El demonio actúa de diferentes formas en la vida
del hombre principalmente porque es un “ser vivo, espiritual y perverso”, según
precisa el P. Doriam Rocha Vergara, uno de los exorcistas más jóvenes del
mundo.
En una entrevista con ACI Prensa, el presbítero explica las dos formas
en las que el demonio actúa para interferir en la relación entre el hombre y
Dios.
El sacerdote nacido en Colombia indicó que, en primer lugar, el demonio
actúa por una acción ordinaria a través de la tentación, que es la incitación a
pecar ya sea por la persuasión o por la propuesta de algún bien o placer.
Y en segundo lugar actúa a través de una acción extraordinaria, la cual
se subdivide en cuatro:
1. OPRESIÓN DEMONÍACA
“La primera se llama opresión demoníaca que es
crear una dependencia. Por ejemplo, dependencia del alcohol, drogas, sexo
desenfrenado, ludopatía, obsesión por el dinero, que parte de heridas
emocionales, desórdenes, situaciones que marcaron de muy pequeño”, indicó el P. Rocha.
2. INFESTACIONES
También reciben el nombre de “contaminaciones”.
Por ejemplo, el presbítero asegura que suelen contaminarse “lugares, ropa, vestidos o alimentos a través de
entierros, vudú, muñecos que representen el cuerpo de la persona o alimentos
para que crear trastornos”.
“Afectan la cabeza con migrañas continuas,
insomnio, pesadillas, miedos, fatigas excesivas, asco a todo, tristeza sin
causa, angustia, problemas para dirigir, anorexia, bulimia, tentativas de
vómito desordenado, espuma blanca, aversión a lo sagrado, se distraen en Misa,
imposibilidad de rezar, fatigas, somnolencias, bostezos, desagrado a encontrarte
en un lugar santo”, indica el P. Rocha.
En ese sentido, afirma que todo eso lo hace el demonio para interferir
en la vida espiritual.
“El demonio ataca las emociones y el espíritu con
inquietudes, de presión, cólera, odio, miedo, obsesión, celos, tristeza,
confusión, indecisión, pérdida de memoria, imposibilidad de concentrarse”, etc.
3. VEJACIONES
El P. Doriam indica que una vejación “es la
presencia de un espíritu o de un demonio en la vida de una persona”.
“Son dos cosas distintas, un demonio es un ángel
que se rebeló cuando se rebeló Satanás, y el espíritu es el alma de una persona
que había sido mala y que el demonio la está trabajando. Esta última es
colocada en una persona causando accidentes, enfermedades, hay espíritus de
ruina, muerte, depresión, de sin sentido, eso lo hace el demonio”, sostuvo.
4. POSESIONES
El sacerdote detalla que en su tiempo de actividad, con lo más duro que
se ha tenido que enfrentar son las posesiones demoníacas.
“Tuve el caso de un chico que participó del rito
Niño en Cruz, pertenecía a un cartel y que le había preparado para que venda su
alma al demonio y las balas no le hicieran daño. Le pidieron que mate a un
familiar, él se resistió y de ahí vino un proceso de posesión”, aseveró el P. Rocha.
LAS MEJORES ARMAS
CONTRA EL PODER DEL DEMONIO
El P. Doriam apuntó las siguientes vías para frenar la acción demoníaca:
oración, vida de gracia, vida sacramental y un amor profundo a la Santísima
Virgen María.
“El demonio no soporta la presencia de María por
cuatro razones. La primera por la humildad de María, no soporta que Dios se
haya encarnado en ella, eso lo humilla mucho. Lo segundo es su pureza, como él
es un ser sucio y bajo, no lo soporta. Tercero, no soporta la obediencia y sumisión
total de María a Dios, él es un ser desobediente. Finalmente, no soporta que
María lo venza en todo”, precisó el sacerdote.
Acerca de los santos que los demonios “no
soportan”, el presbítero se refirió a San Benito, San Juan Pablo II y
San Pío de Pietrelcina.
“Yo he podido liberar a personas solamente con la
presencia con María y terminar con el Magníficat”, concluyó el P. Rocha.
Redacción ACI
Prensa
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