jueves, 15 de noviembre de 2018

¿QUIÉN ES VERDADERAMENTE SATANÁS?


Es el adversario que nos pone trampas para que cumplamos el plan de Dios. ¿Y dónde está? Es de naturaleza angélica, y por lo tanto incorpóreo.
Pero está delante de nuestros ojos presente en cada cosa qué nos sugiera no servir a Dios.
Es el príncipe de este mundo y ha logrado qué muchos cristianos digan que no existe, a pesar que la Biblia es clara, y lo es aún más el Catecismo de la Iglesia Católica. Él es un ser que constantemente está tentando y engañando a los hombres. Generando un proceso de prueba de nuestra fidelidad al creador. Veamos quién es esta figura, el alcance de su poder y cómo podemos defendernos.

QUÉ TIPO DE SER ES SATANÁS
Satanás fue creado por Dios cómo un querubín, o sea un espíritu puro del coro más alto de los ángeles.
Fue creado antes que los seres humanos y como un ser perfecto. Se dice que su sabiduría y su belleza eran incomparables. Y eso le llevó a desarrollar su orgullo y posteriormente su rebelión contra Dios que lo había creado. Él quiso recibir la misma adoración que Dios y se rebeló por no obtenerla, contando con el apoyo de un tercio de los ángeles. Ante esta rebelión un ángel de un coro inferior, el Arcángel Miguel, entabló una resistencia contra satanás y sus huestes, estos perdieron la batalla y fueron arrojados a la Tierra.

En él libro del Apocalipsis 12: 7-9 se describe esta batalla: “Entonces se desató una batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron contra el dragón. Lucharon el dragón y sus ángeles, pero no pudieron vencer, y ya no hubo lugar para ellos en el cielo.
El dragón grande, la antigua serpiente, conocida como el Demonio o Satanás, fue expulsado; el seductor del mundo entero fue arrojado a la tierra y sus ángeles con él“.
Esta rebelión continuó en la Tierra y en el próximo episodio lo vemos tomar la forma de una serpiente. La que tentó a Eva en el jardín del Edén, para que comiera el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal, que había sido prohibido por Dios. Esto se describe en el Génesis como la caída de la humanidad en el pecado original.
A partir de ahí comienza su carrera de tentaciones y ataques a los seres humanos buscando que pequen, se alejen de Dios y por lo tanto no se hagan acreedores de sus promesas.
De modo que satanás, también conocido como el demonio o el diablo, es un ser real no un mero recurso metafórico.

SATANÁS COMO LA PERSONIFICACIÓN DEL MAL
Tomás de Aquino sostuvo que aunque los ángeles y los hombres no pueden tener una predisposición al mal pueden deliberadamente hacer elecciones desordenadas. Aquino sugiere que el primer ángel al pecar causó que otros ángeles pecaran, por ejemplo en vez de coerción. Así, los demonios están sujetos al diablo porque cuando una criatura racional peca a sugerencia de otra, se somete al poder de ese otro como parte del castigo por el pecado.
En La Filosofía de Tolkien, el filósofo Peter Kreeft describe a los ángeles como:
“El siguiente paso (del hombre) hacia arriba en la jerarquía cósmica, inmensamente más inteligentes, más poderosos y más bellos que nosotros, las criaturas más divinas que existen”.
Ángeles y demonios son seres espirituales, aunque la Escritura, otros escritores y pensadores sugieren que pueden asumir formas humanas cuando sea necesario. Y son extra-dimensionales, lo que significa que no están limitados por las tres dimensiones físicas y la línea de tiempo fija que restringen al hombre.

“Incluso la manera en que sus (ángeles) llevan procesos mentales es muy diferente.
.
Pues mientras nosotros los seres humanos avanzamos paso a paso en el proceso gradual del razonamiento, ellos ven la verdad inmediatamente, de un vistazo.
Sería erróneo imaginar que la condena inmediata de los ángeles rebeldes, sin más tiempo para la reconsideración y el arrepentimiento, pone en juicio la misericordia de Dios. La excelencia de los poderes de la mente angélica es tal, que la reconsideración, como la entendemos, carece de sentido para ellos. Estaban en pleno conocimiento de los hechos del caso, completamente imperturbables en su juicio por las pasiones terrenales o por la falta de reflexión, y vieron sus obligaciones y la atrocidad de su crimen con una claridad que va mucho más allá que cualquier cosa que podamos imaginar. Ningún tiempo para la reconsideración conduciría a una inversión de su decisión.”

Aunque el diablo y los demonios se rebelaron contra Dios, conservan los atributos que recibieron cuando fueron creados, excepto que usan estos atributos para oponerse, en vez de servir a su Creador.

Las perspectivas y representaciones bíblicas, filosóficas, teológicas, artísticas sugieren que el diablo es:
  • Mucho más poderoso que cualquier hombre mortal
  • No es ateo; el diablo sabe que Dios existe y está fuera para frustrarlo
  • Excesivamente astuto e ingenioso
  • Un mentiroso entusiasta cuando se adapta a sus propósitos
  • Un maestro en encontrar y explotar la debilidad humana.
ES PRINCIPALMENTE MENCIONADO EN EL NUEVO TESTAMENTO
Algunos cristianos creen que satanás es una figura que heredó el cristianismo desde el judaísmo, así como el cuento de su rebelión. Sin embargo hay pocas menciones de satanás en el Antiguo Testamento, (1 Crónicas 21: 1 , Job 1: 6 Zacarías 3: 1-2) Aunque sí se le menciona por su nombre hebreo que significa adversario. Pero para la época en que vivió Jesucristo ya se consideraba a satanás como una criatura celestial opuesta a Dios, que buscaba la destrucción de la humanidad. Hay escritos judíos apócrifos que lo mencionan como el príncipe de los espíritus malignos, que fue expulsado del cielo por su negativa a reconocer al hombre como creado a imagen de Dios.
En el Nuevo Testamento se lo presenta como el ser maligno del universo.
Es por boca del propio Jesús que se identifica a satanás como el gobernante de este mundo (Juan 12: 31), y como un asesino, mentiroso y padre de la mentira (Juan 8: 44). Y Jesús relaciona la destrucción del poder de satanás en el mundo como vinculado con la salvación (Juan 12: 31-33). En la actividad pública de Jesús se ve claramente la guerra contra el príncipe de este mundo o sea satanás; por ejemplo cuando expulsaba demonios en los posesos. Y también aparece clara en el Nuevo Testamento la batalla espiritual el libró Jesús contra él, cuando fue tentado en el desierto durante 40 días (Mateo 4: 1-11). También advirtió varias veces a sus discípulos que serían atacados por satanás como Él lo fue, y que intentaría destruir a la Iglesia. Un signo de esto fue la seducción a Judas Iscariote, que lo entregó a las autoridades romanas. Luego de Jesús fue San Pablo quién se refirió más a satanás hablando de la tentación y del combate espiritual.
Pablo sentó las bases de la defensa en el combate a las tentaciones, diciendo que el diablo nos puede tentar para que pequemos, pero no puede hacer que efectivamente pequemos.
Porque somos nosotros que en definitiva resolvemos esto con nuestro libre albedrío.

LA ENSEÑANZA DE LA IGLESIA SOBRE SATANÁS
El Catecismo de la Iglesia Católica habla profusamente de satanás y su influencia.
En el numeral 391 dice: “Detrás de la elección desobediente de nuestros primeros padres se halla una voz seductora, opuesta a Dios que, por envidia, los hace caer en la muerte.
La Escritura y la Tradición de la Iglesia ven en este ser un ángel caído, llamado Satán o diablo.
La Iglesia enseña que primero fue un ángel bueno, creado por Dios.”

Y en el numeral 395 dice: No es más que una criatura, poderosa por el hecho de ser espíritu puro, pero siempre criatura: no puede impedir la edificación del Reino de Dios. Aunque Satán actúe en el mundo por odio contra Dios y su Reino en Jesucristo, y aunque su acción cause graves daños —de naturaleza espiritual e indirectamente incluso de naturaleza física—en cada hombre y en la sociedad, esta acción es permitida por la divina providencia que con fuerza y dulzura dirige la historia del hombre y del mundo.
El que Dios permita la actividad diabólica es un gran misterio, pero nosotros sabemos que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman“.
En el numeral 414 define que la característica esencial de satanás es el orgullo. Y cuando analiza la oración del Padre Nuestro se detiene en la petición “Líbranos del mal”, diciendo que no se refiere a que nos libre de una abstracción que es el mal, sino que nos libre de la acción de una persona que se identifica como satanás. A pesar de las profusas menciones a satanás que están escritas en el catecismo, hoy se oye predicar poco sobre este enemigo desde los ambones. En el siglo XIX hubo una corriente de simpatía hacia esta figura por considerarlo un libertador del yugo de Dios. Pero posteriormente esa simpatía fue cediendo para situarse en la incredulidad actual. En el siglo XX la presencia de Satanás se hundió en la invisibilidad. Hoy las encuestas en todo el mundo muestran que sólo un poco más de la mitad de los cristianos creen que exista efectivamente satanás.

Esto lo advierte muy claramente el arzobispo Fulton Sheen que dijo en 1958: “Muy pocas personas creen en el diablo en estos días, lo que se adapta muy bien al diablo. Siempre está ayudando a difundir las noticias de su propia muerte. La esencia de Dios es la existencia, y Él se define a sí mismo como: “Yo soy el que soy”.
La esencia del diablo es la mentira, y se define a sí mismo como: “Yo soy quien no soy”. 
Satanás tiene muy pocos problemas con los que no creen en él; ya están de su lado“.

LOS NOMBRES CON LOS QUE SE LE MENCIONA EN LA BIBLIA
En la Biblia podemos apreciar que se menciona a satanás con diversos otros nombres:
  • El diablo.
  • Lucifer.
  • El gobernante del poder del aire.
  • El dios de este mundo o príncipe de este mundo.
  • El gobernante de este mundo.
  • El que tiene el poder de la muerte.
  • Leviatán.
  • El gran dragón.
  • El enemigo.
  • La serpiente o serpiente antigua.
  • Abaddon, Apollyon.
  • Beelzebub, el gobernante de los demonios.
  • Beliar/ Belial.
  • El maligno.
  • El tentador.
  • El acusador.
  • Un mentiroso, el padre de la mentira.
¿CUAL ES SU APARIENCIA?
La cultura popular lo ha representado como un humanoide con piel rojiza, cuernos, pezuñas, una cola que se bifurca y a veces alas, y con un tridente.
Estas imágenes no pertenecen a la Biblia, porque en primer lugar los ángeles no tienen apariencia humana. Sin embargo en la Tierra pudieran tomar forma humana, aunque probablemente no la descripta arriba. El profeta Ezequiel nos hace una descripción de un querubín.
Dice que tienen 5 metros de altura con 4 alas de 2 metros de largo, están todos cubiertos de ojos y tienen manos.
Presentan cuatro caras, una propiamente la de querubín otra cara de un hombre, otra de un león y otra de un águila. En el Apocalipsis se menciona una figura similar pero con seis alas. Sin embargo estas descripciones distan de la característica de una belleza sin igual con la que Dios creó a los querubines.

SATANÁS DERROTADO TOTALMENTE
La Biblia asegura que satanás y el mal serán vencidos definitivamente cuando Cristo regrese por segunda vez.
Y será arrojado a un lago de fuego y azufre donde ya habían sido arrojados el anticristo y el falso profeta. Y allí permanecerán toda la eternidad según Apocalipsis 20: 10. Satanás por lo tanto incrementará su rebelión contra Dios atacando a los hombres. Y cerca del final hará surgir al anticristo, un gobernante mundial que podrá ser maravillas físicas en el mundo. El cuál será apoyado por un falso profeta, un líder religioso, que predicará para que los seres humanos adoren al anticristo.
Se entablará una guerra, cuyo punto culminante es la batalla de Armagedón y el anticristo y el falso profeta serán arrojados al lago de fuego, o sea al infierno.
Habrá un interregno los santos gobernarán la Tierra con una presencia espiritual de Jesucristo, por un período que se dice de 1000 años, que probablemente quiera decir un período muy largo.
Al final de este período satanás será liberado nuevamente.
Y engañará nuevamente a los líderes del mundo entablando se una corta batalla que culminará con la segunda venida de Jesucristo y el destierro definitivo de satanás y sus huestes al infierno eterno. Pero mientras tanto, antes de la tribulación menor y de la última y definitiva tribulación, vemos a satanás moviéndose con absoluta libertad en la tierra. ¿Por qué es esto?

NOS DESCONCIERTA LA LIBERTAD CON LA QUE SE MUEVE
¿Porque Dios permite al principal promotor de la maldad vagar fuera del infierno y tentar y poseer a los seres humanos en la Tierra? Parecería que su lugar es el infierno y ya fue arrojado ahí pero que los demonios tienen la capacidad de vagar por la Tierra también.
La explicación parecería ser que Dios permite el mal con una condición necesaria para la libertad.
Para que podamos decidir entre Él y el mal con nuestro propio libre albedrío, porque Dios no quiere que lo aceptemos porque Él lo imponga. Detrás de esto está la idea de que nuestra vida en la Tierra es como una prueba.
En qué Dios permite cierto grado de maldad pero nos da la gracia como para que podamos oponernos a ella y vencerla.
De esta forma, nuestras tentaciones y pruebas hace más digna nuestra aceptación a Dios. También debemos tener en cuenta, que así como los demonios vagan por la Tierra tentando y poseyendo a los seres humanos, también lo hacen los Ángeles buenos, y son el doble en cantidad que los demonios. Y son ellos los que nos tientan a favor de Dios.

LOS MÉTODOS QUE USA SATANÁS SOBRE LOS SERES HUMANOS
Hay dos objetivos de satanás en la tierra.
Uno es obstaculizar el gobierno de Dios sobre el mundo.
Y otro es llevar al pecado a los seres humanos y que se rebelen contra Dios, lo cual les impedirá llegar a la vida eterna en el cielo.
Los principales métodos que utiliza son la tentación y el engaño para apartarnos de la obediencia de los mandamientos de Dios. Trata de que creamos que lo incorrecto es lo correcto y que pecando lograremos un bien mayor. En definitiva su grito es ¡No Serviam!, cómo desde que se rebeló a Dios.
Donde hay reemplazo de Dios por otra figura, y dónde hay rebelión a servirlo, podemos encontrar la huella de Satanás.
Es la huella de la falsificación.
Por tanto la forma de vencer la estrategia de falsificación demoníaca es permanecer en la palabra de Dios.
Por eso es muy atinada la recomendación del Santo Cura de Ars, que dice que satanás es como un perro encadenado, que puede ladrar y amenazar, nos pero no mordernos, salvo que nos acerquemos demasiado. Por lo tanto la conclusión es que debemos mantener la distancia con las mociones y las figuras que sugieran rebelión contra los mandamientos de Dios.

Fuentes:
Sergio Fernández

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