El Senado rechaza el aborto por 38 votos
contra 31 tras 17 horas de debate.
Por 38 votos contra 31 y 2 abstenciones,
tras un debate de diecisiete horas, el Senado argentino rechazó en la madrugada
de este jueves (hora local, 7.45 hora española) el proyecto de ley de
liberalización del aborto que había sido aprobado el pasado 14 de junio por la
Cámara de Diputados. En la sesión también fracasó el intento de los abortistas
de habilitar un debate de una iniciativa distinta a la aprobada en Diputados,
para que pudiese ser aprobada en dicha cámara. Por tanto, no podrá volver a
debatirse esta cuestión en el Congreso hasta
el inicio del nuevo periodo legislativo, el 1 de marzo del año próximo.
Fue
precisamente la decisión de Mauricio
Macri de introducir esta cuestión en la agenda legislativa de este año
lo que ha dado lugar a este debate. El propio presidente, que ha defraudado las expectativas de quienes
creyeron su posicionamiento provida, saludó la sesión en las horas
previas con un mensaje desligado de
cualquier toma de posición, donde afirmaba con llamativa
equidistancia: “No importa cuál sea el resultado,
hoy ganará la democracia”.
Esta
victoria provida corona meses de una intensa
movilización en la calle de los grupos contrarios al aborto, junto con
un importante esfuerzo didáctico
para transmitir la realidad de la vida humana desde la concepción.
Las comparecencias de expertos,
tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, han mostrado no solo la evidencia científica de que en el seno de la
madre crece un ser humano vivo distinto a ella, sino también el engaño de la "solución"
del aborto para las madres que optan por suprimirlo, a través de
testimonios de mujeres que abortaron o, por el contrario, que eligieron la vida
en las más difíciles condiciones.
De hecho,
y a pesar del interés de los partidarios del aborto de presentarlo como una
reivindicación "de la mujer", de las 28 senadoras presentes en la votación,
14 votaron a favor y 14 en contra del proyecto.
Como
señaló durante su intervención el senador Mario Fiad (Jujuy), “en el debate no quedaron dudas de que la vida comienza con
la concepción”.
Justo por
ello, argumentó otro interviniente contra el proyecto, el senador Federico Pinedo, “en la existencia en paz no se le puede negar la
existencia al otro; no se le puede decir a alguien que vive que no tiene vida; no se le puede decir a alguien que es persona
humana, que no es persona humana”.
Destacar
la humanidad del no nacido y
hacer llegar ese mensaje a la sociedad ha sido uno de los objetivos
fundamentales de la campaña provida. Por eso, no faltó a la concentración ante
el Congreso el feto gigante de cartapesta, que ha intentado en los últimos
meses transmitir esa idea.
Horas
antes de la votación, mientras continuaban en la cámara las discusiones, se
celebró en la catedral porteña una Misa
por la Vida presidida por el cardenal arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli y concelebrada por el
presidente de la conferencia episcopal y obispo de San Isidro, Óscar Ojea.
Los numerosos obispos presentes en la Misa por la Vida bendijeron a los
fieles, que abarrotaban el templo y entre los cuales pudo verse a numerosos
políticos y dirigentes sociales.
El
cardenal Poli denunció en su homilía que “se pretende
legitimar por primera vez en la Argentina que un ser humano pueda eliminar a su
semejante”. Pero “los no nacidos
tienen derecho a pertenecer a una nación", y "el cuidado de la vida es el primer derecho humano y
un deber del Estado": “Todo hombre abierto a la verdad y al bien puede
llegar a descubrir el valor sagrado de
la vida humana desde el inicio hasta su término y el derecho a ver
totalmente respetado este bien primario”, añadió.
No solo
la Iglesia se ha movilizado contra el aborto. También grupos religiosos judíos
o las comunidades evangélicas, que el pasado sábado convocaron una masiva
manifestación para defender, como ha sido lema, “Las
2 vidas” (madre e hijo).
Por ese
motivo, unos y otros han sido objeto de ataques por parte de los partidarios de
la cultura de la muerte. En ese sentido, durante el debate la senadora Silvia Elías de Pérez (Tucumán) hizo
una clara denuncia: "Hemos recibido escraches,
pintadas. Quiero desagraviar al pueblo católico, evangélico y a todos los que han sido atacados por mostrar su
religiosidad".
Durante
el curso del debate, miles de personas a favor (color celeste y banderas
argentinas) y en contra (pañuelos verdes) de la vida concebida y no nacida se
manifestaron ruidosamente a las puertas del edificio, bajo el frío y la lluvia.
Tras la votación, cercanas las tres de la madrugada hora local, los
manifestantes provida se disolvieron pacíficamente, pero grupos abortistas provocaron enfrentamientos
con la policía.
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