miércoles, 4 de julio de 2018

MONS. HOUNDER SOBRE LA HUMANAE VITAE: «TODOS LOS TEMORES EXPRESADOS POR PABLO VI SE HAN CUMPLIDO»


La anticoncepción es parte de la cultura de la muerte

Mons. Vitus Huonder, obispo de Chur (Suiza), ha resaltado la condición profética de la encíclica Humanae Vitae. «Todos los temores expresados por Pablo VI se han cumplido», asegura el obispo.
(Life Site News/InfoCatólica) El obispo, de 75 años de edad, asegura que el texto es profético «porque todos los temores expresados por Pablo VI se han cumplido». El Papa, con razón, estaba especialmente preocupado por la «desestabilización del matrimonio y la familia» como resultado del uso masivo de anticonceptivos y la «separación de la sexualidad de la procreación».
Mons Huonder menciona las preocupaciones del Papa Montini: «los hombres ya no respetarían a las mujeres como personas, sino que las verían en gran medida como objetos para su propia realización»; también aumentaría el peligro de la intrusión gubernamental en la libertad de los padres, y el uso de la anticoncepción como una «herramienta de presión con respecto a las políticas de población [restrictivas]».
El obispo concluye: «Todas estas predicciones del Papa han tenido lugar».
La «separación de la sexualidad de la procreación» ha llevado, a los ojos de este prelado suizo, no solo a una «sexualidad sin procreación», sino también a una «procreación sin sexualidad», por la cual «las tecnologías reproductivas están descartando innumerables embriones. Destruyen la vida de los niños en la primera fase de su vida».
CULTURA DE LA MUERTE
El obispo Huonder agrega: «La anticoncepción es parte de la cultura de la muerte sobre la que habló una y otra vez el Papa Juan Pablo II». Por lo tanto, ve la necesidad de «mostrar, haciendo referencia a la encíclica Humanae Vitae, cómo la Iglesia ve el orden de la creación».
El prelado suizo advierte que «el libertinaje sexual ya en la juventud impide su maduración personal». «La desestabilización de los matrimonios y, con ella, de las familias se ha incrementado fuertemente», agrega, y dice que, como consecuencia, aparece «el miedo a la unión y la incapacidad de tomar compromisos obligatorios».
Con respecto a la muerte del feto en el útero, el obispo Huonder aclara que «los abortos no se pueden combatir de manera efectiva con la ayuda de anticonceptivos» y agregó que «el límite entre el aborto y la anticoncepción se ha vuelto fluido. Algunos anticonceptivos también tienen el efecto de un aborto temprano [y por lo tanto son abortivos]».
Además, el Obispo Huonder advierte que los efectos de esta mentalidad y práctica anticonceptiva en Europa han llevado a una situación demográfica drástica: «La situación demográfica es, entretanto, una cuestión de gran preocupación. Los europeos ya no logran el reemplazo generacional. Se han convertido en sociedades moribundas».
PLANIFICACIÓN NATURAL, NO SIEMPRE JUSTIFICADA
En cuanto a la planificación familiar natural que, bajo ciertas condiciones, está permitida por la Iglesia, el obispo Huonder insiste en que, «para ser permisible, debe haber razones justificadas». También la planificación familiar natural puede ser obejto de abuso por una mentalidad anticonceptiva. «Este asunto tiene mucho que ver con la autodisciplina y el carácter». Al final de su guía pastoral, el obispo Huonder dice:
«¡Queridos hermanos y hermanas! El espíritu cristiano solo puede desarrollarse en las familias si, en el matrimonio y la familia, aprendemos nuevamente a respetar plenamente el orden de la creación. Tomemos en serio la verdad que contiene la encíclica Humanae Vitae. Eso será una bendición para las parejas casadas y las familias, para la Iglesia y para nuestra sociedad».

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