8 consejos para
fortalecer la comunicación en la pareja, y por tanto el matrimonio.
Por: n/a | Fuente: Religión en Libertad
Son muchos los casos de parejas que se casaron
con la mayor de las ilusiones, pero que con el paso del tiempo la rutina, el
trabajo, o multitud de pequeñas cosas se han distanciándose poco a poco. Cada
vez hablan menos y las conversaciones se vuelven más tensas. Sobre esto sabe
mucho Nacho Tornel, que publicó
en 2016 el libro Enparejarte (Planeta).
Este experto en comunicación en pareja afirma
que muchos de estos matrimonios parecen tener una "gestión
profesional" más que una comunicación real. Por ello, ofrece 8
consejos útiles a los matrimonios para afianzar y fortalecer el matrimonio. Así
lo recoge Isabel Molina en la Revista Misión:
1.
Haz de tu cónyuge tu prioridad absoluta
Los cónyuges que se comunican bien tienen un
denominador común: ambos han marcado el matrimonio como su prioridad. Y lo
demás: hijos, trabajo, relaciones sociales y familiares… está en segundo plano.
“Tener al
otro como prioridad es la manera más directa de revitalizar la unión conyugal,
la intensidad de la relación, la ilusión por estar juntos, el compartir más
íntimo, las ganas de contarse cosas y pasar ratos a solas, porque el amor se
retroalimenta y, cuanto más estás con el otro, más quieres estar con él”.
2.
Fija unos tiempos a solas con tu pareja
Tener tu matrimonio como prioridad se refleja
también en la agenda de los dos: los esposos tienen claridad de los momentos
que pasarán juntos cada día, cada semana, cada mes y hasta cada año… “Esto no quiere decir que el tiempo que se dedican tenga
que ser siempre el mismo: hay
matrimonios que saben que todos los viernes salen a cenar, otros no
tienen día fijo, pero tienen unos tiempos ‘blindados’ para estar juntos…”,
explica Tornel. Así, cuando comienza a entrar la apatía en el amor, “agenda en mano, fijan ratos para hacer deportes juntos,
ir a dar un paseo todas las semanas, etc.”.
3.
Elimina las interferencias
“Deja a un lado el móvil, la tele o la tablet… o cualquier interferencia
que pueda enturbiar la comunicación”,
reclama Tornel. Tampoco valen excusas que acaben rompiendo un buen momento a
solas: “Íbamos a salir el sábado, pero al final me
llamó mi hermana, estábamos cansados y nos quedamos en casa”. “Si no sabes
eliminar las interferencias, te puede la vida y se pierden los ratos de
contemplación del uno al otro”, advierte.
4.
No filtres demasiado
“Cuéntale a tu marido o a
tu mujer todo aquello que necesitas compartir”. No
conviene adoptar una comunicación selectiva: esto no se lo cuento para no
aburrirle o para protegerle de mi problema. Además, es importante ser espontáneo y natural, sin retrasar el diálogo. “Si dejas los temas ahí varios días para luego
comentarlos todos juntos, cuando al final tienes un espacio para compartir se
convierte en pasar ‘orden del día’ y resulta agotador”. En la
comunicación, el matrimonio se “necesita
conseguir el equilibrio de la olla a presión, que por su valvulita va soltando
el gas poco a poco”.
5.
Escucha, pero sin dar consejos
Cuando contamos algo al cónyuge, normalmente deseamos
compartirlo, sacarlo para liberarnos. Sin embargo, en algunas parejas, cuando
un cónyuge cuenta algo, quien escucha opta por dar consejos, soluciones o
fórmulas. Y el que comparte se queja: “Siempre que
le cuento lo que me pasa en el trabajo, intenta resolverme el problema. Yo sé
lo que tengo que hacer, solo quiero que me escuche”. Por eso, Tornel
recuerda: “No es bueno
opinar demasiado, basta con saber escuchar”.
6.
Practica la escucha activa
Cuando tu cónyuge te cuenta algo, demuéstrale que estás escuchado: ve
asintiendo y haciendo comentarios como: “Anda,
cuéntame más”; y cuando termine, es bueno repreguntar: “¿Cuándo sucedió esto?
¿Y te lo tomaste tan mal…?”. Preguntas como estas muestran interés en lo
que te ha contado.
7.
Háblale a tu cónyuge con respeto y cariño
“Comenta también las cosas
que te desagradan, pero incluso si tienes que decirlas cuando estás molesto, dilas con palabras de cariño y
acompañándolas con gestos físicos de mimo y cuidado: cógele la mano a tu
pareja o abrázale, no sea que parezcas un general que pone en firme a sus
soldados”.
8.
Cuida el lenguaje
Por último, “nunca digas una mala palabra; sé respetuoso y delicado en el trato”.
Y si hay algo complicado que comunicar, cuídate de no ser presa de la ira o de
palabras cargadas de ofensa, ni de manifestar lo que sientes como una acusación
o un reproche. “Es muy distinto decir: ‘Últimamente
me siento solo, no me llamas durante el día…’, a decir: ‘Eres un egoísta, solo
piensas en tu trabajo y no te acuerdas de llamarme’. El lenguaje acusador hace
que el otro contrataque: ‘Egoísta eres tú. ¿No te das cuenta de que estoy
pasando por una etapa malísima en el trabajo?’”.
Siguiendo estos consejos notarás que vuestra
comunicación se hace más cercana e íntima.
“Cuando hay algo delicado para comunicar, cuídate de no
emplear palabras cargadas de ofensa”.
“Deja el móvil a un lado… o cualquier otra interferencia que
pueda enturbiar la comunicación”.
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