramando aceite. Están asombrados”.
¿Qué porcentaje exuda?
“La mayoría obtienen la película, pero algunas más como las medallas de San Benito y las Medallas Milagrosas”
Por lo visto es una manifestación muy humilde, porque no gotea, y se acentúa en los sacramentales más populares. Además si bien parece aceite de oliva, no tiene todas sus propiedades, porque no mancha y en general no se absorbe en las cosas.
Además tiene un aroma a flores que va y viene.

“Algunas personas han transmitido relatos de una fragancia distintiva, parecida rosas, que emite este aceite que de repente llena la habitación, un automóvil o donde sea que pueda estar el objeto.
Evoca el perfume místico que rodea a San Padre Pío o el aroma de rosas tan a menudo enviado por Santa Teresita del Niño Jesús o experimentado durante una aparición de Nuestra Señora”.
Y agrega que esta fragancia a menudo atrae a la gente a una oración más profunda y a una sorprendente conciencia de la presencia del Señor. Evoca reverencia y paz. Pero hay una característica interesante de estos exudados. Es tan sutil que no todos pueden percibirlo en los sacramentales afectados.

Dice Weillert: “A veces los cristianos fieles, muchos de los cuales profesan la fe católica, no parecen percibir ninguna sustancia aceitosa sobre estos objetos exudados. Mientras que otros pueden sentir y oler a menudo la fragancia del aceite sobre los objetos sagrados en cuestión”. También menciona que hay personas que le han escrito que sintieron que las medallas estaban secas al llegar. Pero horas o incluso días después, descubrieron una gran cantidad de aceite no solo en ellas, sino en otros objetos cercanos, como rosarios, medallas, estatuas, etc. Parece que hay un elemento de fe y confianza infantil involucrado en algunos casos, incluso junto con una especie de carisma para ver esta película similar al aceite y oler su fragancia. En un recuento reciente, él dice que más de 2500 medallas, decenas de rosarios, diez crucifijos, nueve estatuas, tres íconos y docenas de tarjetas de oración y devocionales han derramado aceite en su casa, clínica quiropráctica y otros lados. Y también tiene numerosos testimonios de curaciones asociadas con estas medallas que ha estado enviado: curaciones de cáncer, depresión y dolores severos y crónicos, postoperatorios, etc. Incluso algunas personas han sido movidas a regresar a los sacramentos como resultado de recibir estas medallas.
En resumen, parece que de este fenómeno de aceite que exudan sacramentales es contagioso a otros sacramentales que se le ponen al lado.
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Aunque su percepción es relativamente selectiva.
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Su tenor de aceite y su aroma es intermitente.
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Y se ha comprobado que genera buenos frutos.

Fuentes:
Equipo de Colaboradores de Foros de la Virgen María

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