En 1950 el Papa Pío XII se estaba preparando para promulgar el dogma de
la Asunción de María. Él le estaba rezando a Dios por una señal, para confirmar
que el dogma fuera voluntad de Dios. Ya hemos
informado que Pio XII vio la “danza del sol” 4 veces: 30 y 31 de
octubre, 1º y 8 de noviembre de 1950. Tomándolo como una señal de conformidad
del Cielo con el dogma de la Asunción.
Pero el 1º de mayo anterior, tuvo una señal
confirmatoria mucho menos conocida para el público en general.
.
El Cardenal Montini, el futuro Papa Pablo VI, le presentó al Papa Pío XII a Gilles Bouhours, un niño de seis años.
.
El Cardenal Montini, el futuro Papa Pablo VI, le presentó al Papa Pío XII a Gilles Bouhours, un niño de seis años.
Fue recibido en audiencia privada por el Sumo Pontífice para confiarle un “secreto”. que le mandó decir
la Santísima Virgen.
“La Santísima Virgen María no murió; Ella ascendió
al Cielo en cuerpo y alma”.
El 1º de noviembre de 1950, el Papa Pío XII proclamó el dogma de la
Asunción de la Virgen María. Este artículo es un resumen de
la corta vida del niño francés que murió de adolescente. Y también de
las muchas apariciones que tuvo
de la Santísima Virgen. La historia comienza con una aparición cercana que no
fue aprobada por la Iglesia.
LAS
APARICIONES DE ESPIS
El 22 agosto de 1946 Claudine y Nadine Combalbert estaban viendo un rebaño de
gansos in Bois d’Espis.
De repente vieron a una “dama vestida de
negro” con unos “adornos de vestido con margaritas.”
Al día
siguiente la “Dama” se
aparece ante ellas dos de nuevo, y esta vez un tercer niño está presente.
La noticia pronto se esparció a través del campo como fuego. Luego el 31 de agosto un hombre de cuarenta y un
años también alega visiones de la Virgen quien dice presuntamente: “Yo soy la Inmaculada
Concepción”. Un grupo de monjas también se ve
involucrado. Y el lugar de repente se torna en un torbellino de fervor
religioso. Se organiza una pequeña peregrinación. Pero el 12 de diciembre de
1946, Monseñor Théas, obispo de
Montauban, dice en una correspondencia privada que estas apariciones “no son ciertas y que serían
una ilusión”. Y
el 4 de mayo de 1947, el prelado
publicó un juicio oficial negativo y luego una ordenanza suspendiendo a
todos los sacerdotes que fueran a Espis. Su sucesor, el obispo de Courrèges, creó una comisión de
investigación el 1 de febrero de 1950.
Sus resultados son finales es que fueron
“sugestiones y alucinaciones”, excluyendo cualquier posibilidad de un “origen
sobrenatural” en los supuestos hechos.
El destino canónico de Espis no menoscaba la autenticidad del “pequeño Gilles” y de las apariciones, pero en cierto momento fueron confundidas ambas. La
vida de Gilles comienza con un milagro de curación. Dios intervino muy temprano en la existencia de Gilles.
LA
ENFERMEDAD DE GILLES A LOS 9 MESES
Gilles
Bouhours nació en Mayenne, Francia, el
27 de Noviembre de 1944. Él fue el tercero de cinco hijos. Su padre,
Gabriel Bouhours era un fontanero, y su madre Madeleine, ama de casa. A la edad de nueve meses, se le diagnosticó
meningoencefalitis, una enfermedad con frecuencia fatal en aquella
época. El doctor regional, Dr. Dives, les mandó con un especialista en Burdeos. Y el diagnóstico fue el mismo. En aquel
año, la penicilina estaba apenas siendo probada. Para el pequeño Gilles en
Francia no había realmente una medicina
efectiva que combatiera la enfermedad.
Pero el bebé Gilles fue milagrosamente curado a
través de la intercesión de Santa Teresa de Lisieux.
Una monja de Las Pequeñas Hermanas de los Pobres, amiga de la familia, les dio
dos tarjetas con reliquias para
colocar debajo de la almohada del bebé Gilles, mientras rezaban por su
sanación. Una de las tarjetas era de
Santa Teresa del Niño Jesús (1873-1896). Y la otra era del Padre Daniel Brotier
(1876-1936), de la Congregación del Santo Espíritu, un misionero en
África y director de la Orphenlins Apprentis dÁuteuil (casa de huérfanos) en
París. Pasaron tres noches sin notarse ninguna
mejoría. En el cuarto día, al despertar hallaron a Gilles sin ningún dolor,
respirando y comportándose normalmente, con la fiebre completamente
desvanecida, sin ninguna explicación.
Un enrojecimiento en forma de Cruz era visible en
cada uno de sus cachetes, explicaron sus padres más tarde.
Y otro
extraño hecho llamó su atención. Encontraron la imagen del Padre Brottier
intacta bajo la almohada del bebé Gilles. Pero la reliquia de Santa Teresa de Lisieux estaba extraviada,
solamente se encontraron los hilillos rojos que sostenían el objeto. Para
Madeleine y Gabriel Bouhours, esta era una señal de que la “pequeña Teresa” intercedió a Dios
por la sanación de su hijo. Eventos posteriores en la vida de Gilles
confirmarían esto.
EL
COMIENZO DE LAS APARICIONES A GILLES
La Virgen María se le aparece al pequeño Gilles
en septiembre de 1947 cuando la familia Bouhours estaba viviendo en
Arcachon. El pequeño Gilles tenía dos
años y diez meses y aparentemente no era diferente a otros niños de su
edad. El 30 de septiembre de 1947,
según dice, tuvo su primera aparición de la Virgen María.
El niño insiste en que la Virgen María le pidió a
él ir al lugar llamado Espis (Francia) donde había reporte de apariciones un
año antes.
Su padre estaba dudoso acerca de las visiones de Gilles, pero decide hacer un viaje
para visitar el lugar, según fuera encomendado por la Señora. Una vez que llega
a Espis le pide a uno de los supuestos
videntes ir con él para confirmar o negar las palabras de su hijo. Y así
fue que al atardecer del 30 setiembre de 1947, una de las niñas vino a la casa de la familia Bouhours para
visitar al pequeño Gilles. De acuerdo a su testimonio, en el jardín de la casa de la familia ella vio a la Santísima Virgen con
el aspecto de Nuestra Señora de Lourdes. Cuando el padre de Gilles y
tres de sus hijos, incluyendo a Gilles llegaron, solamente el último supuestamente vio a la bella Señora. Él describe a María con una “capucha” significando
que Ella está llevando un velo sobre su cabeza.
Además
él declaró:
“Nuestra señora está en el agua. Ella corta el agua
con un palo. Yo veo dos palos en el cielo.”
Se le pidió
que explicara los “palos” y dijo: “Estos son como los palos”, usando
sus manos para tratar de explicar lo que en realidad era una cruz. Y
luego describió algo terrible: un “humo amarillo” surge
en el cielo y la virgen “llora”. El 2 de octubre de 1947, Gilles ve a la Virgen “sangrando” abundantemente.
“¿Te dio por hacer buu
buu?” él le preguntó a Ella
inocentemente. “¿Te
caíste en unos palos? Aquí está mi pañuelo […]. Santísima Virgen, ven junto a
mí, dame tu mano […] Mi padre y mi madre están acá” (refiriéndose a
sus padres). La frescura y la
simplicidad de tal diálogo infantil son similares a las apariciones de
la Virgen María ante niños en otros lugares. Los días 4 y 6 de octubre, la
Virgen aparece brevemente a Gilles. “¡Oh! ¡La Santísima Virgen” dice alrededor de las 5 de la tarde. La aparición le pidió a él ir
al bosque (de Espis) a rezar, en un lugar donde un “manantial” luego surgiría. A
las 6:30 pm, la Señora se le aparece una segunda vez a Gilles, esta vez rodeada por cerca de treinta
personas. La Señora le pide a él que le presente los rosarios que algunas personas le han dado a él,
para que Ella los bendiga.
Y luego Ella también pide que esa gente rece junta
una década del rosario por las intenciones al Sagrado Corazón de Jesús.
El día 13 (Fiesta de Fátima), Gilles va por primera vez a Espis. Y la Virgen María lo orienta hacia un lugar en el bosque donde
un manantial empezaría a brotar. El 27 de noviembre de 1947, Gilles fue
recompensado con otras apariciones breves. El 8 de diciembre de 1947 él ve una “gran
cruz” en el cielo. Dos días después, el 10 de diciembre, Santa Teresa de Lisieux aparentemente se le
aparece a él con una gran sonrisa. Y lanza flores hacia él, lo cual recuerda lo dicho por la Santa
antes de su muerte, sobre que el cielo “hará
llover flores”. El 13 de enero de 1948, en Espis, la Virgen se le
apareció dos veces más y de nuevo le
pide que ore constantemente al Sagrado Corazón de su Hijo. El 8 de febrero, el
niño observa varias “cruces en el cielo”. Los
peregrinos, curiosos y clérigos prestan gran atención al curso de los
acontecimientos. El 10 de febrero, la familia Bouhours decidió ir en peregrinación a Lourdes. El pequeño
Gilles no tiene ninguna visión en el
santuario. Pero sabiamente observa que las representaciones de María son hermosas, pero infinitamente menos que
sus apariciones. El 13 de febrero él presuntamente ve a María llorando “lágrimas
de sangre” en el lugar del futuro manantial. Gilles luego le pide agua a su padre,
y después de recibir un poquito de agua bendita en la palma de su mano, él abre
su mano, y la gente puede ver como Gilles con su pequeña mano hace como que
limpia algo en el aire.
De nuevo él pide agua, y la operación se repite
otra vez como si Gilles estuviera limpiando la otra mejilla de la Virgen
Santísima, tiempo durante el cual los presentes no dejaron de rezar.
La aparición
finalizó cuando Gilles había
supuestamente terminado de limpiar las lágrimas de la Virgen Santísima. Y
al siguiente día Ella besa a Gilles tiernamente en otra visión. El 13 de marzo
de 1948, Gilles declara “Yo abracé a la Santísima Virgen, pero no la besé”. Esa
primavera de 1948 trajo algunos eventos notables. El 13 de abril Gilles
aparentemente ve a la Virgen María tres veces en Espis. Y luego en mayo él la
ve en diferentes ocasiones, en su dormitorio y en el jardín de la casa. Así
como lluvia de cruces.
El 4 de junio de 1948, Gilles le informa a su familia que la aparición
dijo que Ella era la “Santa María, Madre de
Dios”, y en junio 10 la “Santa Madre de las Gracias”.
El 13 de
junio la familia, ansiosa por obedecer a las autoridades de la Iglesia, decidió no ir a Espis. Gilles recibió la
orden interiormente. En junio 24 de 1948, él le dice a su madre: “Después del domingo la Virgen Santísima vendrá a verme
en nuestro jardín. ¡Hoy no, Ella no
tiene tiempo!” “¿Qué es lo que está haciendo Ella entonces?”, pregunta su madre. “Bueno,
¡Ella no está haciendo sopa! (aparentemente
refiriéndose al quehacer de su madre del momento).
Ella pone flores en el cielo”.
A partir del
13 de julio, la aparición exige que
ninguna misa se celebre en adelante en Espis, por obediencia a la
Iglesia. El pequeño Gilles trata de transmitir el mensaje al sacerdote oficiante,
en vano. Durante una aparición el 13 de agosto de 1948, una mujer le entrega a Gilles tres rosarios para que sean bendecidos
por la Virgen María. Gilles se los regresa diciéndole que la Virgen no los
bendecirá porque ellos ya están
benditos. Y la mujer confirmó
que si lo estaban, y que ella no se dio cuenta que la Virgen no podría
bendecirlos. El 15 de agosto 1948, el niño de casi 4 años de tuvo esta visión:
“Veo un botón grande [la tierra] y, encima, una
bestia grande, parecida a una lagartija con una cola grande y patas largas
envolviéndolo.
.
No muy lejos de ahí, veo a un caballero con plumas en su espalda.”
.
No muy lejos de ahí, veo a un caballero con plumas en su espalda.”
Sin siquiera
saberlo, Gilles ha descrito, en una forma original, al Arcángel San Miguel y a la figura de satán influenciando a este mundo.
En aquel día, María se vistió de
azul pero sin velo, le pidió a él seguir la procesión organizada por los
peregrinos de Espis y cantar. Las semanas que procedieron, la Virgen le encargó
“muchas oraciones.” El
13 de octubre, la aparición le “reveló las luchas” dirigidas por el arcángel
Miguel para el beneficio de las almas. El 13 de diciembre María le confió un “secreto” a
Gilles para el Papa solamente. Su padre le pidió explicaciones, y el
responde:
“Ella me dijo algo [para decirle al Papa] y si yo
te lo digo serían dos pecados” (dejando como
conclusión que el secreto tal vez pudiera contener dos partes.)
Una cosa
preocupaba a la pequeña mente de Gilles: ir a Roma donde vive “el que reemplaza a
Jesús en la tierra” [el
Papa]. De acuerdo con los testimonios, el niño participa de manera notable – en
vista de su corta edad – en las celebraciones
de Pascua. El 13 de mayo ve a la Virgen presente a lo largo del Vía
Crucis y siente algunos de los dolores
sufridos por Jesús. Ese día, se le pide que muestre a las personas
presentes cómo la aparición bendice a
la multitud reunida. Levantando
la mano con una rara “majestad”, hace una señal larga y magnífica de la cruz y
añade:
“¡No es difícil, es la Santísima Virgen quien me
coge la mano!”.
El 12 de junio Gilles recibe su Primera Comunión en un clima de simplicidad y
devoción. Durante el verano, Gilles continúa recibiendo apariciones y locuciones en el 13 día de cada mes, con dos
visiones adicionales el 15 de agosto. El 13 de julio de 1949 durante una visión
Gilles ofrece a la Santísima Virgen un
par de palomas que una señora le trajo que fueran bendecidas por la
Santísima Virgen. Gilles se las ofrece liberándolas, pero ellas no se escapan. Al
contrario, el macho vuela alrededor del pie del altar, y atrapa una flor de unos 20 a 25 centímetros de
largo, y sosteniéndola en su pico regresa volando a Gilles, arrullando y
girando frente a él, y luego finalmente la suelta en frente de él. El 13
de noviembre de 1949, la Virgen, después de orar por todos los enfermos, le
dijo: “Pequeño Gilles,
debes ir a Roma a ver al Papa”.
VIAJES
A ROMA
Se organiza
un primer viaje a Roma. A pesar de las dificultades financieras, Gilles y su
padre consiguen ir. El 12 de diciembre de 1949, fue la primera audiencia (semi-privada) con Pío XII.
Pero ese día el niño no habla porque no está solo
con el Papa, como la Virgen le había recomendado.
Por lo
tanto, se debe organizar un segundo viaje. Pero poco después, una “mala” noticia
llega a la familia por correo: las
autoridades diocesanas que se han pronunciado sobre Espis, y el Santo Padre no
puede conceder una segunda audiencia a Gilles. Ocho días más tarde, después que la aparición pidió nuevamente a
Gilles ir al Vaticano para informar al Papa del “secreto”,
todos los problemas parecen
desaparecer misteriosamente. Gilles y su padre se van. Esta vez, Pío XII
cambió de opinión y aceptó recibir al
niño en audiencia privada y secreta el 1º de mayo de 1950. El 1º de mayo
de 1950 el Papa Pío XII recibe a Gilles en una audiencia privada, con tan solo cinco años de edad sólo Gilles y
el Soberano Pontífice presentes. El padre de Gilles describe la escena
en una forma pintoresca: “Cerca de las 10:30 am,
entramos al Vaticano, donde los prelados de su Santidad nos llevan a una
habitación. Un Obispo dice ‘ponga al niño en la silla. Lo dejaremos a solas con
el Santo Padre’”. Los prelados se retiraron y Gilles se quedó solo
con SS Pío XII. Gilles, regocijándose,
aplaudió y gritó: “¡Viva el Papa!”. Después
de la audiencia el pequeño revelará su secreto a varias personas. El 10 de
junio, un periodista del Giornale d’Italia publicó un artículo titulado: “Un pequeño francés de cinco años habla al Papa”.
Este
artículo cita el famoso “secreto” de Gilles:
“La Santísima Virgen no está muerta; ella ascendió
al cielo en cuerpo y alma”.
Otras
personas notables se encontraron con el “Pequeño
Gilles” con ocasión de este viaje a Roma, particularmente el Pbro. Gabrielle Roschini, muy conocido por
ser un gran mariólogo y profesor de la Universidad Laterana, y experto
del Concilio del Vaticano II. Al momento de encontrarse con Gilles era uno de
los encargados de preparar el texto
dogmático de la Asunción. De acuerdo a varias fuentes bien informadas,
se reportó que el Papa Pío XII había
pedido a Dios una señal para confirmar que el dogma de la Asunción
estuviera de acuerdo con la voluntad de Dios.
GILLES
CONTINÚA CON LAS APARICIONES Y HACE SU PASAJE
De 1950 a 1958, Gilles seguirá viendo a la Virgen a intervalos regulares. El
hermano de Gilles nos da una breve idea de lo que el “pequeño
Gilles” era durante su niñez: “Él, a menudo, se hacía presente para aceptar
cualquier sacrificio, pequeño o grande, de tal manera que siempre
pudiera servir a la Santísima Virgen o al Pequeño Jesús”.
El
13 de mayo de 1950, él anunció:
“El 13 de junio debo portar un alba blanca, y
tendré que caminar descalzo, tal como el Pequeño Jesús, por la conversión de
los pecadores”.
De hecho,
las fotografías de los periódicos han inmortalizado este momento. El 15 de
agosto de 1954, la Virgen le declara: “Yo soy la
Reina del Salvador. Puedes decirle al sacerdote” El 5 de noviembre
1954, durante un Misa en honor al Sagrado Corazón, el niño ve a la Virgen María hacer reverencias en el
momento de la Consagración. Los 13 de enero, febrero y marzo de 1955, “relucientes rayos dorados
emergieron de las manos unidas” de
la aparición. El 20 de marzo de 1957 Gilles entristece porque la Señora le
dice: “Gilles, pronto
no vendré a verte más”. El
15 de agosto 15 de 1958, la Virgen se le apareció por última vez. Un año y
medio después Gilles pasó a la vida eterna el 26 de febrero de 1960. Él
tenía 15 años. Murió después de una breve enfermedad de 48 horas. Algunos
médicos dijeron que fue una crisis de uremia, mientras otros decían que fue
asma aguda, pero no hubo una
explicación precisa. Una cosa notable sucedió al momento que Gilles
entregó su alma a Dios.
Una bandada de aves de toda clase sobrevolaron la
ventana de su cuarto y compusieron piando una melodía, que duró por unos pocos
momentos.
Lo
suficiente para que la gente alrededor de la cama de Gilles estuviera fascinada
y asombrada por la visión. Hubo de hecho muchas apariciones más de las que
fueron recabadas aquí. La Santísima Virgen María se le apareció a Gilles más
frecuentemente; hubo algunas ocasiones
en que Ella estaba sosteniendo al Niño Jesús en sus brazos, y es por
esto que Gilles se refería a Jesús como “Pequeño
Jesús”. Él también tuvo visiones
de San José, Santa Teresa de Lisieux, Santa Bernadette acompañando a la
Santísima Virgen en diferentes ocasiones. Cuando él vio Ángeles, los
describió como vestidos de blanco, azul o rosado.
Fuentes:
No hay comentarios:
Publicar un comentario