Guardar silencio puede ser una muestra de sabiduría y
prudencia, pero también un signo de temor y complicidad.
Cuando
callas, también hablas de ti mismo.
Cuando
callas un secreto, conozco tu fidelidad de amigo.
Cuando
callas tu propio dolor, conozco tu fortaleza.
Cuando
callas ante el dolor ajeno, conozco tu impotencia y tu respeto.
Cuando
callas ante la injusticia, conozco tu miedo y tu complicidad.
Cuando
callas ante lo imposible, conozco tu madurez y dominio.
Cuando
callas ante la estupidez ajena, conozco tu sabiduría.
Cuando
callas ante los fuertes y poderosos, conozco tu temor y cobardía.
Cuando
callas ante lo que ignoras, conozco tu prudencia.
Cuando
callas tus propios méritos, conozco tu humildad y grandeza.
El
Silencio es el tiempo donde el sabio medita, la cárcel de la que huye el necio
y el refugio donde se esconden los cobardes.
Siembra
para ser tú mismo…
George Eliot (1819-1880)
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