jueves, 4 de octubre de 2018

¿QUÉ ES UN SÍNODO DE OBISPOS?


El sínodo no es un congreso de obispos, sino que es una asamblea de carácter consultivo.

Por: Daniel Alberto Robles Macías | Fuente: ConMasGracia.org
Este año, el Papa Francisco ha convocado un Sínodo de Obispos con el lema: Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional. A través de esta Asamblea, la Iglesia busca escuchar y comprender la voz de los jóvenes de este siglo para que vuelvan a reconectarse con su fe; hecho que me parece muy importante y de interés para toda la Iglesia. Estoy seguro que, más de alguno, pudiera preguntarse ¿Qué es un sínodo? ¿Cuál es su objetivo? Vamos a descubrirlo.

El sínodo es una asamblea de obispos de carácter internacional, la cual se lleva a cabo cuando un Papa lo convoca. El Código de Derecho Canónico lo define así: El sínodo de los Obispos es una asamblea de Obispos escogidos de las distintas regiones del mundo, que se reúnen en ocasiones determinadas para fomentar la unión estrecha entre el Romano Pontífice y los Obispos, y ayudar al Papa con sus consejos para la integridad y mejora de la fe y costumbres y la conservación y fortalecimiento de la disciplina eclesiástica, y estudiar las cuestiones que se refieren a la acción de la Iglesia en el mundo” (CIC 342). De modo que, esta asamblea episcopal, permite al Papa estar en comunión con toda la Iglesia universal, a través de los obispos  a quienes convocó para pedir su consejo en temas específicos.

El sínodo no es un congreso de obispos, sino que es una asamblea de carácter consultivo, en el que los obispos pueden discutir, discernir y aportar propuestas al Papa sobre temas de gran importancia para la Iglesia y el mundo. Entre los asuntos que han sido razón suficiente para convocar un sínodo han sido: la familia, la Biblia, la Eucaristía, la Nueva Evangelización, etc.
Las conclusiones que arrojan estos encuentros son presentadas al Santo Padre, para que, luego, como ya es tradición, se publique una exhortación apostólica, misma que resume las ideas y aportaciones que surgieron entre todos los participantes.

Existen dos tipos de sínodos: los generales y los especiales. Los primeros, versan sobre asuntos que tienen que ver con la Iglesia universal. Los especiales, por su parte, trata sobre temas en específico que tienen que ver con algún sector o región de la Iglesia. Los sínodos generales pueden ser ordinarios y extraordinarios. Los ordinarios son los más comunes y se suelen celebrar cada tres años en el mes de octubre en Roma. Mientras que, los extraordinarios, se convocan sólo para tratar cuestiones que exigen una resolución rápida y urgente.

Un sínodo suele durar entre dos y tres semanas. En él participan entre 200 y 250 obispos, junto con el Santo Padre. De los purpurados que participan en este encuentro, acuden de todo el mundo y son elegidos por los obispos de sus respectivas conferencias episcopales y a otros los puede elegir directamente el Santo Padre. Reunidos en asamblea plenaria, cada obispo puede hablar solamente tres minutos. Pero ya en los pequeños grupos que se forman se profundiza con detenimiento cada tema hasta obtener conclusiones específicas.
Con la celebración de este nuevo sínodo, la Iglesia busca acercarse y conectarse con la juventud, ayudándolos a vivir su fe y a descubrir su vocación. En él participarán casi 270 obispos y además 34 jóvenes de todo el mundo. Pidamos por el fruto de este encuentro que es para bien de toda la Iglesia.

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