El pasado día 21 de abril en
el programa “Conoce las sectas", de Radio
María España, se habló de algunas de las falsedades y mentiras, así
como de la historia y confección del libro principal de la secta de los
mormones, El Libro de Mormón.
Remitimos a dicho programa, del que entresacamos
algunos comentarios realizados por su director, Vicente Jara, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las
Sectas (RIES).
Empecemos con algunas palabras
de un cualificado mormón: “El Libro de Mormón y
Doctrina y Convenios dan testimonio el uno del otro. No se puede creer uno y no
el otro”. “Excluyendo los testigos
del Libro de Mormón, Doctrina y Convenios es de lejos el mayor testimonio
externo y las pruebas que tenemos de parte del Señor que El Libro de Mormón es
verdadero”. “El Libro de Mormón es la palabra de Dios”.
“No
estamos obligados a demostrar que el Libro de Mormón es verdadero o es un
registro auténtico a través de evidencias externas, aunque hay muchas. Nunca ha
sido el caso, ni es ahora, que los estudios de las enseñanzas demostraran que
el Libro de Mormón es verdadero o falso. El origen, la preparación, traducción
y verificación de la veracidad del Libro de Mormón han sido retenidos en las
manos del Señor y el Señor no comete errores. Usted puede estar seguro de eso”. Palabras de Ezra Taft Benson (13º presidente de la
Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, mormones, hasta el año
1994, fecha de su fallecimiento).
Veamos también estas otras,
citadas por Jeffrey R. Holland,
del Quorum de los Doce, de la misma secta de los mormones: “Sí, el Libro de Mormón es la clave de nuestra
religión-la piedra angular de nuestro testimonio, la piedra angular de nuestra
doctrina, y la clave en el testimonio de nuestro Señor y Salvador” (A Witness and a Warning, Salt Lake City:
Deseret Book Co., 1988, p. 19).
- El Libro de Mormón
habla de plantas, animales, técnicas metalúrgicas,
etc., que no existían en la época en la que se dice que vivieron esos
pueblos. Veamos algunos ejemplos:
- Así el maíz y la cebada, que
aparece citada varias veces en el Libro de Mormón, veamos así Libro de Mosiah
7,22, que dice “nosotros actualmente pagamos
tributos al rey de los lamanitas [los lamanitas son una parte del
pueblo que los mormones creen que fueron a América en el siglo VII a. C. El
otro son los nefitas, o sea, que estamos en esta época según el autor que
escribe], este tributo equivale a la mitad de
nuestro maíz y de nuestra cebada”. Sin
embargo, lo que los mormones no parecen saber es que esas plantas fueron
llevadas por los europeos en el siglo XV a América.
- 1 Nefi 18, 25: “Y ocurrió que encontramos en la tierra de promisión,
mientas viajábamos por el desierto, que había animales de toda especie en los
bosques; tanto la vaca como el buey, y el asno, y el caballo, y la cabra, y la
cabra montés”. Y dice el libro de
Enós 1,21: “Y aconteció que el pueblo de Nefi [el pueblo de Nefi dicen los mormones que salió
en el siglo VI a. C. de Palestina, y marchó a América, de lo que no existe
evidencia científica ninguna. Además, estos relatos, dicen en la secta mormona,
son del siglo V a. C el de 1 Nefi, y este de Enós del siglo V a. C.] cultivó la tierra, y produjo toda clase de granos y de
frutos, y crió rebaños de reses, y manadas de toda clase de ganado, y cabras y
cabras monteses, y también muchos caballos”.
- Dice su libro de Alma, 18,
10-12: “Y cuando oyó el rey Lamoni que Ammón
estaba preparando sus caballos y sus carros…” y dos versículos más tarde, sigue diciendo: “Y aconteció que
cuando hubo alistado los caballos y los carros…”.
Y sin embargo la verdad es
otra: no había aún estos animales en esa época en el continente americano. No
había caballos, los llevaron los españoles tras Colón, en el siglo XV, igual que el asno o el burro, las vacas,
las reses, y lo mismo sobre las cabras y cabras monteses. Los españoles fueron
quienes las llevaron a América.
Veamos algunos
pasajes más donde se demuestra el engaño del Libro de Mormón:
- Libro de Éter 9, 18-19 [que
cuenta, según dicen los mormones, cosas ocurridas en torno al siglo IV de
nuestra era]: “Y también todo género de ganado,
de bueyes, y vacas, y de ovejas, y de cerdos, y de cabras, y también muchas
otras clases de animales que eran útiles para el sustento del hombre. Y también
caballos y asnos, y había elefantes y currelomes y cumomes, todos los cuales
eran útiles para el hombre, y más particularmente los elefantes y currelomes y
cumomes”.
Como se puede ver el listado
es enorme: bueyes, vacas, ovejas, cerdos y cabras: exacto, todos ellos animales
que no había en esta época, todos ellos llevados a América por los europeos a
partir del siglo XV. Y luego cita los caballos y los asnos; lo mismo. Y además,
elefantes, por si no hubiera ya sobradas incongruencias. Y para incidir en la
farsa, animales como los currelomes (sic!) y los cumomes (sic!), que sin duda
son especies gemelas a los unicornios, los centauros, los pegasos y los
guanaminos, todos ellos provenientes de la enferma cabeza de un inventor de
novelas fantásticas, o de un aprovechado caradura y farsante que se atreve a
decir que esto es un libro sagrado y divino, verdadera historia del continente
americano.
Cerramos esta lista, por no
ser extensos, con un par de citas de dicho libro, “piedra
angular y clave” de la secta mormona, sobre dos técnicas metalúrgicas
que tampoco existían en dichas épocas en América:
- Así se puede decir del
acero. Dice el libro de Éter 7,9: “y fue a la
colina y fundió mineral de la colina, e hizo espadas de acero”.
- O el cemento, y citamos
Helamán 3, 11: “Y así habilitaron a la gente de
la tierra del norte para que edificasen muchas ciudades, tanto de madera como
de cemento”.
Secretaría RIES
No hay comentarios:
Publicar un comentario