Antonio María Rajano lleva dos años como
exorcista y ha tenido ya varios casos.
Este sacerdote de 47 años lleva tres como párroco
en Jerez de los Caballeros y dos como exorcista de la Diócesis de
Mérida-Badajoz
Tras
varias décadas en las que en la Iglesia prácticamente se olvidó del enorme mal
que el demonio puede causar en muchos lugares no ha habido ni un solo exorcista que luchara contra Satanás y ayudase a
sus víctimas.
Sin
embargo, esta situación ha cambiado enormemente y son ya la mayoría de las diócesis en España y en muchos lugares del mundo
las que tienen exorcistas nombrados por sus obispos. Aún así, son tantas
las peticiones que se dan que hay lugares como Madrid o
Milán que han tenido
que multiplicar el número de exorcistas estos años.
EXORCISTAS
EN GRANDES URBES Y EN ZONAS MÁS RURALES
Pero esto
no sólo ha ocurrido en las grandes urbes sino también en las zonas rurales y las pequeñas capitales del interior de España.
Es el caso de Extremadura donde en estos momentos hay dos exorcistas.
Uno de
ellos es el sacerdote Antonio María
Rejano Caballero, párroco de Jerez de los Caballeros (Badajoz),
histórica villa templaria que actualmente no llega a los 10.000 habitantes. En
una entrevista con la agencia EFE este cura habla con naturalidad de este
ministerio, se aleja del amarillismo y lo aterriza a la realidad de su día a
día.
Este
sacerdote de 47 años de la diócesis de Mérida-Badajoz lleva tres años de
párroco en esta localidad y hace dos aceptó el encargo que le hizo su obispo. A
tenor de su experiencia actual, Rejano Caballero considera que todas las
diócesis deberían contar con un “especialista” de
este tipo. Aunque para muchos todo esto suene extraños porque “está saliendo a la luz ahora” cuando “antes sólo se veía en las películas” la realidad es que el ministerio de exorcista es ahora más “actual” que nunca.
EL
CAMBIO DE UNOS AÑOS A AHORA
“Es algo que está saliendo ahora a la luz, antes estaba más oculto. En mis tiempos de seminarista no se sabía
quién era (exorcista) en la diócesis y, sin embargo, ahora todo el mundo
sabe quién y que existe”, asegura
este sacerdote extremeño.
Además,
recuerda que ser exorcista “no es cuestión de
fortaleza mental ni física, sino de tener fe y ser persona de oración”.
Durante
estos dos años, Antonio María ha realizado seis exorcismos. En ellos –aclara- el sacerdote nunca está solo sino que está
acompañado de un grupo de laicos que no para de rezar porque lo
fundamental es “oración, oración y oración”.
El
párroco de Jerez de los Caballeros relata que el proceso hasta el exorcismo no
es fácil, ni se hace en una sola sesión, sino que es el último punto al que se llega cuando una persona entiende que está
poseída por el demonio tras pasar por muchos especialistas y no
encontrar respuestas a su situación.
"ESTAS
COSAS SUCEDEN"
Visiones,
situaciones anormales y extrañas vividas en sus propias casas, hablar lenguas o
dialectos "muertos" que casi nadie
conoce, u olores, por ejemplo, a azufre, son algunos síntomas propios de una
posesión, según este sacerdote, que reconoce
que aunque son cosas que se ven en las películas "estas
cosas suceden".
No
obstante, precisa que hasta que no se inicia el ritual, con entrevistas con la
persona que cree estar poseída, no es posible asegurar si existe o no posesión, además de que se requiere la información
médica de un especialista que descarte que se trate de cualquier
enfermedad.
Rejano
Caballero reconoce que dar mayor luz a los exorcismos puede provocar, en cierto
modo, "un efecto
llamada" de gente que crea
sufrir una posesión, aunque basta con entrevistas personales para saber si está
en lo cierto o no.
A su
juicio, un exorcismo "es algo muy serio y muy profundo, que los que lo hacemos desde la fe
sufrimos con la persona a la que se le está realizando, y eso es lo que
de alguna manera nos tiene que hacer recapacitar, que no es solamente por el
morbo, por decirlo de alguna manera".
"EL
DEMONIO ESTÁ MÁS PRESENTE QUE NUNCA"
Ante
quienes piensan que los exorcismos "son cosas
de otros tiempos", este sacerdote asegura que "es algo muy
actual porque el demonio hoy está más presente que nunca en el mundo y a
través de distintas acciones entra en las personas, porque hay falta de
fe" y se ignora la presencia de Dios en la vida de las personas.
Además,
asegura que también hay maneras "externas"
de que el demonio entre en una persona, como las magias negras o tabla
güija: "La gente piensa que son tonterías y no son tan tonterías, sino
situaciones en las que uno puede recibir la posesión del demonio y aparecer en
otro momento de su vida".
En cuanto
a la imagen que el cine traslada de los exorcismos, señala que las situaciones,
en general, "no son tan
exageradas": "Ni los hacemos
de noche ni en penumbra, sino de día y con luz".
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