Durante la Misa celebrada este viernes 21 en la
Casa Santa Marta, el Papa Francisco afirmó que los cristianos no deben olvidar
que son pecadores, y que ha sido la misericordia de Jesús la que los ha sacado
de sus pecados.
El Santo Padre llamó la atención sobre aquellos a los que elegía Jesús
como seguidores suyos: Mateo, “uno que traicionaba
a su pueblo por dinero”, la Samaritana y muchos otros pecadores, “cualquiera podría pensar que no tenía buen criterio para
elegir a la gente”, planteó el Papa.
De esta manera, el Papa destacó que los cristianos deben ser conscientes
de que han sido elegidos por el Señor no por sus méritos, sino a pesar de sus
pecados.
“En la vida de la Iglesia, hay muchos cristianos
que han sido elegidos desde lo más bajo. Nosotros, cristianos, debemos tener
esa conciencia de dónde hemos sido elegidos, de dónde nos han elegido para ser
cristiano”.
“Esa conciencia –continuó
el Pontífice– debe ser permanente durante toda la
vida, debe permanecer la memoria de nuestros pecados, la memoria de que el
Señor tuvo misericordia de mis pecados y que me ha elegido par ser cristiano,
para ser apóstol”.
Como ejemplo, el Pontífice se refirió a Mateo, que jamás olvidó sus
orígenes como publicano. Por ello, es importante que cualquier apóstol sea muy
consciente de que ha sido la misericordia de Jesús la que le ha salvado.
“Cuando un apóstol olvida sus orígenes y comienza a
hacer carrera, se aleja del Señor y se convierte en un funcionario. Quizás haga
mucho bien, pero no es apóstol. Será incapaz de transmitir a Jesús. Será un
sistematizador de planes pastorales, de muchas cosas, pero, finalmente, será un
hombre de negocios, un hombre de negocios del Reino de Dios, porque ha olvidado
de dónde fue elegido”.
Por el contrario, “ser cristiano es una cosa
grande, bella”. Y cuando se produce un alejamiento, “somos nosotros los que nos alejamos, los que queremos
quedarnos a medio camino”.
Ante la llamada de Jesús, Mateo renuncia a su amor por el dinero y
decide seguir al Maestro. Para festejarlo, Mateo organiza una gran fiesta a la
que invita a Jesús junto a sus amigos. De esa manera, aquella Mateo junta en
aquella mesa a Jesús con “lo peor de lo peor de la
sociedad”.
“Los doctores de la Ley se escandalizaron. Llamaron
a sus discípulos y dijeron: ‘Pero, ¿cómo es posible que vuestro Maestro haga
esto con esta gente? Así se vuelve impuro’: porque comer con un impuro te
convertía en impuro”.
Sin embargo, Jesús toma la palabra y les dice: “Id
a aprender qué significa aquello de: Misericordia quiero, que no sacrificio.
Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores’”. La misericordia de Dios “busca a todos, perdona a todos.
Sólo te pude que digas: ‘Sí, ayúdame’. Sólo eso”.
El Papa finalizó afirmando que “comprender
la misericordia del Señor es un misterio. El misterio más grande, más bello es
el corazón de Dios. Si quieres llegar al corazón de Dios, toma el camino de la
misericordia y déjate tratar con misericordia”.
Redacción ACI
Prensa
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