Experimentamos las tentaciones
como pensamientos, sentimientos y deseos que, si no se resisten, nos
llevan lejos de la voluntad de Dios y de nuestra mayor satisfacción humana.
¿Y de dónde fluyen nuestras
tentaciones? Vienen, como dice el dicho clásico desde “el mundo,
la carne y el diablo”. El mundo, nuestra cultura y las personas que
nos rodean, pueden sugerir caminos
negativos y pecaminosos. Del mismo modo nuestra carne, nuestras pasiones y heridas psicológicas, pueden
dar lugar a la tentación. Por último, el diablo, con los ángeles caídos que están con él, pueden
indicar pensamientos y estados de
ánimo dentro de nosotros, con el fin de conducirnos hacia un bucle de pensamientos negativos hacia
nosotros y los demás. De modo que si hemos de resistir las
tentaciones primero tenemos que detectarlas en medio de nuestros pensamientos, sentimientos y deseos. Pero
debemos recordar que esto es
resultado de un plan
orquestado.
DETECTANDO LOS BUCLES
NEGATIVOS EN NUESTROS PENSAMIENTOS
Bárbara Ireland, los
llama “bucles” de la mente: cosas que repetimos una y otra
vez en nuestras mentes. Un modo
repetitivo de rumiar que es una pérdida de tiempo y energía, y cuya
emoción incluso puede redundar negativamente en tu vida futura. Los místicos
católicos dicen que esto sucede en el ámbito que llamaron “vida interior” y monitorearon estrechamente sus pensamientos. Ellos aprendieron a
dar un paso atrás para ver y
escucharse a sí mismos. Como señala Barbara, en Cómo
detener los pensamientos negativos, la persona promedio tiene 60.000 pensamientos al día. Restando el
sueño, eso significa en promedio
3.750 pensamientos cada hora del día. Y un notable noventa por ciento de esos pensamientos son
bucles mentales: repeticiones. Pensamos en las mismas cosas una y
otra y otra y otra vez. ¿Y cuántos de ellos crees que son negativos? El setenta por
ciento. ¡Siete de cada diez!
Los bucles mentales negativos
pueden ser: pensamientos que son implacablemente pesimistas, depresivos,
ansiógenos, de miedo, de paranoia, neuróticos, lujuriosos, posesivos,
auto-condenatorios, críticos, impacientes, irritados, de odio, de resentimiento,
vengativos, celosos, que no perdonan.
Si queremos paz ¡deben ser expulsados! La repetición equivocada puede
ser como el agua que gotea sobre la roca: el tiempo que hará que la erosione y finalmente será grabada
permanentemente en ella. De hecho, muchos de nuestros pensamientos no son en realidad nuestros. Muchos provienen
del enemigo.
Son plantados por las fuerzas
que buscan nuestro desconcierto, opresión y obsesión; en una palabra, los
demonios.
Por supuesto, esto es lo contrario de lo que el Espíritu Santo
envía. A menudo, cuando constantemente piensas en lo negativo en lugar
del positivo, cuando piensas mal
de ti mismo o de otra persona, como una cuestión de reflejos, un demonio está
torciendo las cosas. Él es la causa de las obsesiones, de las
distorsiones. Él quiere tu
angustia. Cuando pensamos en nosotros mismos o en los demás de una
manera negativa insertamos la
oscuridad en el diseño de Dios en lugar de la luz que Él desea para
nosotros.
Si la negatividad se dirige a
nosotros mismos damos la espalda a la alegría que Dios planeó para
nosotros.
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Y cuando pensamos negativamente de los demás, se trata de la lucha contra el amor.
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Y cuando pensamos negativamente de los demás, se trata de la lucha contra el amor.
Nos preguntamos por qué estamos oprimidos o atrapados en esos bucles de lamente; razón por la que damos
vueltas en la cama por la noche. Estamos atrapados en bucles negativos en vez de ir con la corriente de la
celebración del Espíritu Santo. Y la base de ello es que distorsionamos la realidad. Y el
enemigo tiene un plan preciso para
que miremos la realidad con anteojos que distorsionan las imágenes.
EL PLAN DIABÓLICO DE LA
DISTORSIÓN
En 2 Timoteo 3, San Pablo
escribe que los últimos días serán
tiempos angustiosos llenos de amantes del dinero, calumniadores, impíos y
amantes de los deleites más que de Dios. Esto se debe a que hay un plan
del demonio funcionando en toda la sociedad, que se basa en tentar a nuestros pensamientos, sentimientos y deseos. Pero el sólo hecho de conocerlo ya nos pone en
guardia contra él.
El Plan pasa por
tres etapas:
Etapa 1 – Abrumar a la cultura
con basura
Para abrumar, los medios deben bombardear hasta el punto de la derrota. Y esto es precisamente cómo
satanás utiliza el pecado para destruir en la actualidad. Inunda nuestro mundo con tanta suciedad y
perversión que es casi imposible escapar de ella. No se puede navegar
por Internet, conducir por la carretera, o esperar en la fila para pagar en una
tienda sin que una cierta imagen o título trate de llevar tu mente en la
dirección equivocada.
Con esto él nos
mueve a la segunda etapa.
Etapa 2 – Dominarte por los
deseos
La cultura del pecado está
diseñada para mantener nuestra
mente en este lugar en todo momento, lo que es crucial para la
estrategia de satanás. Él sabe que donde va la mente el hombre la sigue. En poco tiempo estamos consumidos con los
placeres de la carne y entonces se pasa a la siguiente etapa.
Etapa 3 – Te atormenta con
acusaciones
Por definición es un esquema o
un truco destinado a incriminar
permanentemente. Y esta es la última etapa de la estrategia de
satanás.
Él colma de pecado la mente de
las personas y luego lo acumula y lo presenta generando tal vergüenza y
condena, que hace que nos sintamos distantes de Dios.
Él te dirá que te has
ensuciado demasiado y estás, por tanto, demasiado lejos del amor de Dios. Ahora has llegado a un punto que te es
imposible llegar a Él, porque hay una distancia sideral entre lo que Él pide y
la forma en que tú te puedes reformar. Si satanás te puede llegar a
hacer creer realmente esto, entonces
como Adán y Eva, tendrás que esconderte de Dios por vergüenza y temor a Su
castigo, en lugar de estar en estrecha relación con él.
TODO ES UN JUEGO DE DISTORSIÓN
DE NUESTRO PENSAMIENTO
Satanás juega con nuestros
pensamientos y emociones generando constante mente tentación tras tentación.
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Poniéndonos como en un laberinto de espejos, haciéndonos pensar de maneras en que perdemos la realidad.
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Poniéndonos como en un laberinto de espejos, haciéndonos pensar de maneras en que perdemos la realidad.
El pensamiento distorsionado de nuestras tentaciones viene a
nosotros en muchas formas, mira algunas de estas distorsiones:
Sobregeneralización, que es llegar a una conclusión general sobre la base de un solo
incidente o pieza de evidencia: “Me acaban de
dejar. ¡Nunca voy a encontrar el amor!” “Dios no concedió mi oración. No le
importa” “Nunca contrate a esa persona, él me robó una vez”
Pensamiento de todo o nada, no tiene tolerancia o piedad
por la imperfección en nosotros mismos y de otras personas: “Rompí la penitencia cuaresmal, está claro que no estoy
hecho para eso” “He pecado, por lo que mis horas de resistencia no significan
nada” “Nunca he hablado con él desde que fue desagradable conmigo”
Filtrado mental, se centra en los
detalles negativos de una situación, mientras que desconozco todos los aspectos
positivos: “Sí, hijo, pero ¿qué pasa con esta
mala nota en Ciencia?” “Cuando miro hacia atrás mi día, todo lo que veo son
pecados” “Ellos dijeron que les gustaba, pero lo que dijo me molesta”
Etiquetación generalizada, a partir de un par de rasgos
o eventos se declara un juicio negativo universal: “Necesito
perder algo de peso. Soy fea.” “Nunca hago nada bien; no valgo nada” “Estoy
tomando más siestas a medida que envejezco. Soy muy perezoso”
Lectura de la mente, supone (sin preguntar) cómo se sienten o por qué actúan como lo hacen
otros: “Sé que prometí, pero a los niños no les
importará” “Es demasiado tarde. Él ya no se preocupa por este grupo”. “Sus ojos
estaban cerrados. Ella no me escuchaba”.
Exagerar la importancia, de problemas o
eventos: “No
podré terminar este trabajo para la próxima semana” “Hice cosas malas en un
sueño. Estoy muy avergonzada” “Recé una hora, pero estuve siempre distraída”
Minimización, restar importancia a preocupaciones serias llevándolas a la
insignificancia: “Di un pequeño vistazo a este
sitio web pero no es gran cosa” “Este hábito es un pecado venial, así que no
está mal si lo hago” “¿Por qué te quejas? La marihuana es inocua, no hace
nada”.
Catastrofismo, asumir lo peor sobre el presente y el futuro: “¿Qué pasa si pierdo mi trabajo o me enfermo?” “Nunca voy
a terminar con este pecado, ¿por qué intentarlo?” “Él está de mal humor esta
noche. ¿Nuestro matrimonio está en problemas?”
Personalización, creer todo lo que sucede es causado por, o es una reacción a uno
mismo: “No le gusto, por eso no quiere saber
nada con nuestro equipo” “Esto sucedió porque Dios me está castigando” “Vi a
mis dos amigos en un bar ¿por qué no me invitan?”
Falsos deberías, nos condenan por deficiencias o decisiones que no son realmente
pecados: “Siempre debo mantener a mi familia
feliz” “He pecado por faltar a la misa cuando tuve gripe” “Todavía me duele,
así que no debo que perdonarlo”.
Razonamiento emocional, llegar a la conclusión de
que la forma en que actualmente nos sentimos debe ser el fiel reflejo de la
realidad: “Me siento muy triste, debo estar
fallando” “Esto se siente tan bien, ¿cómo no podía ser malo?” “Me siento
culpable; Dios debe estar infeliz conmigo”
La mayor distorsión es un
bucle de pensamiento negativo hacia nosotros mismos.
.Y si nos vemos de manera negativa y deficitaria, entonces también veremos de esa manera a los demás.
.Y si nos vemos de manera negativa y deficitaria, entonces también veremos de esa manera a los demás.
CÓMO ENFRENTAR LOS BUCLES
NEGATIVOS Y LAS DISTORSIONES
Cuando sientas pensamientos negativos
repetidos acerca de algo o alguien (incluyendo a ti mismo), da
un paso atrás, mira dentro de tu mente y pensamientos y echa fuera todo
espíritu que puede estar detrás de ellos.
Repite el Ave María. Hacerlo será una segunda naturaleza para ti. El bucle correcto es el Rosario y la mejor manera de manejar
los pensamientos negativos es decir de inmediato un Ave María. “Cuando las preocupaciones me asediaban, tus consuelos me
alegraban el alma” Salmo 94:19.
Rompe el bucle en el Nombre de Jesús,
o pídele a la Virgen Desatadora de
Nudos.
Durante la oración, te sorprenderá sentir el flujo de amor hacia
quien tú estás orando. No importa cómo te sientas acerca de la
persona, las cosas cambian si
rezas tan pronto como piensas en una persona, en vez de hacer un
análisis sobre ella. Pronto sentirás un
nuevo nivel de felicidad y abrir el camino para lo milagroso. Sólo hazlo. Y
verás que si la mayoría de tus
pensamientos fueran positivos – de apoyo, optimistas –, ¿a dónde podrías
ir?, ¿a qué distancia puede llegar?
Una herramienta de gran
alcance es el borrado de toda
inclinación negativa a través de María. No te dejes engañar por el enemigo. Salta
más alto. La vida es un reto
apasionante en lugar de un trabajo pesado. Rompe el dominio de la negatividad
en el Nombre de Jesús. Que este sea el bucle de tu mente. Y descansa tu cansada
cabeza en el regazo de la Virgen, con gracias, cuando lo hayas hecho.
Fuente: Foros de la Virgen
Publicado por Unción Católica y Profética
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