Catequesis sobre los
mandamientos
El Papa
Francisco, reflexionando acerca del quinto mandamiento «no matarás», asegura
que también el odio, el insulto y la indiferencia son formas de homicidio y
pide perdonar a quien nos ha hecho daño.
(Mireia
Bonilla/VaticanNews) El quinto mandamiento de la Ley de Dios ha sido nuevamente el tema de
reflexión del Santo Padre Francisco en su Audiencia General de esta mañana,
desarrollada en la Plaza de San Pedro en el Vaticano. Durante su catequesis ha
explicado que «nadie puede despreciar la vida de
los demás o la suya propia», de hecho – ha puntualizado – «el hombre lleva dentro de sí la imagen de Dios y es el
objeto de su amor infinito», sea cual sea la condición en la que ha sido
llamado a la existencia: «Continuamos hoy la
catequesis sobre el quinto mandamiento del decálogo: «No matarás». Hemos visto
cómo a los ojos de Dios toda vida es valiosa, sagrada e inviolable, porque
somos su imagen y objeto de su amor infinito».
EL ODIO, EL INSULTO Y EL DESPRECIO SON FORMAS DE
HOMICIDIO
Comentando el Evangelio de hoy, el Papa recuerda que con el odio también
se puede matar a una persona, pues Jesús afirma que, ante el tribunal de Dios,
incluso la ira contra un hermano es una forma de asesinato. De hecho – señala
el Papa - el Apóstol Juan escribió: «El que odia a
su hermano es un asesino» (1 Jn 3:15). Pero Jesús no se detiene en esto,
y en la misma lógica agrega que el insulto y el desprecio también pueden matar:
«En el Evangelio que hemos oído, Jesús revela un
sentido aún más profundo de este mandamiento: la ira, el insulto y el desprecio
contra los demás son también una forma de homicidio. Por eso, indica que si al
presentar nuestra ofrenda nos recordamos de haber ofendido a alguien, debemos
ir antes a reconciliarnos con esa persona».
LA INDIFERENCIA «MATA»
Aunque para el Santo Padre, también la indiferencia «mata». De hecho –
explica – «para ofender la inocencia de un niño es
suficiente una frase inapropiada. Para lastimar a una mujer es suficiente un
gesto de frialdad. Para romper el corazón de un joven es suficiente negarle la
confianza. Para aniquilar a un hombre, basta simplemente ignorarlo«. «Es como
decirle a la otra persona: »Eres un hombre muerto para mí«, porque lo mataste
en tu corazón» puntualiza el Papa, y se pregunta: «¿Qué quiere decirnos Jesús
con esto?». E inmediatamente su respuesta: «Que
lo importante es el respeto a toda la persona, no sólo a su dimensión física
sino también a la espiritual, porque la indiferencia también mata. No amar es
el primer paso para matar; y no matar, el primero para amar».
PERDONAR Y ACOGER A QUIEN NOS HA HECHO DAÑO
Y frente a estas formas de homicidio, el Papa señala «el perdón». «El amor del que no podemos prescindir es el
que perdona – dice Francisco - el que recibe a quienes nos han hecho daño»,
pues ninguno de nosotros sobrevive sin misericordia, todos necesitamos el
perdón: «La vida humana tiene necesidad de amor
auténtico, un amor como el de Jesucristo, lleno de misericordia, que perdona y
acoge sin condiciones. No podemos sobrevivir sin misericordia, todos tenemos
necesidad del perdón. Por eso, si matar significa destruir, suprimir o eliminar
a alguien, no matar es, en cambio, cuidar, valorizar, incluir y perdonar a los
demás».
«NO MATAR»: LLAMADO AL AMOR Y A LA MISERICORDIA
Antes de concluir, el Santo Padre dijo que nadie puede engañarse a sí
mismo pensando: »Estoy bien porque no hago nada
malo« y para que se entendiera mejor, recitó una frase de un santo que
decía: «No hacer daño es bueno. Pero no hacer el
bien no es bueno». Siempre tenemos que hacer el bien, puntualizó.
Además, aseguró que »no matar es una llamada al amor y a la misericordia y a
vivir de acuerdo con el Señor Jesús, quien dio su vida por nosotros y resucitó
por nosotros.
Por último, envió sus cordiales saludos a los peregrinos presentes, en
especial a los procedentes de España y Latinoamérica: «Saludo
cordialmente a los peregrinos de lengua española venidos de España y
Latinoamérica. Que el Señor Jesús, Autor de la vida, nos conceda comprender que
el mandamiento «no matarás» es, ante todo, una llamada al amor y a la
misericordia, una invitación a vivir como Él, que por nosotros murió y
resucitó. Santa María, Madre de la Misericordia, nos ampare e interceda por
nosotros».
CATEQUESIS SOBRE LOS MANDAMIENTOS
Papa Francisco: «La indiferencia mata,
perdonemos a los demás»
El Papa Francisco, reflexionando acerca del quinto mandamiento «no
matarás», asegura que también el odio, el insulto y la indiferencia son formas
de homicidio y pide perdonar a quien nos ha hecho daño
(Mireia
Bonilla/VaticanNews) El quinto mandamiento de la Ley de Dios ha sido nuevamente el tema de
reflexión del Santo Padre Francisco en su Audiencia General de esta mañana,
desarrollada en la Plaza de San Pedro en el Vaticano. Durante su catequesis ha
explicado que «nadie puede despreciar la vida de
los demás o la suya propia», de hecho – ha puntualizado – «el hombre lleva dentro de sí la imagen de Dios y es el
objeto de su amor infinito», sea cual sea la condición en la que ha sido
llamado a la existencia: «Continuamos hoy la
catequesis sobre el quinto mandamiento del decálogo: «No matarás». Hemos visto
cómo a los ojos de Dios toda vida es valiosa, sagrada e inviolable, porque
somos su imagen y objeto de su amor infinito».
EL ODIO, EL INSULTO Y EL DESPRECIO SON FORMAS DE
HOMICIDIO
Comentando el Evangelio de hoy, el Papa recuerda que con el odio también
se puede matar a una persona, pues Jesús afirma que, ante el tribunal de Dios,
incluso la ira contra un hermano es una forma de asesinato. De hecho – señala
el Papa - el Apóstol Juan escribió: «El que odia a
su hermano es un asesino» (1 Jn 3:15). Pero Jesús no se detiene en esto,
y en la misma lógica agrega que el insulto y el desprecio también pueden matar:
«En el Evangelio que hemos oído, Jesús revela un
sentido aún más profundo de este mandamiento: la ira, el insulto y el desprecio
contra los demás son también una forma de homicidio. Por eso, indica que si al
presentar nuestra ofrenda nos recordamos de haber ofendido a alguien, debemos
ir antes a reconciliarnos con esa persona».
LA INDIFERENCIA «MATA»
Aunque para el Santo Padre, también la indiferencia «mata». De hecho –
explica – «para ofender la inocencia de un niño es
suficiente una frase inapropiada. Para lastimar a una mujer es suficiente un
gesto de frialdad. Para romper el corazón de un joven es suficiente negarle la
confianza. Para aniquilar a un hombre, basta simplemente ignorarlo«. «Es como
decirle a la otra persona: »Eres un hombre muerto para mí«, porque lo mataste
en tu corazón» puntualiza el Papa, y se pregunta: «¿Qué quiere decirnos Jesús con esto?». E inmediatamente
su respuesta: «Que lo importante es el respeto a toda la persona, no sólo a
su dimensión física sino también a la espiritual, porque la indiferencia
también mata. No amar es el primer paso para matar; y no matar, el primero para
amar».
PERDONAR Y ACOGER A QUIEN NOS HA HECHO DAÑO
Y frente a estas formas de homicidio, el Papa señala «el perdón». «El amor del que no podemos prescindir es el
que perdona – dice Francisco - el que recibe a quienes nos han hecho daño»,
pues ninguno de nosotros sobrevive sin misericordia, todos necesitamos el
perdón: «La vida humana tiene necesidad de amor
auténtico, un amor como el de Jesucristo, lleno de misericordia, que perdona y
acoge sin condiciones. No podemos sobrevivir sin misericordia, todos tenemos
necesidad del perdón. Por eso, si matar significa destruir, suprimir o eliminar
a alguien, no matar es, en cambio, cuidar, valorizar, incluir y perdonar a los
demás».
»NO MATAR«: LLAMADO AL AMOR Y A LA MISERICORDIA
Antes de concluir, el Santo Padre dijo que nadie puede engañarse a sí
mismo pensando: »Estoy bien porque no hago nada
malo« y para que se entendiera mejor, recitó una frase de un santo que
decía: «No hacer daño es bueno. Pero no hacer el
bien no es bueno». Siempre tenemos que hacer el bien, puntualizó.
Además, aseguró que »no matar es una llamada al amor y a la misericordia y a
vivir de acuerdo con el Señor Jesús, quien dio su vida por nosotros y resucitó
por nosotros.
Por último, envió sus cordiales saludos a los peregrinos presentes, en
especial a los procedentes de España y Latinoamérica: «Saludo
cordialmente a los peregrinos de lengua española venidos de España y
Latinoamérica. Que el Señor Jesús, Autor de la vida, nos conceda comprender que
el mandamiento «no matarás» es, ante todo, una llamada al amor y a la
misericordia, una invitación a vivir como Él, que por nosotros murió y
resucitó. Santa María, Madre de la Misericordia, nos ampare e interceda por
nosotros».
No hay comentarios:
Publicar un comentario