Nota de Adelante la Fe: de una forma inusual ofrecemos el
testimonio de esta querida amiga, en toda su crudeza y sin correcciones, para
que pueda apreciarse mejor su fuerza y autenticidad. Tras sus peculiares
formas, se esconden verdades claras y diáfanas. Esperamos sepan disculpar su
estilo y puedan llegar al mensaje lúcido de esta mujer. Ella también tiene
derecho a expresarse. Hemos censurado con… algunas palabras.
***
Amigos
todos, lo primero que quiero es pediros perdón. Me llamo Benita, tengo 84 años,
y en el pueblo me conocen porque yo no me callo, yo no, otras sí, ¿pero yo?, yo no, oju menuda soy yo. Me han dicho
que no ponga donde vivo porque me puede caer la del pulpo, sólo diré que vivo
en Andalucía.
No sé ni cómo
me han dejado escribir aquí, con ayuda de mi nieto, el Manolo, me escribe en el
ordenador las cosas que yo le digo que se me vienen a la cabeza. Yo no soy nada
fina, pero me visto de los pies a la cabeza y tengo el catecismo metido a
hierro en la cabeza, el que me enseñaron antes del concilio dos ese, o como
diantres se diga. Así que perdónenme si digo las cosas algo a lo bruto, pero es
como yo sé decirlas, eso sí, lo que yo digo es lo que hay que decir, y punto.
El Manolo
me lee to las cosas que salen de día y de noche, que digo yo ¿esos señores del internete no cierran nunca?,
pero bueno vamos al lío. A por lo visto, to el mundo le escribe al Señor Papa
-dice el Manolo que se escribe así to con mayúsculas-, que si una tía con
bigote, que si el del aborto y yo que se, y le quiero escribir una carta con
cosas que vengo yo pensando. A ver qué les parece a ustedes antes de
mandársela.
Haber,
Señor Papa, yo no paro de oír hablar a los curas que si los derechos de los
maricones, que si los derechos de los bichos y las plantas, sí, lo de la ecología
esa, que si los moros, que los derechos humano de no sé quién y de no sé cuánto.
De eso llevo cincuenta años oyendo habla.
Y bien,
Señor Papa, digo yo ¿y de mis derechos quien…
habla? ¿eh, Señor Papa? ¿quién diantres habla? ¿¡¡¡QUI-ÉN … HABLA Y REINVIDICA
MIS DE-RE-CHOS!!!!?
¿Qué cuales derechos? Pos…, cuáles van a ser. Que yo
soy cateta pero no tonta y se mu pero que muy bien lo que me enseñaron en el
catecismo. A ver, Señor Papa,
¿Yo no tengo derecho a ir a misa todos los domingos sin tener que tomarme
las pastillas del corazón nerviosa a ver con qué barbaridad me voy a encontrar?
¿yo no tengo derecho a eso?
¿Yo no tengo derecho a escucha al cura las cosas que me decían a mí de
pequeña? ¿por qué demonios tengo que escucha al cura en un atril que parece que
da una conferencia, dando allí la misa, y hablando de majaderías, de to, menos
de lo que tiene que habla?
Por favor
Señor Papa, que las niñas en la tele y los móviles esos, nada más que ven
guarrerías todo el día, que no recuerdo en cincuenta años a un cura habla de
que hay que ser virgen y no hay que acostarse con el primero que pasa. No Señor
Papa, a usted tampoco se lo he oído. Que mi Manue se confesó de cochinadas que
hace y el cura le dijo que eso no era pecado. Por favor, Señor Papa, ¿es que no tenemos derecho a ir a misa y confesar
tranquilos sin que te suerten una bestialidad?
Y luego,
oju es que me pongo negra, la Juani dando la comunión. Por favor, Señor Papa,
LA JUANI, pero ¿usted sabe quién es esa? Por
favor Señor Papa, que se ha acostado con medio pueblo, y el cura lo sabe, y
allí está dando la comunión, que me da hasta asco verla.
Ah,
gueno, que no se olvide. Que mi cuñao Braulio, el que dejó a la mujer con 5
niños y vive con una guarra del pueblo, que resulta que ahora dice usted Señor
Papa que puede comulgar porque es fiel a su modo. Pero, Señor Papa, ¿esto que… es? Esto que tomadura de pelos es, que
me he tirado 55 años de casa aguantando a mi marido y ahora resulta que la
gente haciendo cochinadas y sin confesarlas puede comulgar. Señor Papa, yo se
lo voy a decir como lo digo en el pueblo, esto es una GUA-RRE-RÍ-A,
no tiene otro nombre, Señor Papa.
¿Yo no tengo derecho a estar tranquila Señor Papa? ¿tanto pido? Que la misa sea misa, que la confesión sea confesión, que los curas hablen
de lo que tienen que hablar, que la comunión la del cura y la Juani to lo más
que se confiese y callaita, que la gente que haga guarrerías tengan que
confesarse y no que les digan que to palante.
¿Tanto pido Señor Papa? Así que menos habla de los derechos
de los caracoles y las lechugas, y del moro musa, y más cuidar de mis derechos
que de eso dice el Manuel que usted ni habla.
Así que
dejarme de líos que si este cura tiene papeles, que si no tiene papeles, que si
tu eres esto o lo otro. A mi to eso me importa un pito. YO, yo si tengo derecho a recibir de los curas lo que me
enseñaron, y nadie nadie se acuerda de esos derechos, y por favor se lo pido
Señor Papa, si usted y los curas no quieren hacerlo, cojan la puerta y vayan a
hacer mandaos a otro lado, pero déjenos tranquilos.
Solo
quiero ser católica como me enseñaron, Señor Papa, sólo eso. Debe ser que como
yo me sé el catecismo, no me gustan las tías con bigotes y soy una beatona, pos
no tengo derechos.
Ojú Señor
Papa, no sé ni que decirle y me voy a calla pa no decir una barbaridad.
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