Antes que nada, he de confesar que el tema financiero no tiene muy buena fama
en el entorno familiar, las parejas suelen discutir por este tema, es una
causal de fuertes distanciamientos e incluso separaciones. En México el dicho: “Cuando el dinero sale por la puerta, el amor sale por la
ventana” suena y resuena con gran frecuencia… Aunque no necesariamente
es así, cuando hay verdadero amor, aunque el dinero falte, la familia permanece
unida y a veces con más fuerza, pues es una oportunidad para crecer y salir de
la adversidad de modo resiliente, robustecidos.
Las
personas en ocasiones solemos pensar que el dinero nunca es suficiente porque
cada vez alcanza para menos y cada vez hay más gastos… Y aunque por un lado es
verdad que hay crisis económica no solo en los hogares, sino en los países y en
el mundo entero; por otro lado, muchas de estas crisis financieras se pueden
prevenir dentro del entorno familiar y lejos de ser un tema que divida, debe
sumar y unir a la pareja. Finalmente, el dinero no es un fin sino un medio para
vivir y vivir “Bien”; y pongo la palabra Bien con mayúscula, no por error
ortográfico, sino porque debemos tener como fin, el Bien Mayor para nosotros y
los nuestros, vivir de la mejor manera, de la forma más conveniente, y no solo
sobrevivir mediante bienes materiales a veces no necesarios, superfluos o
incluso nocivos…
El dinero
no es la felicidad, pero es necesario para vivir, lo sabemos todos; sin
embargo, la sociedad actual se caracteriza por el consumismo desordenado,
enfocado en el “Tener”, nos quieren vender
la idea de que mientras más “Tengamos” más “Valemos” y evidentemente no es así. El problema
de fondo no es consumir, pues es preciso consumir para adquirir aquellos bienes
necesarios y convenientes para el mejor desarrollo personal propio, de la
pareja y de los hijos; y serán un verdadero Bien, tanto en cuanto, ayude a cada
persona a SER más persona y le ordene a su Fin último que es: Trascender.
CÓMO EVITAR LAS CRISIS
FINANCIERAS EN TU HOGAR
Las
crisis se pueden prevenir, debemos estar preparados para enfrentar
circunstancias como: Devaluaciones, desempleo, accidentes y enfermedades,
viudez, quiebras de negocios, derroche de herencias y también situaciones que
están en nuestras manos anticipar y manejar con conciencia, inteligencia y
voluntad como: La ausencia de controles, el abuso
de créditos, estatus, la jubilación entendida como la vejez propia y de los
padres, las inversiones, falta de liquidez, falta de planeación e incluso la
jubilación.
PLANEACIÓN FINANCIERA
Para
realizar una planeación financiera es preciso considerar que la primera etapa
debe centrarse en la acumulación ordenada de bienes, en hacer un patrimonio,
adquirir un seguro de gastos médicos y un seguro de vida, esto se realiza a
partir del primer trabajo que uno posee, a través del ahorro, que, por cierto,
es la primera inversión que se debe realizar al percibir el ingreso por el
trabajo realizado cada mes; la segunda etapa es la consolidación, cuando se
afianzan los bienes, cuando hay una seguridad, una estabilidad que permitirá
que la tercera etapa que es el retiro, fluya adecuadamente sin preocupaciones
por cómo se vivirá, tratando de mantener el nivel de vida acostumbrado a partir
de la cosecha del esfuerzo sembrado como familia en una cultura de prevención y
ahorro.
Es
preciso entender que una buena planeación financiera implica un diálogo
profundo entre los miembros de la pareja y cuando los hijos tienen edad
involucrarlos también. Se debe establecer una cultura donde el ahorro sea
prioritario, los expertos recomiendan un 20% del ingreso mensual; guarda
diariamente, ajusta el gasto, si no ahorras es porque gastas de más, cuidado
con los gastos hormiga. Lo mejor es ahorrar primero, pagar cuentas después si
es que hubiera alguna deuda y gastar al último.
La idea
aquí es preguntarse ¿Me conviene adquirir esto para
mi desarrollo personal? ¿Conviene a mi
familia?
A modo de
listado, conviene tomar en cuenta los siguientes porcentajes que son un
referente ideal de gastos para el presupuesto familiar sobre su percepción mensual: Auto y
transporte 5%, casa 15%, educación 15%, entretenimiento 7%, manutención 35%,
otros 5%, salud y emergencias 7%, seguros 6%, tarjetas 0%, dando un total de
100%.
EL PAPEL DE LAS
VIRTUDES
Los seres
humanos somos unidad de cuerpo y alma, dotados de inteligencia y voluntad y
hemos sido creados por amor y para el amor. Las virtudes son hábitos buenos que
nos hacen mejores personas y nos permiten ordenar nuestra vida para alcanzar la
verdadera y plena felicidad. No podemos dejar de lado el ámbito financiero, al
ser una realidad tangible y necesaria, importante será esforzarse cada día por
vivir con sobriedad, virtud que, según David Isaacs, “Distingue
entre lo que es razonable y lo que es inmoderado y utiliza razonablemente sus
sentidos, su tiempo, su dinero, sus esfuerzos, etc., de acuerdo con criterios
rectos y verdaderos”. A esta virtud podemos sumarle a propósito: El
autodominio, el orden, la prudencia, la templanza, la disciplina, la
generosidad, entre otras, de modo que no entremos en la espiral de un consumo
sin sentido, un consumo irresponsable, que además de dejarnos en banca rota,
dejará un profundo vacío.
Finalmente,
procuremos una vida sobria, la acumulación de bienes, las compras compulsivas,
son una evasión de la realidad. Son un reflejo, una manifestación de un
desorden interior. Importante es detenerse, pensar y elegir el mayor Bien, en
cada caso, según convenga para mi crecimiento y el de mi familia en edad,
sabiduría y gracia; dialogando en pareja y cuando sea posible con todos los
miembros de la familia para lograr el propósito.
Seamos
buenos administradores de los bienes terrenales; no nos confundamos y no nos
dejemos confundir, pongamos nuestro corazón en los verdaderos tesoros, aquellos
que se alcanzan con esfuerzo mirando al cielo y que lo que consumamos sea
porque nos ayudará a alcanzar la plenitud
existencial y la trascendencia.
MTF Rosario Prieto
Psicología Clínica
Persona y Familia
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Persona y Familia
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