Da la razón al repostero Jack
Philips
El Tribunal Supremo de Estados
Unidos ha dado la razón a Jack Phillips repostero cristiano de Colorado que fue
sancionado por negarse a preparar un pastel de bodas para una pareja
homosexual.
(Agencias/Infocatólica) En una decisión alcanzada por una
mayoría de siete votos a favor contra dos en contra, la máxima corte del país
ha dictaminado que la comisión de
Colorado que había decidido que el comerciante debía atender a todos sus
clientes independientemente de su orientación sexual, demostró una «animadversión evidente e inaceptable» hacia las creencias
religiosas.
Dicha comisión había
dictaminado que el pastelero, Jack
Phillips, había violado la
ley antidiscriminación del estado de Colorado, que prohíbe a las
empresas negar el servicio a las personas por razón de su raza, género, estado
civil u orientación sexual.
La sentencia del Supremo, sin
embargo, ahora concluye que la
comisión vulneró los derechos religiosos del propio Phillips,
aunque no ha emitido una decisión definitiva acerca de en qué circunstancias
concretas se pueden hacer excepciones a las leyes antidiscriminación basándose
en las creencias religiosas.
«La hostilidad de la comisión fue
inconsistente con la garantía recogida en la Primera Enmienda de que las
leyes se deben aplicar de forma que sean neutrales hacia la religión», escribió el autor de la
sentencia, el magistrado Anthony
Kennedy, quien curiosamente también fue el autor de la histórica
decisión de 2015 de legalizar el matrimonio gay en todo el país.
Sin embargo, Kennedy también recogió en la sentencia que «las personas homosexuales y las parejas homosexuales no
pueden ser tratadas como marginados sociales o personas de menor dignidad y valor», y anticipó
que los litigios sobre cuestiones similares probablemente continúen sucediéndose
en tribunales inferiores.
«Estas disputas deben resolverse con
tolerancia, sin faltas de respeto indepidas a las creencias religiosas
sinceras, y sin someter a las personas gays a indignidades cuando buscan
bienes y servicios en un libre mercado», concluyó.
La sentencia abre las puertas
a una defensa más efectiva de la libertad religiosa en el país. Hay leyes pro-LGTBI similares en 21 de los 50
estados de EE.UU. Están pendientes varias apelaciones en casos
similares, incluida una en el propio Tribunal Supremo por parte de un florista
que no quiso proporcionar flores para una boda entre personas del mismo
sexo.
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