Sacerdotes
australianos están advirtiendo que prefieren ir a la cárcel antes que romper el
sello del confesionario para denunciar el abuso infantil.
(Catholic Herald/InfoCatólica) Australia del Sur ha aprobado
una ley que amplía la obligación de informar a los sacerdotes que tienen
conocimiento de actos de pedofilia, incluso si ello les obliga a romper el
sello de la confesión. Tras una recomendación de la Comisión Real, otros
estados están considerando también hacer cumplir dicha ley. Muchos sacerdotes
rechazan la medida y afirman que no
harán nada que viole sus creencias.
«El estado nos exigirá a nosotros como
sacerdotes católicos que cometamos lo que consideramos como el delito más grave
(ndr: penado con excomunión), y no estoy dispuesto a hacerlo», dijo el padre Michael Whelan,
sacerdote de Church Hill en San Patricio, en Sydney.
El padre Whelan dijo que no
cree que la Iglesia esté por encima de la ley, sino que simplemente pone su fe
antes que cualquier otra cosa.
«Cuando el
estado intente intervenir en nuestra libertad religiosa y socave la esencia de
lo que significa ser católico, resistiremos»,
dijo el P.
Whelan.
El padre Whelan expresó su
preocupación sobre cómo harían cumplir tal ley y cómo las autoridades pueden
llegar a saber si los sacerdotes están informando o no. El sacerdote también
propuso una alternativa, diciendo que en
lugar de obligar a los sacerdotes a romper el sello de la confesión, si un
abusador de menores confiesa, las autoridades deberían tratar de intervenir
y «detenerle inmediatamente».
Otros estados, como el
gobierno de Nueva Gales del Sur, decidirán el próximo mes si implementan leyes
similares.
«Creo que todas
las jurisdicciones en Australia seguirán esa recomendación, y espero que,
simplemente, la Iglesia no la observe en ningún momento», dijo el padre Whelan.
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