¿Te
diste cuenta que ya no se habla de desapariciones misteriosas en el “Triángulo
de las Bermudas”? Tal vez haya cesado la actividad allí. Y hay una razón que
explicaría esto y cierra perfectamente con las categorías cristianas de
análisis.
Esta operación habría sucedido en 1977 y el
protagonista fue un psiquiatra cristiano especializado en el Ministerio de
Liberación.
El Triángulo
de las Bermudas tuvo su fama sobre todo
en la década de 1970. Se afirmaba que algunos aviones y barcos que cruzaban el área habían desaparecido misteriosamente.
También que el horizonte parecía
cambiar, las brújulas enloquecían y las transmisiones de radio fallaban. Se
trata de un área que se extiende desde
la costa de Florida a las Bermudas y a Puerto Rico. El autor Vicente Gaddis fue
quien creó el término “Triángulo de las Bermudas”
en 1964, en un artículo “The Deadly
Bermuda Triangle“, en el que describió muchos de los eventos
anómalos en la zona. En poco tiempo esta zona se convirtió en una de las zonas favoritas paras teorías de OVNIs secuestrando tripulaciones en esta
área’ o apariciones energéticas
misteriosas del continente perdido de
la Atlántida. Antes de mencionar una explicación cristiana al respecto y
cómo se solucionó, repasemos las
teorías más populares en los ‘70s sobre lo que podría estar sucediendo.
PRINCIPALES
TEORÍAS DEL TRIÁNGULO DE BERMUDAS
Quienes
estaban convencidos de que algo extraño estaba sucediendo ofrecieron una serie de
explicaciones para el misterio.
VÓRTICES
El investigador Ivan Sanderson, sospechaba que los extraños fenómenos del mar y del cielo, los malos
funcionamientos mecánicos, de los instrumentos y las misteriosas desapariciones
eran el resultado de lo que él llamaba “vortices”. O sea corrientes extremas y variaciones de
temperatura, afectando los campos electromagnéticos. También estaban conectados con energía espiritual. Sanderson
dibujó tablas donde identificó
12 localizaciones de vórtices del globo, a distancias iguales del
ecuador.
HIDRATOS
DE GAS METANO
Una de las teorías científicas más interesantes para la desaparición de los
buques en el Triángulo fue propuesta por el Dr. Richard McIver, un geoquímico
estadounidense, apoyado por el Dr. Ben Clennell de la Universidad de Leeds,
Inglaterra. Los deslizamientos en el fondo del océano pueden liberar grandes cantidades de hidratos de
metano de los sedimentos marinos en el fondo del océano. Lo
cual reduciría significativamente la
densidad del agua perdiendo los barcos su flotabilidad. Además el gas
altamente combustible y podría
incendiar los motores haciendo que exploten.
VARIACIÓN
MAGNÉTICA
Esta teoría,
propuesta por la Guardia Costera
hace más de 30 años, afirma que la mayoría de las desapariciones se puede
atribuir a las características
ambientales únicas del área. Porque ‘Triángulo
del Diablo’ o de las Bermudas, es uno de los dos lugares en la tierra que una brújula magnética apunta
hacia el norte verdadero normalmente, en vez de apuntar hacia el norte
magnético. La variación puede ser tanto como de 20 grados y si no se compensa esta variación un navegante
puede encontrarse lejos del rumbo.
GRIETA
EN EL ESPACIO-TIEMPO
Se ha
sugerido que de vez en cuando se abre
una grieta en el espacio-tiempo en el “Triángulo
de las Bermudas”. Y si los aviones y los barcos tienen la mala suerte de
estar viajando la zona en este momento se pierden en ella. Es por eso que dicen que muchas veces no se
descubre ningún rastro de la nave, ni siquiera de los restos.
NIEBLA
ELECTRÓNICA
Esa es la
teoría de Rob MacGregor y Bruce Gernon en su libro The Fog. El propio Gernon
fue testigo de primera mano y sobreviviente de este extraño fenómeno. El 4 de diciembre de 1970, él y su padre
volaban su avioneta sobre las Bahamas. En el camino a Bimini encontraron
fenómenos extraños de una nube – un
vórtice en forma de túnel – cuyos lados raspaban las alas de la avioneta
mientras volaban. Todos los instrumentos de navegación electrónicos y
magnéticos del avión funcionaban mal y la brújula magnética giraba
inexplicablemente. Mientras se acercaban al final del túnel, esperaban ver un
cielo azul. En cambio, sólo veían un blanco grisáceo y apagado por millas, sin
océano, cielo u horizonte. Después de
volar durante 34 minutos, un tiempo corroborado por cada reloj a bordo,
se encontraron sobre Miami Beach, mucho
menos tiempo para un vuelo que normalmente llevaría 75 minutos.
OVNIS
Esta teoría
sugiere que platillos
voladores extraterrestres han elegido el Triángulo de las Bermudas
como un punto para secuestrar personas y objetos con fines desconocidos. Falta de evidencia para esta teoría y también
de los motivos de porqué lo harían.
LA
ATLÁNTIDA
Uno de los
lugares postulados para el legendario continente perdido de la Atlántida
se encuentra en el área del Triángulo de las Bermudas. Algunos creen que
los atlantes eran una civilización que
había desarrollado una tecnología avanzada y que de algún modo los
restos de ella podrían todavía estar activos en alguna parte en el fondo del
océano. Esta tecnología, dicen que podría
interferir con la instrumentación en barcos y aviones causando que se
hundan y se estrellen. Los defensores de esta idea citan las llamadas formaciones rocosas de las islas Bimini como
evidencia. Sin embargo, tampoco hay pruebas de la tecnología avanzada. Excepto,
quizás, por la increíble afirmación de un supuesto descubrimiento
realizado por el Dr. Ray Brown en 1970, mientras buceaba
cerca de las Islas Bimini. Se topó con
una estructura parecida a una pirámide con un acabado de piedra lisa y
parecida a un espejo y varias cosas más.
ALMAS
DE ESCLAVOS
Las muertes
y desapariciones del Triángulo de las Bermudas son las consecuencias de demonios adheridos al territorio en una zona
dominada por el mal.
El psiquiatra Dr. Kenneth McAll, un anglicano
carismático, llegó a la conclusión que el área era frecuentada por naves con
esclavos africanos que en ciertas circunstancias los tiraban por la borda en su
viaje a América.
En el libro Healing the
Haunted escribió sus experiencias navegando en estas aguas y como actuó luego, aparentemente con buen suceso,
para erradicar la maldición. Él cuenta su viaje por la zona: “Mientras nos adentramos en la atmósfera ahora cálida y
húmeda, me di cuenta de un sonido
continuo como canto lúgubre”, escribió.
“Pensé
que debía de ser un tocadiscos en los cuartos de la tripulación y como
continuó durante una segunda noche, finalmente, exasperado, bajé a preguntar si
podía detenerse. Pero el sonido allí abajo era el mismo que estaba en todas
partes y la tripulación estaba
igualmente desconcertada”.
El Dr. McAll organizó una oración masiva pidiendo a
Jesús que liberara a todas las víctimas asesinadas de la trata de esclavos.
Y aparentemente el problema del “Triángulo
de las Bermudas” se solucionó. ¿Por qué las
almas de esclavos se manifestaban de esa forma? Porque probablemente
estaban dominadas por demonios.
LOS
DEMONIOS ADHERIDOS A COSAS Y TERRITORIOS
Porque los demonios fueron los causantes de estas tragedias esclavistas.
Ellos pueden quedar adheridos a los objetos,
edificios, animales y personas.
Y hacer el mal desde allí. Un caso lo vemos en Jesús, que
encontró una legión de demonios en un solo hombre y los envió a una manada de
cerdos. El pastor pentecostal C. Peter Wagner cuenta que
los líderes de la aldea donde trabajaba
en Sierra Leona habían ofrecido maliciosamente a los misioneros un lugar
llamado “The Devil’s Hill” (La Colina del
Demonio) para construir su misión. Ignorando los “artificios de satanás”, como Pablo los llamó (2 Corintios
2:11), ellos aceptaron la oferta.
La primera familia tuvo que irse
después de una serie de enfermedades. Posteriormente, los que utilizaban la casa se enfermaban
rutinariamente, y veían los síntomas aliviados cuando salían del pueblo.
Todo esto se detuvo abruptamente cuando los
misioneros finalmente tomaron en serio la ocupación demoníaca de aquella
colina, oraron en un encuentro y los
expulsaron. También el
pentecostal Thomas Ajah de Nigeria, que fue un líder ocultista de alto
rango antes de su conversión, informó a Wagner que satanás le había asignado el control de 12 espíritus y que cada
espíritu controlaba 600 demonios, o 7.200 en total. Lo que significaba
que estaba en contacto con todos los
espíritus que controlaban cada pueblo en Nigeria, y tenía un santuario
en todas las grandes ciudades. El pastor pentecostal C. Peter Wagner, en La tercera
ola del Espíritu Santo (Siervo) y Cómo tener un
ministerio de sanación (Regal), da muchos
ejemplos de demonios adheridos territorialmente. En África, la presencia de satanás no es una
sorpresa para nadie. Y el
misionero Padre
Dionisio Ferraro cuenta una historia de ataque demoníaco que sufrió.
Ahora pasemos a la historia que nos ocupa, la del Dr. McCall.
CÓMO
SE INTERESÓ EL DR. MCALL POR EL TRIÁNGULO DE LAS BERMUDAS
Kenneth
McAll pasó muchos años como cirujano
misionero en China, luego regresó a Inglaterra como psiquiatra consultor.
En China comenzó un ministerio de liberación y
realizó considerables investigaciones y escritos sobre el tema.
En 1972 él y su esposa navegaban en el Triángulo de las Bermudas. En su libro “Sanar el árbol
genealógico“ cuenta la experiencia que se grabó
indeleblemente en su memoria. Viajaba
junto con su esposa por barco a las Indias Occidentales, donde él como
psiquiatra y experto en la “Curación de la tierra”,
estaba viajando para cumplir una conferencia. El capitán informó a los pasajeros: “Tenemos una elección frente a nosotros.
Para llegar a nuestro destino en las Indias Occidentales, podemos ahorrar 2 días pasando por el
Triángulo de las Bermudas – o podemos ir bordeándolo alrededor. Si hay algún pasajero que se siente asustado
con respecto a la primera opción, tomaremos los 2 días adicionales para
bordearlo” Por unanimidad, los pasajeros contestaron: “Capitán, si Ud. se siente bien al atravesar el
Triángulo, confiamos en Ud. y en su
juicio, y le acompañaremos”. Sin embargo, a medio camino a través del Triángulo de las
Bermudas la caldera del buque explotó. Pero afortunadamente la caldera
tenía posibilidades de reparación, y la
tripulación se puso a componerla. Cuenta McAll:
“Mientras nos adentramos en la atmósfera ahora
cálida y húmeda, me di cuenta de un
sonido continuo como canto triste”. Un sonido que recuerda a orar por las almas sufrientes en el Día
de los Muertos. Mientras sucedía, la señora McAll le preguntó a su marido: “¿Por qué los obreros cantan
esos cantos? Y respondió: Voy a verlo”.
Cuando él preguntó a la tripulación, ellos respondieron: “¡Oh Ud. también lo ha oído!”
La tripulación no estaba cantando cánticos, pero
todos oyeron claramente el canto.
Completaron
las reparaciones, y la nave salió a su destino. Después de la conferencia los
McAll regresaron a Inglaterra y comienza
la investigación.
LOS
BUQUES NEGREROS
El doctor
McAll no pudo sacar el asunto de su mente. Así que realizó investigaciones
sobre el Triángulo de las Bermudas. Descubrió
que estaba en la ruta directa de África a América para los barcos esclavos. Éstos
eran veleros en esos días y dependían de buenos vientos. Y se quedaban varados
durante días en el mar de los Sargazos, adyacente al Triángulo de las
Bermudas, cuando no los había.
Muchos de los esclavos a bordo morían allí, y sus
cuerpos eran arrojados por la borda durante generaciones.
Se estima
que ese período de tiempo podría haber
sido de 2 millones de almas. También leyó un libro de leyes sobre
demandas contra compañías de seguros que mencionaban cómo en el siglo XVIII los capitanes británicos habían ordeñado a
las compañías de seguros arrojando esclavos al agua y haciendo una reclamación
para cobrar indemnización.
Fueron esas almas de esclavos que estaban demasiado
enfermos o demasiado débiles para ser vendidos o fueron asesinadas, quienes
estaban gritando poseídas o maltratadas por los demonios, lo que escucharon los
McAll.
GRUPOS
DE ORACIÓN PARA LA LIBERACIÓN
McAll sintió
que Dios lo estaba llevando a hacer algo. Reclutó a varios obispos anglicanos, sacerdotes y otros en toda
Inglaterra para celebrar una Eucaristía Jubilar en 1977. Otra fue
celebrada poco después en Bermuda misma.
El propósito declarado era buscar la “liberación
específica de todos aquellos que habían encontrado sus muertes en el Triángulo
de las Bermudas”.
El Dr. McAll
organizó inmediatamente 12 grupos de
oración intercesora para reunirse en Inglaterra, Gales, Irlanda y Escocia. Los
grupos escribirían los pecados de los involucrados en la trata de esclavos,
incluyendo Gran Bretaña.
En junio de 1977 él y otros se disculparon por lo
que sus antepasados habían hecho e imploraron a Dios que mostrara a los
esclavos muertos el camino hacia el cielo y los liberara de los demonios.
Estos 12 grupos de intercesión pusieron la lista de los pecados de su
pueblo (como
Daniel hizo en Daniel capítulo 9) sobre la mesa de comunión. En el momento de
la Eucaristía (el Dr. McAll que era anglicano), como Daniel confesó los pecados de su pueblo y pidió
perdón. De repente, las 12
reuniones se comunicaron con el Dr. McAll aproximadamente al mismo tiempo.
Dios había hablado a los 12 y proclamado perdón de
los esclavistas, y la curación del Triángulo de las Bermudas.
El doctor
McAll afirmó que la misa y las
oraciones habían detenido que los extraños incidentes. Él cuenta: “Unas semanas después del servicio, un periódico estadounidense se puso en
contacto conmigo preguntando qué había hecho que estos incidentes se detuvieron
repentinamente.” Seis
meses más tarde todavía no había habido más desastres inexplicados. “El obispo de
Bermudas estableció un equipo científico para monitorear los accidentes. Mientras
me comuniqué con la Guardia Costera de la Florida que me informó que hasta ese
momento se había perdido un promedio de una nave por mes y un avión cada 13
meses sin dejar rastro. El último que desapareció fue un gran buque de carga
japonés en un clima aparentemente tranquilo. Dos años después de que el servicio se había celebrado, The National
Enquirer me pidió mi permiso para escribir la historia de lo que se había
hecho.
Diez años y medio más tarde, la Australian
Broadcasting Company investigó para un programa y encontró que no había habido
más desastres inexplicables dentro del Triángulo de las Bermudas”.
ENSEÑANZAS
QUE NOS DEJA LO SUCEDIDO
Estas extrañas experiencias reflejan la antigua
tradición cristiana de que lugares, edificios, habitaciones y objetos necesitan
ser exorcizados y bendecidos.
Estas
bendiciones siguen el patrón familiar
que encontramos en la bendición del aceite, el agua y la sal. Primero oramos para expulsar cualquier mal
que pueda residir en el lugar. Este es el exorcismo del mal. Luego bendecimos el lugar, pidiendo a Dios
que lo llene con Su bondad, poder y la presencia del Espíritu Santo. Esta
es la bendición. A veces el mal que
mora en un lugar llegó a través de una maldición, que tiene que ser rota. En
otras ocasiones se ha cometido un crimen en el lugar. Muchas casas embrujadas (con demonios), por ejemplo, tienen una
historia de algún asesinato o acto violento que tuvo lugar en las
instalaciones. Cuando se ha cometido un
crimen, hay que hacer algo, además de exorcizar y bendecir el lugar para
rectificar el crimen y poner en reposo a los espíritus inquietos. En resumen, necesitamos orar por habitaciones, edificios,
iglesias y otras propiedades bajo las siguientes circunstancias:
1 – Cuando han sido atacados por maldiciones,
hechizos y hechizos por grupos satánicos;
2 – Cuando se hayan cometido crímenes u otros
pecados graves;
3 – Cuando las personas infestadas por demonios han
vivido o pasado tiempo visitando un lugar.
También, por
supuesto, cuando nos mudamos a un nuevo
hogar o apartamento (o lugar de negocios, si estamos a cargo), o cuando un
ministro se muda a una nueva asignación de la iglesia, es sabio bendecir
el lugar y orar por él. Debemos implorar que se derrame la sangre de Jesús sobre esa propiedad.
Y pedirle a Dios que derrame Su bendición sobre la
propiedad y la proteja del mal.
Fuentes:
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