El testimonio de la hermana Anne Lécu en
una cárcel de máxima seguridad.
Anne Lécu es doctora en medicina y religiosa
dominica, y trabaja en la mayor prisión de Europa occidental.
Anne Lécu
es una religiosa dominica y doctora en medicina que trabaja con los presos en
Francia. La ha entrevistado Famiglia Cristiana (www.famigliacristiana.it)
en Roma, donde está presentando la versión en italiano de su libro "El sentido de las lágrimas". Portaluz
traduce al español buena parte de la entrevista. El libro investiga "qué causan las lágrimas, qué nos dicen y cómo sanan
nuestras heridas".
Sonríe
mucho, viste de forma informal, pero en las prisiones ha explorado la frontera
existencial del llanto más profundo.
REHABILITAR
LAS LÁGRIMAS
"Escribí un libro sobre las lágrimas para rehabilitarlas", dice Anne y se explica: "En la filosofía encontramos pocas lágrimas,
pero en la Biblia y en la tradición espiritual hay muchas. Para mí rehabilitar las lágrimas significa también
"honrar" la encarnación. Las lágrimas se forman como un velo ante los
ojos de los que lloran y son una forma de antídoto contra la exposición, ahora
reclamada en todas partes", dice esta monja francesa.
En un
mundo que exige una total transparencia mediática de todos los sentimientos, las lágrimas filtran los ojos y, al mismo
tiempo, nos obligan a pensar más profundamente, dice.
"Ellas rebosan y hacen que la gente dude de la agudeza de las
cosas. Al final puede haber lágrimas de
alegría. Tal vez la fuente de las lágrimas no sea lo que se desborda,
que es más grande que nosotros", sugiere
la hermana Anne.
EN
LA MAYOR CÁRCEL DE EUROPA
Anne Lécu
es doctora médica con sueldo público en la
cárcel de máxima seguridad de Fleury-Mèrogis, a unos 50 km al sur de Paris. Es,
de hecho, la mayor cárcel de Europa occidental, con una población de
unos 4.500 presos.
"El mío es un trabajo
normal en un lugar donde no lo es. Soy una profesional, una doctora,
trabajando en prisión... Por otro lado, frecuentar este universo me ha hecho leer la Biblia de otra manera y sin
duda mi manera de vivir la vida religiosa también se ha transformado por la
cárcel".
Es una escuela de entrenamiento muy concreta la que ha experimentado detrás de los muros. "Aprendí a través de la prisión que Cristo escogió dejarse llevar por los culpables, para que ya no estuvieran solos con su culpa. Este es el sentido de su presencia en la cruz entre los dos ladrones. Incluso escogió identificarse con el pecado, como Pablo nos dice en la carta a los Corintios (2 Corintios 5:21)".
Es una escuela de entrenamiento muy concreta la que ha experimentado detrás de los muros. "Aprendí a través de la prisión que Cristo escogió dejarse llevar por los culpables, para que ya no estuvieran solos con su culpa. Este es el sentido de su presencia en la cruz entre los dos ladrones. Incluso escogió identificarse con el pecado, como Pablo nos dice en la carta a los Corintios (2 Corintios 5:21)".
CRISTO
LLEVA EN SUS HOMBROS LA CULPA DE LOS CONDENADOS
En
resumen, argumenta la hermana Anne, "Cristo
eligió llevar sobre sus hombros la culpa de los condenados para que no nos
pesara más sobre los hombros. Esto es salvación, y creo que lo entendí cuando durante una celebración de la Eucaristía en
la cárcel, vi a mujeres llorando delante de la cruz. Lloraban porque
sabían con todas las fibras de su ser que el hombre de la cruz era como ellas, un condenado, y que por eso estaba
con ellas, seguramente".
Nacida en el seno de una "familia católica practicante", Anne estudió medicina en Tours. "Estos fueron los años en que se propagó el SIDA; me marcó el hecho de que hombres y mujeres, mis compañeros, morían en los pabellones más competentes del hospital, los dedicados a las enfermedades infecciosas. Una experiencia que la lleva a plantearse muchas preguntas sobre la fe.
El encuentro con un grupo de frailes dominicos que habían fundado una asociación llamada "Cristianos y SIDA" - "para cuidar a los enfermos, a sus familiares, sin dar lecciones morales, sino sólo para estar allí con ellos" aclara- suscita un deseo preciso en la joven licenciada de medicina.
Nacida en el seno de una "familia católica practicante", Anne estudió medicina en Tours. "Estos fueron los años en que se propagó el SIDA; me marcó el hecho de que hombres y mujeres, mis compañeros, morían en los pabellones más competentes del hospital, los dedicados a las enfermedades infecciosas. Una experiencia que la lleva a plantearse muchas preguntas sobre la fe.
El encuentro con un grupo de frailes dominicos que habían fundado una asociación llamada "Cristianos y SIDA" - "para cuidar a los enfermos, a sus familiares, sin dar lecciones morales, sino sólo para estar allí con ellos" aclara- suscita un deseo preciso en la joven licenciada de medicina.
"No sabía si alguna vez me consagraría, pero si iba a suceder sería
en la vida dominica, donde había percibido una verdadera libertad de expresión,
una alegre fraternidad entre los hermanos y hermanas, y una necesidad de investigación intelectual".
MANTENER
LOS PIES EN EL SUELO
En estos
años de estudio, trabajo e investigación, su vida, dice la religiosa, ha estado
marcada por muchos encuentros importantes. Además de los hermanos y hermanas de
la Orden, "pienso en
mis amigos no creyentes, que siempre han sido un polo importante y equilibrado
de mi vida, incluida mi vida espiritual. No
puedo imaginar una vida sólo en la Iglesia. Incluso hoy en día, mis compañeros
de trabajo todavía me dan "aire" y mantienen los pies en el suelo".
Mirando a
la Iglesia, las situaciones que más la perturban son precisamente "el abuso de poder, que puede llegar hasta el
despliegue de poderosas redes".
Las
situaciones que, en cambio, le dan más esperanza agrega: "son las pequeñas obras de todos los cristianos que,
con calma y humildad, siguen trabajando para facilitar la vida de los que les
rodean. Esta es la Iglesia de Cristo…
Me gusta mucho el pasaje de Lucas 7, cuando la mujer pecadora se presenta ante
Simón el fariseo y unge con sus lágrimas los pies de Jesús. Me parece
que nos da un sentido de lo que es la ética: una fragancia del buen olfato depositada
en la vida de los demás".
ReL
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