Los católicos no
somos un grupo de personas que vive en una isla, estamos en el mundo pero con
la mirada en el cielo.
Por: Silvana
Ramos | Fuente: Catholic-link.com
Acepto que durante muchos años he estado
apartada de Dios. Lo que no significa que Él haya estado apartado de mí. Tengo la certeza que Dios siempre ha estado (y está) a mi
lado guiando mis pasos y protegiéndome a veces incluso de mi misma. Creo que
las oraciones de mi madre han jugado un rol fundamental en esto último. Gracias
mamá.
Hace unos días leí la noticia sobre este bar católico que abrieron en Francia.
Y hoy con lo aprendido pensé: ¡Qué gran idea! Qué
bueno sería tener uno por aquí cerca. Ir
a un lugar sano y seguro donde compartir, celebrar y socializar.
Regresando en el tiempo (solo unos cuantos años
atrás) mi pensamiento hubiera sido distinto o simplemente la idea del bar
católico me hubiera parecido no viable. Digamos que en ese tiempo mi moral
sufría un leve desorden de atención. Ojo dije leve. Ya que estamos
entrando en confianza acepto que me encantaba salir de noche y hasta muy tarde.
La noche, sus luces, sus personajes curiosos, el lenguaje que aparecía en esos
lugares, los códigos, las formas, lo permitido cuando el sol se va, la música y
los espejismos me parecían algo tan atractivo. Sentía que era un mundo paralelo
que de pronto aparecía. Ahí era completamente libre y auténtica. Esto último
dependería de la dosis correcta de alcohol que estuviera presente. Ahí está, lo
dije.
Haciendo un balance de esas noches y casi
madrugadas, siento que he podido sortear situaciones incómodas y hasta
peligrosas; primero porque Dios es grande y segundo por una serie de factores
que estuvieron presentes como los buenos amigos. Hace poco uno de esos
amigos escribía que Dios saca cosas buenas hasta de las cosas malas. Y hoy esa
es mi intención, ver como Dios saca cosas buenas de situaciones de mi vida que
no fueron tan buenas. Y ponerlas al servicio de los demás.
En el mundo de hoy los católicos no somos un grupo de personas que vive en una isla.
Estamos inmersos en el mundo pero con la mirada en el cielo en todas las
circunstancias de nuestra vida, en todas, hasta en un bar. No hay nada de malo
en sí con ir a un bar. Pero dado el mundo y la cultura en que vivimos, muchas
veces para un católico puede convertirse en un gran desafío. Así que
aprovechando lo aprendido, lo vivido y lo sufrido aquí les dejo una serie de consejos para cuidarnos y cuidar nuestra fe en
lugares tan controversiales como estos: Los bares. A mi me hubieran
servido mucho, espero les sirvan.
1. ELIGE BIEN A DÓNDE VAS
Te la pongo clara, los católicos no vamos a
antros. Quiérete un poco y no vayas a lugares donde tú y tus amigos podrían
pasar un mal rato. ¿A qué me refiero? Peleas, drogas, borracheras, amores de
barra y demás. Ve a un bar pero escógelo bien, no seas ingenuo. El ambiente en
el que un cristiano vive tiene peso en su vida, no creas que porque vas a misa
tienes pasaporte diplomático para entrar en cualquier ambiente. Ese modo de
pensar es totalmente contrario al “Astuto como
la serpiente y manso como paloma”,
que nos pidió el Señor. Mira bien cómo es el lugar, pide referencias y sin
ningún reparo no vayas si no es
el lugar apropiado. En todo caso busca otro y propónselo a tus amigos.
2. SIEMPRE CON BUENOS AMIGOS. SÍ, DIJE BUENOS Y DIJE SIEMPRE
“No hay amor más grande que
el de dar la vida por los amigos” (Jn. 15:13) Los buenos amigos son los que nos
acercan a Cristo. La verdadera amistad es un gran tesoro. Trata siempre de ir
en compañía de verdaderos amigos, aquellos que realmente te conozcan y sepas
que estarán ahí para cuidarte. Tú también sé un buen amigo para ellos. Hazles caso cuando te adviertan de tu
comportamiento. Cuando vas solo o con simples conocidos puedes caer en la
tentación de las apariencias y aceptar, ceder ante comportamientos que van en
contra de tu vida cristiana, un buen amigo al lado será siempre muy
beneficioso.
3. LLEVA ALGO QUE TE RECUERDE EN LO QUE CREES
Sí, lleva algo; una inscripción en el polo, la
cadena que te regaló tu mamá. El denario en el dedo. ¡Algo!
Las luces, los ruidos, las interferencias pueden hacerte dar una amnesia
temporal o volverte ciego. Siempre recuerda quién eres, de dónde vienes y a
dónde vas. No la pierdas de vista.
4. HACER LO QUE TODOS HACEN ES COSA DE GENTE SIN ESTILO
En otras palabras: ¡sé
prudente! Cuida tus palabras y tus
acciones. Por hacerte el chistoso o el “cool” puedes
acabar en problemas. Usemos nuestra voluntad para moderar nuestros
impulsos, nuestras palabras y nuestros actos sobre todo en un lugar en el que
podemos tropezar. Recuerda cuando tropiezas tú, tropezamos todos. No solo te
juzgan a ti, juzgan a toda la iglesia.
5. ARRÉGLATE, VÍSTETE BONITO, SIN PERDER DE VISTA QUIÉN
ERES
Para ser más exactos cuida tu cuerpo no te
pongas una falda que parezca un cinturón ni una camisa que parezca una bufanda
o esté tan pegada a tu cuerpo que parezca pintura. Tu cuerpo es sagrado, no caigas en la tentación de usarlo
como mercancía. Respétate, quiérete y
ten respeto por los demás también. Alguna vez leí que la modestia no es
una prenda de vestir sino una conducta y un modo de comportarse. Podrías vestir
la ropa más modesta y recatada que quieras pero si tu comportamiento es todo lo
contrario y lo que busca es seducir, de nada sirve que te pongas una túnica.
Viste bien y compórtate bien.
6. CUANDO TOMES SE CONSCIENTE DE TUS LÍMITES Y
¡RESPÉTALOS!
No hay nada malo con tomar un trago. Pero si
nunca antes lo has hecho, es mejor que no escojas un bar para empezar. Si
tomas, siempre toma con mesura y nuevamente con buenos amigos. No voy a entrar
en los detalles del pecado de la gula en sí sino de que te cuides. Los efectos
del alcohol nos nublan el entendimiento y podemos terminar haciendo cosas de
las cuales luego nos vamos a arrepentir o peor aún nos pueden poner en
situaciones de riesgo. No seas ingenuo, cuídate, no pierdas tu vaso de vista. No trates de hacerte el fuerte o el que se
las sabe todas porque definitivamente no te las sabes.
7. NO TE LA PASES CRITICANDO TODO Y A TODOS
Si va a un bar, vas a pasar un rato con los
amigos, a distraerte. No vas a un bar sólo a criticar a las personas que están
ahí, ni su conducta ni su moral. No estamos llamados a juzgar, y que tire la
primera piedra el que esté libre de pecado. Cada uno vive una realidad distinta
y no todos tenemos ni la misma formación espiritual ni compartimos las mismas
creencias. Así estés en una iglesia: no
entres al chisme. El Papa Francisco nos dice que con el chisme podemos
asesinar al prójimo. Todos somos hijos de Dios amados hasta el infinito. Elije
comentarios que lleven a críticas constructivas que aporten, que provoquen
reflexión.
8. DIVIÉRTETE
La Madre Teresa de Calcuta decía: “Un corazón lleno de alegría es un corazón lleno de
amor…Si tienes alegría, esta brillara en tus ojos y en tu aspecto, en tu
conversación y en tu contento. No podrás ocultarla porque la alegría se
desborda”. Vayas donde vayas,
que la alegría en Dios sea tu compañía. Si estás entre buenos amigos,
disfruta el momento y que TÚ tu comportamiento y tu
alegría cuestione a las personas que te rodean y los acerque a Dios. Si vas a
un bar no es para que seas el tenso criticón, mejor te quedas en tu casa. Vas
para divertirte con tus amigos. Y como católicos sabemos a qué nos referimos
con diversión.
9. AYUDA A QUIENES SE PASEN DE COPAS
Ayúdalo, asístelo y llévalo a su casa. Conversa
con él o ella al día siguiente. Y si tú eres el que necesitó de la ayuda.
Déjate ayudar. Si no puedes controlarte, es mejor que no vayas. No dejes a tus amigos abrazados a un W.C.
hasta que termine tu noche. Eso daña la imagen de tus amigos y habla
mal tu capacidad de sacrificarte por ellos.
10. NO ESTÉS PENDIENTE DE TU CELULAR
A ver y esto no sólo es para un bar sino para
cualquier situación social de la vida. Es algo tan molestoso estar en un grupo
y que todos miren el celular en lugar de mirarse a la cara y conversar. La verdadera unión y comunicación no es a
través de un celular. NO es “Smart” hacerlo.
El mensaje que transmite al que está frente tuyo es “no me importas”
Además que específicamente en un bar es peligroso, ¿por qué?, porque
estás distraída o distraído de lo que está pasando a tu alrededor y muchas
veces hay quienes se aprovechan de esa situación. Deja el celular en el
bolsillo.
11. SI TIENES NOVIA NO JUEGUES EN LA LÍNEA
Si tienes novia. Anda con tu novia al bar. Si vas solo anda con un grupo de amigos.
Si encuentras alguien atractiva no la busques ni entres en una conversación
íntima. Cuídate y cuida tu relación. Si juegas con fuego te puedes quemar. Y si
te chamuscas, pues te recomiendo que converses con ella o con él sobre lo que
sucedió esa noche, te aseguro que es mil veces mejor que se entere por ti a que
otras personas, muchas veces malintencionadas, se lo cuenten y exageren lo que
realmente ocurrió. ¡Esto es el ABC del enamorado
católico! ¿No lo has leído?
12. EVITA EL COQUETEO (ESPECIALMENTE PARA LAS CHICAS)
Y esto bien puede estar relacionado con el punto
anterior como no. Parece ser que a las chicas nos gusta que nos miren y muchas
veces cuando descubrimos miradas las aprovechamos para despertar más admiración
aún. No juegues sino quieres que jueguen
contigo. La vanidad no te va a llevar a ningún buen lugar, por vanidosa
puedes terminar en situaciones incómodas. Recuerda que hoy en día mucha gente
va a los bares a buscar diversiones pasajeras. No vaya a ser que te confundan
con una.
13. LOS CATÓLICOS NO TENEMOS AMORES DE UNA NOCHE
Continuando con lo anterior. Si encuentras a
alguien que te parece interesante, lo mejor que puedes hacer es conversar. Nada
más. Introducirlo al grupo de amigos y quedar para volver a salir y seguir
conociéndose por un buen tiempo más. No somos cosas que se desechan, no somos
descartables de un uso y desuso como el mundo nos quiere hacer creer. No caigas
en la fantasía del feminismo ni del machismo que te dicen que eres libre para
hacer con tu cuerpo lo que quieras.
Quiérete respétate y haz lo mismo con los demás.
14. SI TE PREGUNTAN POR TU FE HAZ APOSTOLADO. EL APÓSTOL
NO ESTÁ DE VACACIONES EN UN BAR
Si te preguntan es la premisa. Y es que no vas a
ir a un bar de frente a dar un sermón. Pero efectivamente si alguien te pregunta
responde. Recuerda que el mejor
apostolado que podemos hacer es dar testimonio con nuestras vidas.
15. SI ALGUIEN SE PASA DE LA RAYA CON UNA AMIGA,
DEFIÉNDELA
Y lo mismo con un amigo. Hoy en día no es poco
frecuente encontrar a chicas que abordan chicos y los hacen pasar ratos
incómodos. Si una chica le está haciendo proposiciones indebidas a tu amigo
ayúdalo a salir de ahí o pon en evidencia a la chica. Y obviamente si alguien se pasa de la raya con tu amiga
defiéndela. No inicies peleas, la violencia no lleva a ningún lado.
16. ACONSEJA A TUS AMIGOS CUÁNDO PARAR… PERO RECUERDA
QUE SON LIBRES DE SER IDIOTAS
Creo que ya toqué este punto pero vale la pena
reforzarlo. Ayúdalos a recordar que ya tomaron demasiado, ayúdalos a recordar
que tienen novia y la conversación con esa chica les puede traer problemas,
ayuda a tu amiga a que no escuche a ese tipo…Y efectivamente ten presente que
pueden tener la libertad de ser idiotas. Pero es preferible que se enojen contigo a dejarlos atentar contra sí mismos.
El enojo finalmente se pasa, las heridas dejan cicatrices.
17. DI NO
Claro y simple. Cuando quieras decir no, di NO. No
tomo. No quiero más. No, ya me voy. No, tengo novia. No, gracias. No,
no, no, no. No pasas nada si rechazas cosas que te pueden hacer daño. No cabe
la vergüenza aquí. Se digno y di NO.
18. NO ENTRES EN DETALLE DANDO EXPLICACIONES DE TU VIDA
PRIVADA
Este es un buen consejo. Aquí voy: Una chica y
un chico en una barra. Conversan amenamente, él está interesado y quiere “algo más” con la chica. Ella en lugar de decir NO
y salir rápidamente de la situación, como el chico también le gusta se llena de
explicaciones y confidencias que no son las que debemos dar a alguien que
recién conocemos y menos en un bar. Por ejemplo: Mira soy católica y los
católicos no tenemos amores de barra. En realidad soy virgen… ¡¡¡NOOO!!! Eso no se dice, es algo íntimo y
personal. Revelar algo así solo va a ponerte peligro. Sé manso como una paloma pero astuto como un león. Los detalles de
tu vida personal no se dan en un bar. Eso se llama pudor. Punto.
19. VUELVE A CASA ANTES DE QUE EL ENCANTO SE ACABE, SÍ
ALGO ASÍ COMO CENICIENTA
Busca
una hora prudente para volver a casa. Esta
hora dependerá no sólo de qué hora sea sino del ambiente y las acciones de los
que te rodean. Siempre retírate con el grupo de amigos con el que viniste,
nunca solo ni con alguien a quien recién
conociste por muy buena persona que te parezca o porque crees haber encontrado
al príncipe azul. NUNCA.
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