Hace un año por
estas fechas escribí un artículo sobre la Iglesia Universal del Reino de Dios (IURD), secta neopentecostal
de origen brasileño que es bien conocida en toda Iberoamérica, a veces con sus
nombres más populares de Pare de Sufrir,
Familia Unida o Centro de Ayuda. En él subrayaba el
enorme potencial mediático del grupo, que cuenta con importantes canales de
televisión y de radio, además de prensa escrita, en Brasil. Un ejemplo de ello fue
la visita de la presidenta Dilma
Rousseff a las instalaciones del canal Record en los Juegos Olímpicos de
Londres, donde fue recibida por el mismísimo Edir Macedo, fundador y líder de la IURD. Observaba ya entonces
que el imperio comunicativo de la secta tenía en el punto de mira a la Jornada
Mundial de la Juventud (JMJ) de Río de Janeiro, contra la que ya había emitido
algún que otro reportaje denigrante desde 2011. Prometí estar atento a partir
de entonces, y ahora, un mes después de la JMJ, toca hacer un balance.
Desde fuera podemos asegurar
que no se ha notado la oposición de la secta al evento eclesial que ha
presidido el papa Francisco volviendo por primera vez a su continente tras su
elección. Seguramente los responsables de la Rede
Record, propiedad de la IURD, calcularon cuidadosamente los riesgos
que corrían al ejercer una crítica frontal a un acontecimiento positivo para
Brasil a todas luces, no sólo desde el punto de vista de la Iglesia católica
–alegre por convocar a tantos jóvenes creyentes en torno al sucesor de Pedro y,
en el fondo, en torno a la fe en Cristo–, sino desde cualquier perspectiva que
busque el bien de un país y de sus habitantes. Lo que se vivió en Brasil entre
el 22 y el 28 de julio pasados fue toda una fiesta, y sus frutos se podrán
constatar a lo largo del tiempo.
Ahora bien, ¿cómo trataron los
importantes medios de la IURD las noticias relativas a la Jornada y a los
hechos y palabras que la rodearon? En cuanto a la prensa escrita propiedad de
la secta, tal como pude ir observando al seguir sus ediciones digitales
respectivas, en esos días hubo notas sobre el acontecimiento, reflejando muchos
de sus aspectos positivos y resumiendo las palabras del Papa en cada uno de los
actos. Como no podía ser de otra manera en un periódico brasileño, se iba
siguiendo la JMJ como elemento principal de la actualidad del país. Es verdad
que haría falta un minucioso análisis de contenidos para valorar en su justa
medida lo publicado por estos diarios en torno a la JMJ, y aquí no puedo
hacerlo. Pero sí quiero dejar constancia de varias reflexiones y cosas que me
llamaron la atención.
En primer lugar, la atención prestada fue escasa si lo comparamos con
otros medios brasileños. He podido ver en otros diarios muchísima más
información, aunque en algunos era tendenciosa y claramente negativa. Por el
contrario, en algunos periódicos de la secta, el espacio dedicado a la JMJ, si
bien era amplio, procedía en su práctica totalidad de noticias de agencia. En
segundo lugar, hubo un especial interés en destacar los aspectos objetivamente
negativos del evento (fallos de seguridad y de organización o problemas
causados por la gran concentración de gente en áreas como el transporte público
o las comunicaciones), en subrayar algunas críticas más o menos directas, etc.
Por ejemplo, me sorprendió el siguiente titular: “ONG
católica dice que el manual de la JMJ sobre sexualidad está fuera de la
realidad”. Leyendo la noticia se
descubría que nada de institución católica díscola… sino que se trataba de Católicas por el Derecho a Decidir,
una organización proabortista totalmente ajena a la Iglesia.
No satisfechos con todo esto,
los responsables de los medios de la secta volvieron a lo que había constituido
su peculiar campaña pre-JMJ, al intentar demostrar la maldad intrínseca del
acontecimiento y sus consecuencias terribles para los brasileños. Sólo así
puede entenderse que se destaque la manifestación que hubo el 26 de julio en
Copacabana “contra los gastos públicos por la
venida del Papa”, y que reunió a… ¡30 personas! La verdad es que
sorprende la atención prestada a esta concentración, totalmente insignificante
ante los 3 millones que, según los mismos periódicos, llegaron a reunirse en
torno a Francisco en los actos centrales de la JMJ.
Otras noticias curiosas
destacaban el auge en la comercialización de productos religiosos.
Si nos fijamos en el canal de
televisión Record, propiedad de la secta, la línea es más anti-JMJ,
la cobertura es más escasa, y lo anteriormente dicho para los periódicos se
completa aquí con las acusaciones de morosidad de la organización –que debería
dinero a los proveedores–, o la información sobre los millones de reales que le
ha costado a las Administraciones públicas el evento –que, si nos fijamos bien,
descubrimos que esos fondos estatales o municipales constituían apenas la
cuarta parte del coste total de la JMJ, que serían unos 400 millones–. Si bien
la información ofrecida por estos medios fue bastante completa, los titulares y
la orientación de las noticias reflejaban una clara tendenciosidad.
Junto a todo esto, que deja
entrever una actitud negativa hacia la JMJ y la Iglesia católica en general,
pero que queda diluida en medio de unos medios generalistas que procuran que no
se note mucho quién es su señor… ¿la propia IURD ha dicho algo oficialmente?
Sí. Podía pasar desapercibido, pero el mismo día que el Papa llegaba a Brasil,
el líder de la secta publicaba un largo artículo en su blog titulado “Atajo hacia el cielo”,
firmado por la escritora Vanessa
Lampert, que ya desde el mismo título comienza a despreciar la JMJ por
las indulgencias, caricaturizándolas como si fueran un perdón automático del
pecado y garantizaran la impunidad. Antes de ponerse a decir grandes tonterías
sobre las indulgencias, la señora Lampert y el señor Macedo –que publica su
escrito– deberían leer bien lo que dice la Iglesia católica sobre este tema.
Claro está que su objetivo no
es otro que criticar a la Iglesia y, si se puede, hacer publicidad de la IURD,
como cuando contrapone la secta al catolicismo, afirmando lo siguiente: “estoy en la Universal hace trece años y nunca vi a nadie
comercializar la salvación o el perdón de los pecados, por lo contrario,
siempre quedó bien claro que la salvación depende única y exclusivamente de la
entrega total al Señor Jesús”. Es
increíble que alguien pueda escribir esto cuando es sobradamente conocida el
ansia económica de la IURD y su justificación teórica, denominada “teología de la prosperidad”, y que en
resumen es: cuanto más dinero le des a Dios –a través del grupo, por supuesto–,
más te dará Dios, también económicamente.
Vanessa Lampert continúa su
discurso radical acusando a la Iglesia católica de ser anti-bíblica, y
aprovecha para mezclar lo teológico con la campaña a largo plazo llevada a cabo
por la IURD, y que he citado antes: “¡la Jornada
está siendo financiada con el dinero público! ¡Eso mismo! Con mi dinero, sin mi
consentimiento, contra mi interés. En un
estado que se dice laico, serán gastados más de trescientos millones en el
evento”. Lo de los millones ya lo he aclarado antes, pero la
articulista de la secta no tiene empacho en destacar lo que a ella le parece y
cargando las tintas contra el Vaticano, y echando mano de argumentos totalmente
populistas: “el dinero del contribuyente, que
podría ser invertido en la salud de la población, en realidad, va a beneficiar
el evento del papa”.
El aplauso de la secta,
unánime. Lo más significativo es el lugar donde se publicó el artículo –el blog
oficial del líder de la IURD– y la fecha escogida –la llegada de Francisco a Brasil–. Además, los
comentarios al texto, por parte de los adeptos del movimiento, no tienen
desperdicio. Una lectora escribe: “yo no veo
justicia, verdad ni misericordia en la JMJ, sólo engaño y perdición del alma de
multitudes”. Otra afirma que es “diezmista y ofrendante, y no he faltado a una sola
reunión, porque sé que estoy en el lugar correcto”, con lo que vemos en qué sentido sí aceptan la
recaudación de dinero y la valoran como medio para la salvación de la persona.
Por lo demás, no encontramos en las páginas de Internet de la secta más
alusiones a la JMJ.
La IURD siempre ha destacado
por su anticatolicismo beligerante. Sin embargo, en esta ocasión han sido más
los preparativos –haciendo una campaña crítica antes de la celebración de la
JMJ– que lo dicho, al menos públicamente, durante un encuentro tan importante.
Sus extremos de otro tiempo, que incluían agresiones televisadas a imágenes
sagradas, han dejado paso a un perfil más bajo que no los presente ante sus
posibles “clientes” como un grupo fanático
del que más vale estar distanciado. La reunión de cientos de miles de jóvenes
de todo el mundo en torno al obispo de Roma eclipsa los grandes esfuerzos de
captación y difusión que está haciendo la secta, con excesos como la construcción
de una réplica del Templo de Salomón en São Paulo. Les tiene que haber dolido
ver a alguien que atrae a los jóvenes y a todo el mundo sin buscar su cartera
ni su obediencia ciega. Porque sigue habiendo muchas diferencias.
Luis Santamaría del Río
Secretaría RIES
No hay comentarios:
Publicar un comentario