Las señales de los
tiempos deben ser juzgadas según la Revelación Divina.
Por: Hernán Bressi | Fuente: Catholic.net
Por: Hernán Bressi | Fuente: Catholic.net
1.
EL
MAGISTERIO DE LA VERDAD EN CRISTO.
Con la muerte de LEÓN XIII la Iglesia Católica
quedo huérfana. Los Cardenales del mundo entero, se reunieron para darle
sucesor el 31 de Julio de 1903. En las primeras votaciones el antiguo
Secretario de Estado de LEÓN XIII, el Cardenal Rampolla parecía ser el nuevo
sucesor de Pedro. Su triunfo era evidente. Sin embargo el emperador
Austro-Húngaro, Francisco José por medio del Cardenal Puzyna (Obispo de
Cracovia) hizo saber que emplearía el Derecho de Exclusión, o JusExclusivae, posiblemente originado a partir del Siglo XVI por el cual el
emperador tenía derecho de vetar la elección, pidiendo la exclusión del
Cardenal Rampolla por su filiación a la masonería, hecho que fue confirmado
post-morten.
De pronto los papeles cambiaron. Los Cardenales-
electores teniendo en cuenta la invasión de Italia a Roma (Cuestión Romana)[1] y el papel predominante de la masonería,
se fueron inclinando lentamente a Sarto. Pero Sarto, cuando se dio cuenta que
los votos en los escrutinios aumentaban en su favor públicamente y declaró que
él no aceptaría la tiara pontificia. Los Cardenales le rogaron que aceptará la
voluntad de Dios en caso de ser elegido, empresa que le encomendaron al
entonces obispo español Merry de Val para que Sarto no retirará su candidatura.
Merry de Val fue el encargado de anunciarle a Sarto la gran noticia de su
elección cuando éste estaba llorando en la Capilla Sixtina. Después de rezar y
meditar le dijo al obispo español: la acepto, pero Ud. compartirá mi trabajo: “seré el Papa, si Ud. es mi Secretario de Estado”. Aquí
tuvo comienza esa profunda amistad en Cristo entre ambos que perdurará para
toda la eternidad, pues ambos fueron enterrados uno junto al otro como lo
habían deseado en vida.
- APROXIMACIONES
A SU MAGISTERIO PONTIFICIO.
El Cardenal Sarto fue obligado a esperar más de
un año, antes de tomar posesión de su nueva diócesis como Patriarca de Venecia,
debido a que el gobierno italiano se negaba a otorgar el regio exequatur (autorización del Estado para ejercer su
ministerio petrino en una diócesis territorial del Estado Italiano). Este
asunto fue tratado con amargura en periódicos y panfletos; el Gobierno, a
manera de represalia, rehusó extender el exequatur
a los otros obispos que fueron nombrados durante este tiempo, por lo que el
número de sedes vacantes creció a treinta. Cuando Venecia pertenecía al Imperio
Austríaco el emperador ejercía ese derecho.
Para el tiempo del nombramiento de Sarto,
Venecia fue anexada al Estado Italiano y al fallecer el Presidente del Consejo
de Ministro del Reino de Italia, Agostini, el gobierno italiano comienza hacer
valer la potestad de esta facultad. Finalmente, el ministro Crispi, habiendo
regresado al poder en 1893 como Presidente del Consejo, y la Santa Sede,
habiendo elevado la misión de Eritrea a la categoría de Prefectura Apostólica
en atención a los Capuchinos Italianos, motivaron al Gobierno a retractarse de
su posición original. Esta oposición no fue causada por ninguna objeción contra
la persona de Sarto, razón por la cuál cuando es elevado a la Cátedra de Pedro
redacta la constitución apostólica Commissumnobis, por la
que se reserva el derecho de elección papal al Sacro Colegio Cardenalicio sin injerencia
alguna de poderes externos (20 de enero de 1904).
Su primer documento pontificio “ E SUPREMI APOSTOLATUS ” marca las directrices de
su programa pastoral y doctrinal que seguirá durante todo su pontificado siendo
un verdadero grito de lucha frente a los intereses mundo que se oponen a los de
Cristo . Aquí en la tierra su ciencia y santidad había esclarecido el camino y
las sendas seguras para instaurar todas las cosas en Cristo quedando destruidas
gracias a él tanto el modernismo político (Le Sillon –Surco), filosófico (Motus
propio Praestantia y el decreto Lamentabili) y teológico (Pascendi)que habían
querido acabar con la Iglesia.
Por su constitución apostólica “ COMMISSUM NOBIS ”, el Santo Padre levanta su voz
de protesta clara y firme, contra aquellos príncipes que piensan poder extender
su poder hasta la misma cátedra de Pedro. La elección del Santo Padre es
exclusiva del Colegio Cardenalicio, lanzando las más terribles penas
eclesiásticas contra aquellos príncipes que indirecta o directamente prioricen
sus intereses políticos en los asuntos religiosos.
Sus objetivos de gobierno
fueron:
1. El clero. El sentido del deber y el ardiente amor al Señor
debían llevarles a asumir con radical amor y fidelidad sus responsabilidades, y
ése precisamente era el testimonio que él mismo daba a los clérigos. A esta
preocupación se debió la reforma de los seminarios, así como la institución de
numerosas bibliotecas eclesiásticas.
2. Música sagrada y liturgia. Famoso
es el Motu proprio “Tra le sollecitudini” que
firmaba ya a los tres meses de su elección. En él daba a conocer algunas normas
que renovaban la música eclesiástica. Su Santidad Pío X promovió, asimismo, la
reforma de la liturgia de las horas.
3. El "Papa de la Eucaristía".
Su gran amor a la Eucaristía le llevaron a permitir la
comunión diaria a todos los fieles, así como a cambiar la costumbre de la
primera comunión: en adelante los niños podría recibir el Santísimo Sacramento
cuando tuviesen ya uso de razón, a partir de los 7 años. Para San Pío X, la
santa eucaristía tenía que ser el centro de la vida del católico y de la Santa
Madre Iglesia.
4. El Catecismo de San Pío X.
Impulso la enseñanza del Catecismo para mantener la pureza de la doctrina. Bien
sabía el Santo Padre que apartar la ignorancia religiosa era el inicio del
camino para recuperar la fe que en muchos se iba debilitando y perdiendo
incluso.
5. Un nuevo Código de Derecho Canónico.
Elegido Papa, vio la necesidad y conveniencia de elaborar una
nueva codificación de las leyes canónicas, adecuada a las circunstancias
concretas que por entonces se vivían.
6. Empuje misionero. Su
gran celo por difundir el Evangelio de Jesucristo a los que aún no lo conocían
le llevó a dar un gran impulso a la actividad misionera de la Iglesia. En esta
misma línea, incentivó la formación de seminarios regionales.
7. Otras iniciativas. Entre
otras iniciativas el Papa Pío X impulsó una reforma de la curia romana,
encomendó la revisión de la Vulgata a los benedictinos (1907), fundó el
Pontificio Instituto Bíblico en Roma (1909) y dio inicio a la publicación de la
llamada Acta ApostolicaeSedis (1909), que aún hoy es la publicación oficial que
trae los documentos pontificios.
- EL
PROBLEMA DE LA MODERNIDAD.
Cuando la Gran Revolución Francesa y su hija la
Industrial desvanece definitivamente la idea de Cristiandad, dentro de la Santa
Madre Iglesia católica comienza a surgir dos cosmovisiones o actitudes del
entendimiento humano en su manifestación concreta con respecto al mundo moderno
contrarias. Los grandes interrogantes que se comienzan a debatir ad-intra es el
papel de la Iglesia frente al mundo moderno pero en verdad: ¿Cuál es la esencia del mundo moderno? o
acaso ¿Es el mundo el que debe cambiar de actitud o la Iglesia su fidelidad a
Dios?Son los interrogantes al que el magisterio del Papa Santo van a
salir a su encuentro con la luz sobrenatural de la Fe como fiel reflejo de la
Tradición.
Por un lado, van a estar los conciliadores[2] o modernistas
que intentan conciliar la vida de la Iglesia con el mundo moderno, adaptando la
doctrina a los signos de los tiempos (Altar y Democracia antropocéntrica y
antropomórfica). Pero peca por optimismo y exceso de flexibilidad, que le
inducen a compromisos peligrosos con tal de lograr la adaptación y aceptación
del mundo. Su comprensión de la novedad le
arrastra a buscar la novedad por la novedad. Prefiere la libertad por sobre la
autoridad. Su actitud tiene la generosa irreflexión del adolescente romántico.
El peligro de desviación doctrinal es enorme para que entre todos echan abajo
la misma Iglesia.
Frente a esta corriente que el Papa Santo la va
a definir como la
síntesis de todas las herejías en
su Decreto Lamentabilis, va atender preferentemente a la defensa de los
principios, a la conservación de la estructura de la Iglesia, preocupándose por
la pureza doctrinal poniendo el acento en el orden y la fidelidad al
Magisterio, la Tradición y las Sagradas Escrituras, pareciendomuchas veces
antipática su causa por el constante llamado a la santidad de los miembros de
la Iglesia y de la conversión del mundo a Cristo.
En Europa la situación de
la Iglesia católica no era para nada fácil. El laicismo avanzaba a pasos
agigantados y seguro.
- FRANCIA
= Separación Iglesia y Estado.
- PORTUGAL
= Separación Iglesia y Estado.
- ITALIA
= Laicismo = Cuestión romana.
- ALEMANIA
= Pluralidad confesional en la Cuestión obrera.
- AMERICA
LATINA = Situación de los aborígenes =
Explotación Perú
En su carta Encíclica
NotreChargeApostolique(23-IX-1910) Sobre los errores de “Le Sillon” (Surco) y la democracia, nos advierte sobre los
peligros de arrodillar al mundo moderno poniendo en el tape la grave situación
de los católicos en Francia liderados por Marc Sanguier y su movimiento
político Le Sillon.
En su punto 35 nos dice que: “…El “Sillonismo” pretende ser una nueva religión.(…) El resultado de esta promiscuidad en el trabajo, el beneficiario de esta acción social
cosmopolita no puede ser otro que una democracia que no será ni
católica, ni protestante, ni judía…una religión (porque el sillonismo, sus
jefes lo han dicho…es una religión) más
universal que la Iglesia católica, reuniendo a todos los hombres,
convertidos, finalmente, en hermanos y camaradas en el “reino
de Dios”. “No se trabaja para la
Iglesia sino para la humanidad”, en el 36 que “... Su catolicismo terminó en
apostasía organizada (…). Desgraciadamente, el que daba en otro tiempo tan bellas
esperanzas, este río límpido e impetuoso, ha sido captado en su marcha por los enemigos modernos de la Iglesia y no
forma ya en adelante más que un miserable afluente del gran movimiento de
apostasía, organizado en todos los países, para el establecimiento de una
Iglesia universal que no tendrá ni dogmas, ni jerarquías, ni regla para el
espíritu ni freno para las pasiones y que, so pretexto de libertad y de
dignidad humana consagraría en el mundo, si pudiera triunfar. El
reino legal de la astucia y de la fuerza y la opresión de los débiles, que
sufren y trabajan, en el 37 y 38 que“…
Su nuevo “Evangelio” tiene aspectos irrespetuosos y blasfemos” que deforman el
verdadero Evangelio y a Cristo, descartando su divinidad y acentuando sus
virtudes sociales.
En IlFermoProposito(11-VI-1905)Sobre la Acción Católica (En
Italia)nos alerta sobre:
- 1.La
necesidad de la colaboración de cada miembro al cuerpo místico.
El firme propósito que, desde el principio de
Nuestro Pontificado, concebimos de querer consagrar todas las fuerzas que le
benignidad del Señor se digna a concedernos
a la restauración de todas las cosas en Cristo.
- 8.
El auxiliar organizado de la Iglesia: La Acción Católica.
El conjunto de todas estas obras, alentadas y
promovidas en gran parte por seglares católicos y variamente trazadas conforme
a las necesidades propias de cada nación y las circunstancias peculiares
propias de cada país, es precisamente lo que con un término más especial y
ciertamente más noble suele llamarse Acción Católica. En todo tiempo se empleó
ella en ser auxiliar de la Iglesia.
- 17.
Aún en Italia, deben participar con permiso en la vida política.
Muchos son y de varia índole estos derechos
civiles hasta el de tener parte directa en la vida política del país por medio
de la representación popular en las Cámaras legislativas. Gravísimas razones
Nos disuaden, Venerables Hermanos, de seguir la norma decretada por Nuestro
Antecesor s. m., León XIII, en su largo pontificado, en virtud de la cual
queda, generalmente, prohibida a los
católicos en Italia la participación en el poder legislativo; además
de que otras razones de no menor peso, tomadas del supremo bien de la sociedad,
que a todo trance hay que salvar, pueden requerir que en casos particulares se
dispense la ley, especialmente cuando vosotros, Venerables Hermanos, echéis de
ver muy a las claras de urgencia necesidad de ello para bien de las almas y de
los supremos intereses de vuestras Iglesias y pidáis la oportuna dispensa.
- 18.
Preparación para la participación plena en la vida política italiana.
Pero la posibilidad de esta benigna concesión
Nuestra ha de poner a los católicos en la obligación de prepararse cuerda y
seriamente, para la vida política, cuando a ella fueren llamados. (…) Al mismo
tiempo se tendrán que inculcar y seguir en la práctica los demás principios que
regulan la conciencia del verdadero católico. (…) que ha de portarse como tal
acercándose a los empleos públicos y desempeñándolos con el firme y constante
propósito de promover, según su posibilidad, el bien social y económico de la
patria.
- 24.
El sacerdote debe atender todos los intereses sin mezclarse en las
actividades de partido.
- LA CUESTIÓN OBRERA
EN ALEMANIA.
La situación religiosa de Alemania, dividida
como estaba en diferentes confesiones trajo consigo también una diferente
orientación de la política sindical de los obreros católicos. En Berlín se
estaban formando las Uniones
Católicas o Círculos Católicos con
la así llamada “Dirección de Berlín” que las
apoyaba y guiaba. Eran confesionales y dirigidas por la autoridad eclesiástica.
En la región del Ruhr se formaban Sindicatos cristianos, interconfesionales,
compuestos de católicos y protestantes. Bajo la “Dirección de Colonia”.
Estos sindicatos fundaron también sus círculos
católicos. Mientras los confesionales de Berlín por su escaso número y
penetración no daban mucha seguridad de alcanzar ventajas económicas y
profesionales, los de Colonia, por el contacto con los protestantes, exponían
fácilmente a serios riesgos la religión y cultura católica de los obreros. De
allí nació una discusión a veces muy agria que amenazaba dividir totalmente las
fuerzas sindicales católicas.
Por eso, los obispos
alemanes establecieron en su Conferencia de Fulda del año 1910 cinco
condiciones para la sindicación del obrero católico las que resumidas dicen:
1. El Sindicato no debe ser
para los católicos ocasión de impugnar el juicio de la autoridades
eclesiásticas tocante a la religión y moral.
2. El Sindicato debe
limitarse a tratar las cuestiones sindicales.
3. Los socios de los
Sindicatos cristianos deben procurar serlo a la vez de los Círculos Católicos.
4. Procurarán respetar
siempre la autoridad de la Iglesia en el campo moral y religiosos.
5. Sólo a las autoridades
eclesiásticas incumbe juzgar si la acción de un Sindicato responde o no a los
principios católicos.
Siguiendo este problema con atención desde Roma,
el Santo Padre escribe “SingulariQuadamCaritate“ (24-IX-1912) Sobre los Círculos de Obreros dando a conocer en su punto 2 la Obligación de conservar
incólumes los principios cristianos afirmando que: “…En
consecuencia, establecemos en primer lugar que es deber de todos los católicos,
estrictamente obligatorio y que ha de observarse santa e inviolablemente, así
en la vida pública como en la vida privada, el guardar con firmeza y profesar
con valentía los principios de la verdad cristiana enseñados por el magisterio
de la Iglesia Católica, y en especial los propuestos sapientísimamente por
Nuestro predecesor en la Encíclica “RerumNovarum”, que fueron aceptados
con plenísimo asentimiento por los Obispos de Prusia en las deliberaciones del Congreso
Fuldense en 1900 (…) La cuestión social y las controversias con ellas
relacionadas acerca de la forma y tiempo del trabajo, del precio del salario, y
de las huelgas voluntarias, no son problemas meramente económicos, y, por ende,
de tal género que puedan resolverse dejando a un lado la autoridad de la
Iglesia, “(…) es, antes que nada, una cuestión moral y religiosa” y
concluye esclareciendo las ventajas y alabanzas de las asociaciones católicas
en su punto 3.
- CONCLUSIÓN.
A modo de conclusión podríamos afirmar
actualizando este magisterio esclarecedor, que todo cambio de orden temporal es
siempre una restauración dónde tras el agotamiento del status quo vigente o “viejo” se piensa y orienta un nuevo ordenamiento
sociopolítico que dé como resultado una nueva identidad en el origen de su
poder, en las instituciones concretas y en el sistema de poder del cual se
nutre. El estado es el resultante de un proceso histórico determinado,
aglutinado en instituciones. Es una unidad de fin y orden existencial. Es el
ordenamiento jurídico de la Nación. El Estado Moderno es la evolución histórica
de la Reforma Protestante y la Revolución Inglesa que nace con la Revolución
Francesa y exportada por los Ingleses.
Pero está restauración debe tomar de la tradición
lo esencial incorporando lo nuevo necesario al proceso que continué y
rechazando lo nuevo innecesario.“…Pero esto no es
todavía lo peor. Lo peor es la versación de la idea de la Iglesia al servicio
del mundo. Hoy se traducirá así: la Iglesia no tiene ya que convertir al mundo,
sino antes convertirse a él. No tiene nada que enseñarle sino ponerse a su
escucha. Pero ¿y el evangelio de la salvación?, se dirá. ¿No es la Iglesia
entera responsable de él para al mundo?¿No es lo esencial de su misión presentar
este Evangelio al mundo? ¡Quién piensa eso! ¡Todo lo hemos cambiado
nosotros! Como dice un volumen típicamente posconciliar: “la salvación sin el
Evangelio” ha venido a ser nuestro evangelio”.[3]
Las señales de los tiempos deben ser juzgadas según la
Revelación Divina. “…Para la Iglesia, el único “hombre nuevo” deseable, el
único cambio radical que puede ocurrir en el hombre es aquel causado por la
gracia santificante, que lo eleva al nivel sobrenatural, volviéndolo “semejante
a Dios”. Los factores históricos-culturales más poderosos no pueden cambiar la
naturaleza humana; pueden elevarla o degradarla, pero no alterarla en su
substancia”[4]
__________________________________________________
[1] Con la unificación italiana en 1861, el nuovoStato se
anexiona los Estados Pontificios logrando la consiguiente extinción del poder temporal
de la Santa Sede Apostólica, situación que termina con la firma de los Pactos
Lateranenses en 1929 entre Benito Mussolini y Pío XI.
[2] Término empleado en Italia a principios del S. XX para
identificar a los católicos que buscaban la conciliación entre el mundo moderno
y la doctrina católica
[4] Mons. Aldo Pagotto-Mons. Robert Vasa-Mons. Athanasius
Schneider, Opción preferencial por la Familia, EdizioneSupplicaFiliale, Roma,
2015
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