El Papa Francisco hizo una advertencia a los
sacerdotes que van a las fiestas de bodas y que causan escándalo porque no han
aprendido “el arte de permanecer en el lugar” que les corresponde.
“Escandalizar a la gente es algo malo, e incluso
escandalizar al presbiterio es algo malo. Cuando vean que un sacerdote
escandaliza, vayan directamente a él, a un amigo suyo, al párroco o al obispo,
para ayudarlo”, dijo el Papa durante el encuentro
que tuvo el sábado 13 con un grupo de seminaristas de la región italiana de
Lombardía.
Francisco les dijo que en Argentina “existe
la costumbre de invitar a los sacerdotes a la fiesta de bodas: cuando celebras
la boda, te invitan a la fiesta. A última hora de la tarde, se celebra la boda
y luego viene la fiesta. Muchos sacerdotes van y causan una mala impresión
porque están en medio de una fiesta
mundana y luego beben demasiado. Es un escándalo. “‘No, yo voy a
hacer apostolado’. ¡Pero por favor!”, exclamó el Pontífice.
El Papa señaló que los presbíteros van porque “los
esposos lo piden. ‘Sí, venga’”. Sin embargo, recomendó a los seminaristas ser
como “los sacerdotes inteligentes” que “dicen: ‘No, mire, yo vendré, pero
cuando vuelva de la luna de miel, iré a su casa, la bendeciré y cenaré con
ustedes dos’. Esto no escandaliza”.
El Pontífice animó a aprender “el arte de
permanecer en el lugar de uno. Para estar en el lugar del sacerdote, uno
no debe ser rígido, sino humano, normal; pero en su lugar. No escandalizar
nunca”.
El Papa Francisco también se refirió al escándalo que generan los
sacerdotes culpables de abusos sexuales. “Es un
escándalo mundial que me hace pensar en los sacrificios humanos de niños, como
hacían los paganos. En este punto, hablen claramente. Si ven algo así, inmediatamente
vayan al obispo para ayudar a ese hermano abusador”, indicó.
Otro escándalo, continuó, es el del “sacerdote
mundano, el que vive en la mundanalidad espiritual”, ante lo cual
sugirió leer un libro del Cardenal Henri de Lubac.
“Me impresionó tanto cuando leí, por primera vez, Meditación sobre la Iglesia del
Cardenal de Lubac: el último capítulo, las dos últimas páginas. Cita a un
benedictino que dice que el peor pecado de la Iglesia es la mundanidad
espiritual. Es convertir a la religión en una antropología. Lean estas dos
páginas, les hará bien”, dijo Francisco.
En el texto, el fallecido Purpurado francés escribió que “la mundanidad
espiritual no es otra cosa que una actitud radicalmente antropocéntrica.
Esta actitud sería imperdonable, en el caso –que vamos a suponer posible– de un
hombre que estuviera dotado de todas las perfecciones espirituales, pero que no
le condujeran a Dios”.
“Si esta mundanidad espiritual invadiera la Iglesia
y trabajara por corromperla atacándola en su mismo principio, sería infinitamente más desastrosa que
cualquier otra mundanidad simplemente moral”, alertó el Cardenal.
POR WALTER SÁNCHEZ
SILVA | ACI Prensa
No hay comentarios:
Publicar un comentario