miércoles, 8 de agosto de 2018

EL BUEN PASTOR


¡ENTENDED HUMANIDAD QUE SOY MÁS PADRE QUE JUEZ, NO ME COMPLAZCO CON LA MUERTE DEL PECADOR!

AGOSTO 05 2018 3: 25 P.M

LLAMADO URGENTE DE DIOS PADRE A LA HUMANIDAD. MENSAJE A ENOCH

Hijos míos, mi Paz sea con vosotros.

Yo soy vuestro Padre, Uno Y Trino, Señor de señores, Dios de dioses; fuera de Mí, no hay más dioses. Yo soy el creador de todo lo visible e invisible, el Alfa y la Omega, Señor y Dios de todos los tiempos. Quiero que todos mis Hijos, me rindan adoración y culto en esta fecha; que toda mi heredad, celebre en este día a nivel mundial mi fiesta. Que todo el mes de agosto sea dedicado a honrar mi Nombre.

Pueblo mío, Heredad mía, todo ha comenzado a desatarse ya, a medida que vayan pasando los días, vuestra purificación se irá acrecentando. Hijos míos, si os enviara mi Justicia con todas sus tribulaciones, os aseguro que no lo resistiríais; como Padre, no deseo vuestra muerte, si no purificaros para que mañana un resto de vosotros, sea mi Pueblo fiel. Ya estáis en los tiempos de la purificación, pero todavía os falta mucho para estar totalmente purificados; os necesito fortalecidos en la fe, en el dolor y el sufrimiento, para que podáis pasar la gran prueba que será el último reinado de mi adversario; donde sentiréis en el cuerpo, el alma y el espíritu, la máxima purificación que os acrisolará para que brilléis con luz propia y podáis ser llamados mi Pueblo elegido.

Os estoy purificando paso a paso, para que podáis fortaleceros en el cuerpo, alma y espíritu, con el fin de que mañana salgáis victoriosos en los días de la gran prueba. Por la intercesión de mi Amada Hija María y Madre vuestra, que unida a todos los seres celestiales en alabanza, adoración e intercesión, claman misericordia para la humanidad, es por lo que me he abstenido de enviaros todo el rigor de mi Santa Justicia. Entended humanidad que soy más Padre que Juez, no me complazco con la muerte del pecador. Pero veo con dolor de Padre como a diario quebrantáis mis preceptos y cometéis injusticias con vuestros hermanos. Siento gran tristeza al ver el pecado y la maldad que caminan con la inmensa mayoría; me duele ver la degradación moral, social y espiritual, en que ha caído esta generación, que hace de ella, la más perversa y pecadora de todas las generaciones que han existido. Mi creación la habéis convertido en una cloaca de maldad y pecado y ella clama justicia; quisiera desatar sobre vosotros todo el rigor de mi justo castigo, pero me abstengo porque de hacerlo no quedarían sobrevivientes para ocupar mañana mi Nueva Creación.

Sino os enviará primero mi Aviso, os aseguro que se podrían contar en los dedos de las manos los que se salvarían: porque el pecado y la maldad de ésta humanidad de estos últimos tiempos ha sobrepasado todos los límites. El código del Amor con el cual cree todas las cosas y las criaturas, el pecado y la maldad de esta generación lo han mancillado. Como Padre de la creación y las criaturas, nunca antes había visto tanta maldad y pecado de parte de mi criatura más amada, el hombre. La inteligencia con la cual lo doté es hoy utilizada para servicio del mal; mi creación se está viendo afectada por toda la maldad y el pecado de esta generación y corre peligro de desaparecer. Si no os enviará el castigo, el hombre de hoy destruiría mi creación.

Os di la gracia del libre albedrío porque como Padre, mi esencia es el Amor y la Misericordia, más que mi Justicia; esperaba que mis criaturas hechas a imagen y semejanza Mía, también obraran por el camino del bien. Pero no, habéis utilizado vuestro libre albedrío para caminar en el mal y obrar con injusticia y de seguir así, vosotros mismos os vais a destruir. Os estoy hablando como Padre, recapacitad hijos míos, ¿cómo tengo que deciros que no quiero vuestra muerte? Dejad de pecar y de quebrantar mis preceptos, si así lo hiciereis, os aseguro que os perdonaré y tendré con vosotros más Misericordia que la que tuve con los habitantes de Nínive. A mayor pecado, mayor misericordia, si os convertís.

No os he enviado el castigo como lo merecéis, porque soy fiel a mi Palabra y espero como Padre a que se agote la última milésima de mi Misericordia. Entended que os amo y quiero que volváis a Mí, así como lo hizo el hijo pródigo. No quiero que me conozcáis como Juez, porque os aseguro que para mi Justicia, ninguno de vosotros es irreprochable. Mi Aviso está llegando y es la última puerta abierta de mi Misericordia, espero que al pasar por la eternidad os despertéis de vuestro letargo y volváis al amor de Dios. Nuevamente os digo criaturas, os amo y no quiero vuestra muerte, si no que viváis, para que podáis habitar mañana mis Nuevos Cielos y mi Nueva Tierra.

Vuestro Padre, Yahveh, Señor de la Creación.
Dad hijos míos a conocer mis mensajes, a toda la humanidad

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