Ya pasó un año de la milagrosa recuperación del
pequeño Martín Chaín, quien con solo 3 años de edad cayó desde un noveno piso
mientras jugaba en el balcón de su departamento en San Miguel de Tucumán,
Argentina.
El accidente del 7 de junio de 2017 dejó al pequeño al borde de la
muerte, sin embargo, demoró solo 20 días para recuperarse y no presenta
secuelas a largo plazo, es por eso que fue apodado por los médicos como el “nene milagro”.
“Yo estaba trabajando cuando me llegó un mensaje de
voz de Máximo, mi marido. Estaba a los gritos. Me decía que Martín se había
caído del balcón”, relató la madre del menor,
Florencia Núñez, al diario Clarín.
El día del accidente, el padre de Martín preparaba algo para comer
cuando el pequeño fue solo hasta el balcón y, jugando, se trepó a la baranda.
Acto seguido, el menor cayó casi 30 metros a un patio del edificio sin que nada
amortiguara el golpe.
“Al asomarse, Maxi vio a Piti (Martín) boca abajo,
tirado sobre un sector de tierra mojada, entre escombros. Y lo vio moverse”, detalló Núñez.
El padre bajó de inmediato a buscar a Martín y lo llevó al Hospital de
Niños de San Miguel de Tucumán, donde fue atendido de urgencia. Los médicos se
sorprendieron al ver al pequeño consciente que lloraba pero sin ninguna
fractura.
Pese a eso, la situación seguía siendo grave, ya que el niño sufrió
traumatismos en el abdomen y el cráneo, además de una contusión pulmonar que le
generó problemas respiratorios.
Durante semanas estuvo bajo un coma inducido, conectado a un respirador
artificial y con sondas de alimentación. Florencia recordó que “no paramos de rezar y Piti de a poco empezó a mejorar.
Un día, mientras le cantaba una canción
de la Virgen, finalmente despertó”.
Desde ese momento Martín comenzó a recuperarse. Primero pasó a terapia
intermedia, luego le sacaron el respirador y finalmente fue dado de alta. Solo
presentó algunos problemas para caminar que se solucionaron con fisioterapia y
también asistió a psicólogo y controles físicos durante un tiempo.
La directora del hospital, Cristina García de Alabarse, dijo al diario
Clarín que pese a ser una “mujer de la ciencia” jamás
escuchó “un caso similar. Es, como mínimo, poco
habitual que una persona pueda caer desde semejante altura y presentar tan
pocas secuelas”.
“Hay veces que a nosotros, como profesionales, no
nos queda otra que ponernos en manos de
Dios. Soy católica y creo que los milagros existen. Acá algo hubo”, sostuvo García.
A un año de este episodio, Florencia Núñez dijo a ACI Prensa que “Martín quedó sin ninguna secuela”.
Explicó que “las únicas cicatrices que tiene
son las de los drenajes que le pusieron en el hospital. No tuvo ninguna
quebradura ni ningún problema a largo plazo. El después de estar internado
volvió a su vida normal”.
“Hace poco cumplimos un año del accidente e hicimos
una Misa especial y unas tarjetas de agradecimiento para la gente que rezó por
él”, expresó la madre del menor.
POR BÁRBARA
BUSTAMANTE | ACI Prensa
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