El Arzobispo Primado de México, Cardenal Carlos
Aguiar, anunció el nombramiento del P. Hugo Valdemar como nuevo Canónigo
Penitenciario de la arquidiócesis, que podrá absolver pecados graves como las
profanaciones.
El anuncio lo hizo en la Solemnidad de la Asunción
de María, a quien está dedicada la Catedral Primada de México.
El P. Valdemar fue el director de la Oficina de Comunicaciones de la
Arquidiócesis Primada durante el gobierno pastoral del Cardenal Norberto
Rivera, hoy Arzobispo Emérito de México.
En declaraciones para ACI Prensa, el P. Valdemar explicó que “en los grandes santuarios, basílicas, lugares
importantes de culto, el obispo designa a un sacerdote con el título de
penitenciario”.
El canónigo penitenciario, señaló, es un sacerdote que “recibe las mismas facultades que tiene el obispo para
perdonar pecados graves, que no están reservados al Papa”.
“Por ejemplo el aborto, para el que hoy el Papa ha
abierto la posibilidad a todos los sacerdotes. Anteriormente cualquier
sacerdote no podía hacerlo”, explicó.
También puede absolver “situaciones graves
como la profanación, faltar el respeto a lugares sagrados; que son pecados
graves reservados al penitenciario o al obispo”.
“El obispo no puede estar siempre confesando y ese
trabajo lo asume el sacerdote penitenciario”, añadió.
Asimismo, dijo que “en el caso de una
catedral, de un santuario, el penitenciario se encarga de coordinar el servicio
de confesión”.
El sacerdote destacó que “gracias a Dios, en
México todavía hay mucha conciencia de la dignidad del sacramento de la
Eucaristía y de la necesidad de la confesión antes de acercarse a comulgar”.
“En la Catedral, que no es un santuario como la
Basílica, la gente sabe que hay un penitenciario, que hay sacerdotes con
facultades especiales y acuden a la confesión”, destacó.
El P. Valdemar precisó luego que en la Arquidiócesis de México hay solo
dos canónigos penitenciarios, “uno en la Catedral y
otro en la Basílica de Guadalupe”.
En su caso el Cardenal Aguiar lo nombró sin un periodo determinado. “Es un cargo en el que estaré hasta que él así lo quiera,
o en su defecto yo presente mi renuncia y él busque otra persona adecuada”, indicó.
El sacerdote recordó que en el caso de la Catedral Primada “hicimos un experimento muy bueno, al que le llamamos
‘maratón de confesiones’”.
“Ha sido un exitazo, se hace en tiempo de Adviento
y Cuaresma”, dijo.
Dijo que en esas maratones las confesiones duran “12 horas continuas” desde las 8:00 a.m. hasta las 8:00 p.m. “La gente no deja de ir a confesarse, y más o menos una
veintena de sacerdotes confiesa durante todo el día”, señaló.
POR DAVID RAMOS
| ACI Prensa
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